Qantas podría ejercer sus opciones por B787-9 para potenciar rutas internacionales y reemplazar a algunos B747-400

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: S.Blaise

En su intervención realizada durante el Encuentro de Aviación de Australia y el Pacífico, organizado por el Centre for Aviation (CAPA Australia Pacific Aviation Summit 2015), Alan Joyce, CEO de Qantas, señaló que su compañía estudia ejercer algunas de las opciones que posee por el Boeing 787-9 en el corto plazo con el fin de dar sustento a la expansión internacional y adecuar la capacidad en algunas rutas.

Qantas está observando un escenario más favorable para sus negocios domésticos e internacional como consecuencia de un aumento del turismo hacia Australia. No obstante, la aerolínea espera avanzar con un ritmo más cauto manteniendo un control disciplinado de la capacidad (ASK) y evitar así, un exceso de oferta considerando escenarios futuros desfavorables y una mayor competencia. Por lo mismo, Qantas continua privilegiando el uso de sus aviones de capacidad media en rutas internacionales como ocurre actualmente con los Airbus A330 (-200/-300).

Siguiendo esos lineamientos, Joyce indicó que el B787-9 “es un gran avión de reemplazo para algunos B747” y que su compañía podría adquirir algunos ejemplares a principios de 2017. El plan es poder retirar a los aviones “Jumbo” más antiguos y colocar a los nuevos Dreamliners en algunas rutas de larga distancia, especialmente en aquellas que presentan comportamiento de demandas más sensibles o aquellas que por distancia, obligan a los B747-400 a operar con restricciones en la carga de pago, haciendo ineficiente la operación. “Estamos trabajando por una economía de cada ruta como por una economía de la red”, dijo el directivo.

Qantas ha evaluado también la opción del Airbus A350 pero por ahora ha descartado planes de integrarlo a la flota. “Encontramos que el B787-9 es un mejor avión para nosotros en los mercados y redes que estamos hablando”, dijo Joyce, quien también calificó que el recientes acuerdo con los pilotos para operar el B787-9 “es el paso más grande en la dirección correcta”.

Tras retrasar y reducir los planes de crecimiento internacional para privilegiar la reorganización de la compañía, Qantas había indicado en enero de 2015 la posibilidad de ejercer las opciones que mantiene por B787-9 a partir de 2017 para fortalecer el negocio internacional con una operación sustentada en aviones bimotores de larga distancia y altamente eficiente. En esa ocasión, se informó que la compañía debía tomar una decisión en el corto plazo con el fin de mantener los slots de construcción por los primeros aviones.

Según el plan de flota, Qantas ha seleccionado al B787 como el avión adecuado para llevar a cabo el programa de renovación de flota a nivel doméstico e internacional. Qantas Group posee 50 opciones y derechos por B787-9, además de los B787-8 que ha comenzado a recibir desde 2013 y que hoy opera Jetstar.

El B787-9 ofrece a la aerolínea operar rutas de ultra largo alcance sin recurrir a las restricciones en la carga de pago que la distancia obliga a imponer a los B747-400, especialmente a aquellos aviones equipados con motores Rolls Royce y que en algunos casos, también ha afectado a la versión -400ER. Lo anterior, además de los ahorros en el consumo de combustible que el avión proporciona por su avanzada tecnología.

Rutas como Dallas Ft. Worth fueron algunas afectadas por esta situación y en caso de meteorología adversa o por vientos, obligaron a realizar paradas intermedias para cargar combustible adicional para completar el servicio, situación que representó una merma en la operación y en el producto ofrecido. En Santiago, la utilización de B747-400 con menores prestaciones también ha llevado a efectuar restricciones para asegurar la operación sin escalas hacia Sydney.

En los últimos años, Qantas ha acelerado el retiro de sus B747 como parte del ajuste de capacidad y las necesidades de renovación de flota. Actualmente, mantiene en servicio cinco B747-400 y seis B747-400ER. La falta de aviones de larga distancia es una limitante para continuar aumentando frecuencias en aquellas rutas señaladas por la compañía como ejes para su expansión internacional.