Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Alejandro Ruiz |
De acuerdo a lo informado por Delta, en 241 del año pasado no fueron cancelados ni uno de los vuelos en todo el mundo en su flota principal, duplicando el récord establecido en 2014 y triplicando en número de días sin cancelaciones del 2013. Dentro de los Estados Unidos, Delta se convirtió en una de las principales empresas que reportó al Departamento de Transportes (DOT) con una cobertura de 99,6% para vuelos completados. En 2016, el desempeño operacional estableció que el 86,3% de los vuelos de la línea principal llegaron a tiempo, mientras que la puntualidad de las seis compañías que atienden la división regional (comercializadas bajo la marca Delta Connection) fue de 84,7%.
La aerolínea establece este logro como resultado de una serie de mejoras a nivel operacional, que permiten ofrecer al pasajero una experiencia de viaje más consistente y estable que se complementa con la adquisición de nuevos aviones e incremento de destinos, además de ganancias y utilidades compartidas.
En el año 2016, Delta obtuvo ingresos netos por US$ 4,37 mil millones en comparación a los US$ 4,52 mil millones registrados en el año anterior, lo que se explica por el incremento de los costos laborales, especialmente durante el cuarto trimestre. “El ingreso ajustado antes de impuestos para el trimestre de diciembre de 2016 fue de US$ 923 millones, una disminución de US$ 524 millones respecto del trimestre de diciembre de 2015, impulsado principalmente por el nuevo acuerdo de pilotos. Para todo el año, los ingresos antes de impuestos ajustados aumentaron un 4 por ciento interanual a US$ 6,1 mil millones”, explica la compañía.
“Delta tuvo un año de desempeño récord en 2016 -financieramente, operacionalmente y para nuestros clientes- y es un honor reconocer los esfuerzos de nuestros empleados este año con más de 1 billón de dólares en ganancias compartidas”, dice Ed Bastian, su CEO. “A medida que avanzamos en el 2017, estamos viendo que nuestros ingresos unitarios resultan positivos, lo que debería devolver a la compañía a la expansión de margen en la segunda mitad del año. Esto nos permitirá producir los sólidos retornos y flujos de efectivo que los inversores confían de obtener con Delta”.
Para los primeros meses de 2017, Delta espera un margen operativo de 11,0% - 13,0% y un incremento en los ingresos por pasajero transportado entre 0,0% - 2,0% con una reducción de la capacidad de entre -1,0% y 0,0%. El costo por asiento por milla recorrida (CASM) está estimado entre 5,0% - 7,0%. Hacia el futuro la compañía espera continuar con un enfoque disciplinado en el control de costos y capacidad que permitan generar equilibrios y realizar inversiones que contribuyan al crecimiento de las ganancias. “Impulsamos la sostenibilidad en el largo plazo”, dice Bastian.
Delta está disfrutando un momento virtuoso entre sus pares que se está traduciendo en una buena carta de presentación ante sus clientes. Como reflejo, el ranking de satisfacción que realiza anualmente el Wall Street Journal la ubica en el segundo lugar por detrás de Alaska Airlines y por delante de Virgin America (estas dos en proceso de fusión). Considerando las tres principales compañías aéreas de los Estados Unidos (American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines), Delta se encuentra en primer lugar en este punto de vista.
Pese a los buenos resultados y percepción de satisfacción obtenidos, Delta se encuentra optimista respecto al nuevo escenario político en los Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump al poder. La aerolínea espera que la visión más nacionalista que está promoviendo el nuevo Presidente sea favorable para reimpulsar su batalla político-mediática contra las líneas aéreas del golfo Pérsico como Emirates, Etihad y Qatar Airways (ME3).
Si bien en un principio esta ofensiva fue impulsada de manera conjunta con American y United, prácticamente Delta, ha sido la única compañía que ha tomado este caso como una verdadera “bandera de lucha” que la ha hecho parecer como la única parte interesada en promover este conflicto. De hecho, algunas de sus pares han continuando estrechando relaciones con sus “rivales” como es el caso de American con Etihad y Qatar Airways o JetBlue (que no participa en la ofensiva) con Emirates.
Bastian ha señalado que presentará el caso ante la administración Trump por considerar que existe una competencia desleal por parte de las ME3 por los supuestos subsidios que reciben de parte de sus respectivos Gobiernos. Los comentarios del directivo en relación a este tema son similares a los del nuevo Mandatario aludiendo que espera que la nueva administración fortalezca acuerdos comerciales para proteger los puestos de trabajo de los estadounidenses.
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