¿Por qué las líneas aéreas vuelven a Chile? En dos años han regresado cuatro operadores al aeropuerto de Santiago bajo un escenario auspicioso a futuro

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Air France-KLM

Entre el año 2014 y lo que va corrido del año 2016, cuatro líneas aéreas que mantenían servicios en el aeropuerto de Santiago han vuelto a operar. Cinco si se considera el reciente anuncio de British Airways de volver a volar a Chile con vuelos sin escalas desde Londres (LHR).

Primero fue la decisión de KLM a fines de 2013 de retomar en febrero de 2014, sus vuelos a Santiago. A mediados de ese año, le siguió la brasilera GOL, que luego de reestructurar sus operaciones y su modelo de negocios, volvió a aterrizar en Santiago. En diciembre de 2014, United también volvió aterrizar en Chile con vuelos diarios desde Houston (IAH), aportando una nueva ruta y un nuevo punto de entrada a los Estados Unidos para los chilenos. Si bien en 2015 no hubo ingreso de nuevas aerolíneas, si se conoció la oficialización de Alitalia de retomar sus vuelos a Chile. Ahora es British Airways, la encargada de continuar la tendencia la que podría continuar en los próximos años. Mientras tanto, Chile ya tiene a tres de cuatro compañías “perdidas” de vuelta en su territorio.

¿Por qué compañías aéreas que decidieron retirarse del mercado ahora están retornando? Como ocurre en muchos aspectos de la aviación, no existe una sola respuesta a esta interrogante y son varios factores que confluyen para dar un único resultado. El crecimiento económico, la consolidación de las compañías y el fortalecimiento de sus modelos de negocios, el ingreso de nuevas aeronaves y una gestión colaborativa al interior de la industria, son algunas razones que explican esta tendencia en Chile.

La economía

Son varios factores que se consideran al momento de evaluar una nueva ruta y decidir su operación. El tema económico es sin dudas el principal, dado que es fundamental para asegurar la demanda y con esto, construir o garantizar la sostenibilidad de la operación en el tiempo. Las líneas aéreas si bien son catalizadores de la economía necesitan del crecimiento de esta para poder funcionar.

Prácticamente, sin crecimiento económico es difícil que las compañías aéreas puedan crecer o lanzar nuevos servicios, siendo un ejemplo reciente, el caso que actualmente afecta a Brasil, que con su crisis económica ha visto reducido el número de frecuencias de parte de varias aerolíneas.

Foto: Ricardo J. Delpiano

Más allá de los ciclos económicos, Chile ha venido registrando un crecimiento sostenido de su economía. Según datos del Banco Central, el Producto Interno Bruto (PIB) ha registrado un crecimiento que fluctúa entre el 1,6% y sobre el 5,0%, siendo el periodo de mayor incremento el registrado entre los años 2010 y 2013. El Banco Mundial establece un crecimiento promedio de 1,9% para el periodo 2011-2015. Consultado en 2013, Fabio Andaloro, gerente general del holding franco-holandés en Chile, indicó que el desarrollo de Air France y el regreso de KLM se enmarcaba dentro una respuesta al crecimiento económico que se venía registrando en Chile y a sus buenas proyecciones.

A mayor crecimiento de la economía, mayor poder de consumo de la población. Esto traduce en mayores posibilidades de que los habitantes utilicen el avión como medio de transporte. Si las facilidades aumentan por los modelos de negocios que impulsan las compañías aéreas a través de menores precios como por los mecanismos de pago (uso del crédito, por ejemplo), las probabilidades de utilizar el avión crecen significativamente. La actualidad es un claro reflejo con empresarios, obreros, familiares, turistas y todo tipo de personas o estratos sociales, utilizando los servicios aéreos en una verdadera democratización del transporte aéreo.

La consolidación de la industria y el fortalecimiento de los negocios

Los cambios geopolíticos y del mercado en los últimos 15 años han provocado una reorganización de la industria. Nuevos acuerdos comerciales, alianzas, adquisiciones, fusiones y ahora joint ventures entre dos o más líneas aéreas están contribuyendo a consolidar la aviación creando empresas más grandes y más fortalecidas ante los ciclos económicos y las nuevas amenazas al sistema internacional. Al ser empresas más grandes reciben un mayor inyección de capitales lo que contribuye a realizar inversiones para expandir los servicios.

Adicionalmente y como consecuencia directa de los cambios en el mundo, las aerolíneas han pasado por un proceso de aprendizaje en sus modelos de negocios, focalizándose en obtener la mayor eficiencia posible con miras a garantizar la rentabilidad en el tiempo. Las aerolíneas supieron aceptar, competir, aprender e incluso colaborar, con la explosión de líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC), adecuando su oferta para competir de mejorar manera o innovando, creando por ejemplo, los modelos híbridos. Ahora, también están aprendiendo la competencia que significa con las aerolíneas globales y la conformación de bloques comerciales en distintas regiones o mercados.

En este proceso, la mayor utilización del modelo hub es uno de los factores que ha impulsado el regreso de aerolíneas en Chile. Todas las aerolíneas que han retornado, a excepción de GOL, utilizan el modelo hub como eje de sus operaciones, por los beneficios que genera. KLM en Ámsterdam, United en Houston (IAH), Alitalia en Roma y British Airways en Londres (LHR).

A través de los centros de conexiones las aerolíneas pueden disminuir sus costos de operación ya que alimentan una ruta desde varios puntos, eliminando en cierta forma la dependencia de los mercados locales para el éxito de la ruta. Sin la implementación de este modelo, las ciudades con pequeños volúmenes de pasajeros no justificarían un enlace o obligarían a la compañía a realizar la operación con un escala intermedia, lo que contribuye a aumentar los costos del vuelo y por lo tanto, menores incentivos a operar. Con más pasajeros en una ruta, se utilizan aviones de mayor capacidad y/o más frecuencias, disminuyendo los costos por asiento (CASK), aumentando la disponibilidad de asientos por viaje que se traducen en precios más accesibles para la población.

