Estados Unidos y México liberalizan sus cielos para permitir un incremento significativo de los viajes aéreos entre ambos países

Por Ricardo J. Delpiano 

Foto: Alejandro Ruiz

Lo que hace unos años atrás era considerado una posibilidad lejana, hoy 18 de diciembre se vuelve una realidad. Los Estados Unidos y México firmaron el Acuerdo de Cielos Abiertos mediante el cual ambos países amplían las opciones de viajes con más frecuencias y libertad de rutas en los dos territorios.

“Este acuerdo histórico con uno de los mayores socios aeronáuticos incrementará significativamente el flujo comercial y los viajes entre los Estados Unidos y México”, dijeron el secretario de Estado, John Kerry y el secretario de Transporte de los Estados Unidos, Anthony Foxx.

El acuerdo aéreo representa un paso fundamental hacia la liberalización aérea en la región, concepto cada vez más aceptado por los países como el mecanismo más apropiado para incentivar el transporte aéreo y con ello, generar mayores beneficios económicos y sociales que aporten desarrollo a los países como resultado del efecto multiplicador de la aviación.

Con los Cielos Abiertos entre los Estados Unidos y México, las líneas aéreas de ambos países podrán incrementar frecuencias en los actuales servicios o lanzar nuevos vuelos entre más pares de ciudades. Operadores aéreos, aeropuertos, viajeros como las comunidades locales se verán beneficiados.

Si bien el acuerdo debe ser ratificado por México, se espera que en el corto plazo las aerolíneas podrán contar acceder a las nuevas frecuencias que no podían aspirar debido a las restricciones vigentes hasta la fecha. En esa línea, el tráfico aéreo transfronterizo será uno de los mayores beneficiados beneficiando al flujo de pasajeros étnico y migrante existente lo que puede representar un catalizador significativo para los viajes aéreos.

Los Cielos Abiertos pavimentan el camino a la construcción del joint venture entre Aeroméxico y Delta, compañías que debieran ser las primeras beneficiadas. Está operación valorada en  US$ 1,5 mil millones permitirá a las dos firmas desarrollar una red de rutas más eficiente, ampliando las actuales operaciones y mejorando la conectividad con los principales centros de negocios, además de trabajar conjuntamente para optimizar sus operaciones en los aeropuertos, invertir en infraestructura, al mismo tiempo de colaborar en actividades comerciales y alinear tarifas. Además Delta pretende incrementar su participación en la firma azteca hasta el 49%.

A diferencia de años anteriores, las aerolíneas mexicanas llegan más fortalecidas con modelos de negocios claros y exitosos que se alinean con las tendencias de la aviación mundial en función de un negocio sostenible. Además de Aeroméxico, compañías como Interjet, Volaris y VivaAerobus podrán ampliar sus horizontes y negocios. Uno de los casos que puede verse también favorecido es el de Interjet, dado los acercamientos que está teniendo con otras aerolíneas vinculadas principalmente a la alianza oneworld.

Desde los Estados Unidos, no se esperan mayores cambios en lo que operadores se refiere dado que un número importante de estos ya poseen una presencia directa o indirecta en los distintos Estados mexicanos.

México es el principal mercado en Latinoamérica de los Estados Unidos y según Delta, está gozando de una mejor situación económica que los países del sur, hecho que se manifiesta en un crecimiento de 20% en el tráfico entre fronteras en ambos sentidos en un 20%.

Considerando la expansión que las aerolíneas mexicanas están teniendo en la región, especialmente en Centro y Sudamérica, el acuerdo firmado también tendrá un impacto positivo en terceros países. Una vez que entre en vigencia y las compañías aéreas comiencen a aumentar sus servicios aéreos, los pasajeros verán incrementadas sus opciones de viaje gracias a una mayor competencia y capacidad a elección.