martes, 21 de junio de 2016

Air France enfrenta un nuevo conflicto con sindicatos por exigencias calificadas como “descabelladas” y un “irresponsable” nuevo llamado a huelga

Por Ricardo J. Delpiano

Air France A320 take off (Air France)
Foto: Air France
Turbulencias enfrenta por estos días Air France, aunque no son en alguna ruta aérea sino que en sus propias oficinas con el conflicto que mantiene con el Sindicato Nacional de Pilotos de Líneas Aéreas (SNPL), el cual exige compromisos inmediatos en cuanto a crecimiento de flota y plan de inversiones.

En un tenso clima, la principal compañía francesa ha señalado que lamenta un nuevo preaviso de huelga para los últimos días de junio y que ha sido presentado por el sindicato a pesar de la última reunión realizada por iniciativa de la junta directiva el pasado 17 de junio que tuvo como fin continuar con las conversaciones.

Además de demandar un aumento de la flota y una serie de inversiones en el corto-mediano plazo, el SNPL exige en su petitorio una mayor remuneración y un establecimiento de un sistema de toma de decisiones conjunto, aspectos que han sido calificados como “insólitos” por parte de Air France dado que no se aplica en ninguna parte del mundo y que es incompatible con el manejo responsable de un negocio, especialmente aquellos de alta sensibilidad como lo es el transporte aéreo.

Las exigencias han tomado por sorpresa a Air France-KLM por lo que han sido calificadas como “descabelladas” y dadas en unos plazos “insensatos” en el tiempo, sumado a la “incomprensión” considerando la continuación del diálogo. Para la compañía, las exigencias van en contra de los objetivos propuestos por el propio gremio, especialmente en los puntos asociados a la generación de crecimiento. “Este no se decreta, se construye a través de un diálogo equilibrado”, dice el holding.

En una declaración pública Air France condena “la actitud irresponsable e indiferente del SNPL de cara a todas las categorías de empleados de Air France, que cada día trabajan para brindar un mejor servicio a sus clientes y por la recuperación de la empresa”. Además, expresa que parte de las demandas exigidas (flota e inversiones) no pueden ser decididas en virtud de un ultimátum y ante la llegada de un nuevo CEO a Air France-KLM.

Entre los días 11 y 14 de junio, la compañía francesa tuvo que enfrentar un paro de sus pilotos y que si bien no tuvo impacto tan significativo, ya que sólo uno de cada cuatro pilotos la acató, consiguió generar pérdidas por 40 millones de euros y afectar a miles de pasajeros en toda la red. Estas pérdidas fueron comparadas “como superiores” al costo de adquisición de un avión de medio recorrido.

Air France ha visto un incremento de los conflictos laborales durante los últimos meses. Por un lado, está la falta de capacidad para llegar un acuerdo con sus sindicatos para continuar realizando ajustes en función al plan estratégico Perform 2020. Uno de los más cuestionados es el desarrollo de Transavia como mecanismo para hacer frente a la competencia de las aerolíneas de bajo costo y tarifas bajas (LCC) las que se han apropiado del mercado leisure europeo, proceso que no es aceptado del todo por los gremios principalmente por la reducción de beneficios y aumento de la carga laboral que esto conlleva.

Desde otra perspectiva, las huelgas que han afectado a la línea aérea se insertan dentro de las jornadas de protesta social que han tensionado a Francia durante las últimas semanas por el rechazo a la reforma laboral que propone el Gobierno de Francois Hollande y que desde marzo, han generado una serie de movimientos en el país. La última huelga de pilotos en Air France coincidió con la realizada por los sindicados de SNCF, transportista oficial de la Eurocopa 2016. Temiendo un incremento de los conflictos, los asesores de Hollande han aconsejado a las empresas participadas por el Estado ceder ante las demandas de los sindicalistas.

Con un escenario global más adverso, que en el caso de Air France está asociado al incremento de capacidad producto de una mayor competencia –como las que generan las aerolíneas del Medio Oriente- y la desaceleración de algunos mercados (como Brasil, Japón, África), un incremento de capacidad como el que exige el sindicato sin un estudio adecuado es una decisión que quiere evitarse a toda costa para no perjudicar los avances conseguidos con las reformas y ajustes del plan Perform 2020, que permitieron entregar números azules al cierre de 2015.

La dirección de Air France-KLM ha señalado que para este año 2016 el escenario se visualiza como incierto por la inestabilidad económica, los cambios geopolíticos y el exceso de capacidad que existe en muchas rutas. Por esto, el control estricto de la oferta (en términos de ASK) y el control de costos se vuelve como algo prioritario para todas las operaciones y unidades del grupo si se quiere conseguir que Perform 2020 cumpla su objetivo de volver a hacer rentable a una de las principales aerolíneas de Europa.

Las huelgas son una de las amenazas que enfrenta la industria del transporte aéreo en el mundo moderno, especialmente para aquellas compañías aéreas que están en situaciones complejas o viven procesos de transición con miras a la generación de un modelo de negocios sustentable en el tiempo que genere beneficios para accionistas y empleados.

2 comentarios:

Christian Jiménez dijo...

Según lo pintan, suena pretencioso lo que exigen los sindicatos. Tocaría examinar su posición en detalle.

Lo cierto es que si las empresas están en bolsa, sus prioridades cambian: Ya no quieren crecer sino que quieren ser rentables, así que dan más prioridad a repartir dividendos altos que a hacer inversiones financiadas con utilidades propias.

La preocupación de los sindicatos es genuina: Si la empresa busca rentabilidad, es probable que quiera recortarse en lugar de expandirse, y eso tiene efectos en los empleos de la gente sin lugar a dudas.

Anónimo dijo...

En todas partes se cuecen habas, para los que critican las huelgas de las empresas chilenas (sky y latam.