Antonov An225 Mriya llega a Sudamérica: hoy aterriza en Campinas y Sao Paulo

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: E.Moura

El que es oficialmente el avión operativo más grande del mundo construido hasta la fecha ya está en rumbo a lo que será su segunda visita a Sudamérica. Tras un cambio en el itinerario original y un incidente en el aeropuerto de Leipzig, el Antonov An225 Mriya se encuentra volando desde Houston(IAH) hasta el aeropuerto de Viracopos en Campinas en el Estado de Sao Paulo, a donde llegará hoy por la mañana para luego continuar a Sao Paulo (GRU) y Santiago de Chile.

Esta será la segunda visita que esta aeronave realiza a Sudamérica y la primera que lo traerá a Chile, en una misión especial para traer un transformador eléctrico ABB de más de 150 toneladas para y equipamientos varios para la empresa eléctrica Colbún S.A. El primer aterrizaje del An225 a la región ocurrió en 2010, cuando aterrizó en Sao Paulo (GRU) para el traslado de equipos para la petrolera brasilera Petrobras.

El viaje hacia Sudamérica del An225 se inició este jueves cuando partió desde Kiev, Ucrania, rumbo a la ciudad alemana de Leipzig, su primera escala y en donde un incidente menor, producido por un desperfecto de una de las válvulas de uno de los seis motores del avión, obligó a retrasar la operación. Con el fin de cumplir los tiempos con los clientes, Antonov Design Bureau -fabricante y operador del único avión construido-, realizó modificaciones a la ruta e itinerario, eliminando escalas previamente anunciadas. Así quedaron fuera de la ruta, las ciudades de Miami, Paramaribo e Iquique.

Según la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC), la operación a Iquique no fue autorizada por motivos asociados a la resistencia del pavimento de las pistas (pcn) y a la falta de infraestructura para atender adecuadamente a la aeronave. No obstante, el fabricante mantiene sus esperanzas de incluir a la ciudad del norte de Chile entre sus escalas, estudiando nuevas modificaciones adicionales a la ruta, después de su escala en Santiago.

El An225 aterrizará en Viracopos hoy lunes a las 11:00 horas (local) para ser cargado con el transformador ABB y continuar después a Sao Paulo (GRU), a donde tiene previsto aterrizar a las 23:00 horas. Luego de pasar la noche, seguirá a las 08:05 horas del día siguiente (martes 15) rumbo a Chile. De no haber retrasos significativos el día de hoy, el avión estará aterrizando en el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago a las 11:00 horas del martes 15.

Por sus espectaculares dimensiones, que incluyen 84 metros de largo y 88 metros de envergadura, además de los seis motores que lo caracterizan, el An225 es un espectáculo aeronáutico por sí mismo. Su operación genera una logística en especial en cada aeropuerto donde aterriza, mientras que en los alrededores, son miles las personas que se acercan para verlo. Una prueba de la conmoción que genera este particular avión ocurrió en este año en Perth, cuando 20.000 personas llegaron a las inmediaciones del aeropuerto de esa ciudad para ver y fotografiar la aeronaves.

Con todos estos precedentes, los aeropuertos del Estado de Sao Paulo y de Santiago se preparan para lo que será esta especial visita. La concesión del aeropuerto de Viracopos ha preparado una transmisión en vivo por la web para que los entusiastas de la aviación y cualquier persona pueda observar la operación del An225. En Guarulhos, se han organizado sesiones de fotografía para que los entusiastas puedan fotografiar la aeronave.

En Santiago, un trabajo conjunto entre el concesionario Nuevo Pudahuel, la Dirección General de Aeronáutica de Chile, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y Spotters Chile, permitirán que un número limitado de personas amantes de la aviación pueda ingresar a un sector especial del recinto aeroportuario, para que con total seguridad y tranquilidad, los entusiastas puedan dejar registro de la visita del An225 en Santiago. En el camino perimetral del aeropuerto, no está permitido estacionar por los bloqueos laterales del camino y por los controles que realizará Carabineros de Chile en el lugar.

La realización de esta actividad en Santiago nace como parte de esfuerzo y trabajo intersectorial entre las autoridades aeronáuticas, del Estado, del propio aeropuerto y la comunidad organizada, además de otras entidades del mundo privado, las que están colaborando para que la seguridad de las operaciones aéreas como del aeropuerto y de los propios visitantes, no se vea comprometida. La intención es hacer de la ocasión un nuevo punto de encuentro que permita acercar la aviación a las personas y abrir nuevos espacios de integración.

Foto: E. Moura

El aeropuerto de Santiago ya vivió su primer encuentro aeronáutico de estas características, cuando en agosto pasado, Nuevo Pudahuel y Spotters Chile realizaron con el apoyo de DGAC, el primer encuentro de fotografía aeronáutica (Spotting Day) del país, evento en el que participaron más de 40 entusiastas de la aviación, incluyendo menores de edad con sus respectivos padres. Con el An225, esperan repetir la experiencia con más personas previa y debidamente acreditadas.

La ruta del An225 Mriya puede ser seguida por todos a través de la web. La página de seguimiento de vuelos Flightradar24 tiene publicado el itinerario actualizado del avión y permite a todos, seguir el progreso de cada una de las etapas del vuelo. Para rastrear a la aeronave, se puede utilizar el registro de esta (UR-82060), el tipo de avión (A225) o la señal de llamado (ADBXXXX, donde las tres primeras letras corresponden al identificador del operador y las X, al número de vuelo).

El An225 posee 84 metros de largo, 88,4 metros de envergadura y 18,1 metros de alto. Está equipado por seis motores turbofan ZMKD Progress D-18 con 229,5 Kg. de empuje. El alcance máximo del avión es de 2.600 millas náuticas o 4.000 kilómetros a máxima carga (253 toneladas) pero vacío puede recorrer más de 8.300 mn. o 15.400 Km. Con un peso máximo de despegue (MTOW) de 640.000 kilos, el decolaje lo consigue tras recorrer 3.500 metros. El apodo “Mriya” en ucraniano significa “sueño o inspiración” y fue asignado al avión por todo lo que el proyecto representaba, especialmente en torno al programa espacial de la ex Unión Soviética.