La incorporación de nuevas aeronaves

Los nuevos aviones que están desarrollando los fabricantes están abriendo una nueva era en el transporte aéreo. Aviones con capacidades para hacer vuelos más largos y transportar a más personas, con economías significativas especialmente en consumo de combustible entre un 20%-25% en comparación a equipos más antiguos, posibilitan operar rutas a menores costos y unir nuevos pares de ciudades con más pasajeros viajando.

Foto: Simón Abufarhue

En los vuelos de larga distancia, aviones como el Airbus A350 o el Boeing B787 Dreamliner están siendo protagonistas de esa realidad. Muchas de las nuevas rutas a desarrollar a futuro, sea con Chile como a nivel mundial, está marcada por el ingreso de nuevos aviones. El ejemplo de British Airways es el más claro al utilizar el B787-9, pero también lo es el probable futuro ingreso del A350 en Iberia en la ruta Madrid – Santiago, o el rol que pueda tener el B787-9 en KLM para eventual vuelos sin escalas a Ámsterdam.

Por ejemplo, Andaloro indicaba en 2013, que el plan a futuro es que tanto Air France como KLM tengan cada una vuelos diarios sin escalas a París y Ámsterdam, respectivamente. “Por la enorme distancia que existe, la operación hacia Chile con los actuales B777 es algo limitada. A partir de 2015, Air France-KLM va a comenzar a recibir sus nuevos aviones como los Airbus A350XWB y Boeing 787-9, los cuales tienen un mayor alcance, lo que abre oportunidades a futuro”, dijo.

Todas las líneas aéreas que han vuelto a operar o tienen planes de hacerlo, tienen planes de modernizar su flotas recibiendo más eficientes como el A350 o el B787 en largo alcance o las versiones A320neo y B737 MAX para rutas de corto y medio radio. United operó este verano con B787-9 abriendo más capacidad para volar a los Estados Unidos a través de Houston (IAH), hecho que podría repetirse la próxima temporada. Emirates o Qatar, eventuales candidatos en el medio/largo plazo, también poseen pedidos importantes por aviones de nuevas generaciones, abriendo nuevas oportunidades de conectividad.

Una gestión colaborativa

La aviación es una industria de cooperación y coordinación permanente. Por la cantidad de actores que intervienen la colaboración es esencial para continuar desarrollar la industria y estimularla, especialmente cuando los escenarios son menos favorables.

La llegada de Nuevo Pudahuel a la concesión del aeropuerto de Santiago ha marcado un punto de inflexión en el desarrollo del transporte aéreo en Chile. Por primera vez en su historia reciente, el aeropuerto está saliendo al mundo a contactar a las aerolíneas para que se entusiasmen en operar en Santiago. En los pocos meses que llevan a cargo de la administración del principal terminal aéreo, es común ver a ejecutivos de Nuevo Pudahuel presentes en ferias de aviación y sostener reuniones con distintas líneas aéreas.

Foto: Alejandro Ruiz

Al asumir la concesión, Nuevo Pudahuel indicó que quiere hacer de Santiago el mejor aeropuerto de Sudamérica y para ello, entre sus propuestas destaca el desarrollo del tráfico aéreo con más aerolíneas operando en Santiago y una colaboración intersectorial con los operadores y las autoridades.

Un "arsenal de herramientas" que incluyen presentaciones con las ventajas de invertir en Chile y una coordinación con las autoridades de Gobierno, son parte de las estrategias de un necesario marketing aeroportuario que debió implementarse en Chile desde mucho tiempo, de la misma forma como Brasil, Colombia, Panamá y Perú, lo han venido haciendo de una manera exitosa.

British Airways es el primer resultado tangible de la gestión del concesionario por atraer nuevas compañías aéreas al país. Si bien la aerolínea británica tenía entre sus planes volver a Santiago desde 2012, el hecho que ocurra en este momento responde al trabajo coordinado. En un comunicado, Nuevo Pudahuel indica que “tras un trabajo conjunto, el concesionario del aeropuerto y la Subsecretaría de Turismo concretizan su plan de desarrollo de la conectividad del aeropuerto de Santiago fortaleciendo las líneas aéreas existentes y potenciando la llegada de nuevos operadores al país".

“La llegada de British Airways con una ruta directa a uno de los aeropuertos más importantes de la Unión Europea nos llena de orgullo porque aumentamos de casi 20% la capacidad ofrecida. Más posibilidades de conexiones directas para nuestros clientes, significa no sólo más comodidad sino que un incentivo nuevo para viajar”, indica Nicolás Claude, gerente general del concesionario.

Nuevo Pudahuel tiene ocho meses administrando el aeropuerto. Todavía le restan 19 años y cuatro meses a cargo de la concesión. Considerando los factores mencionados, sumado al hecho de que Chile es el país donde más viajes per cápita se registran en la región (un viaje en avión por cada habitante) y la proyección auspiciosa del tráfico de largo alcance, son altas las posibilidades de éxito. A las intenciones de Turkish Airlines, ya hay otras aerolíneas de la región como de fuera interesadas en volar a Santiago. 

Según cifras de Airbus, en los próximos 20 años el tráfico aéreo de Chile crecerá en promedio un 5,4% por año. Si la economía crece más, este valor podría triplicarse. En el periodo 2014-2034, se proyecta un crecimiento en sus cuotas de tráfico (por oferta/demanda) de 5,1% con Norteamérica, 4,7% con Europa, 6,4% con África, 9,1% con el Medio Oriente y 6,9% con Asia-Pacífico.