Por Ricardo J. Delpiano
Foto: American Airlines |
A partir del próximo 17 de diciembre, American Airlines comenzará a operar un vuelo diario y sin escalas entre Los Ángeles y Sydney. Tres días después, Qantas iniciará una nueva ruta desde Sydney hasta San Francisco, comenzando en días de alta demanda para luego incrementarse a seis veces por semana en enero de 2016.
Los nuevos vuelos estarán sujetos a las aprobaciones respectivas por parte de las autoridades de Australia y Estados Unidos, ya que estas dos rutas representan una evolución de la cooperación entre American Airlines y Qantas, con reparto de ingresos y otros acuerdos para proveer servicios al cliente de manera ininterrumpida entre Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda.
Con el reforzamiento de esta alianza, ambas aerolíneas explorarán oportunidades para futuro crecimiento en las rutas transpacíficas que actualmente no están siendo atendidos por ninguna compañía.
"Qantas ha sido un socio fantástico a través de nuestra relación en oneworld y de negocio conjunto, y fortalecer esos lazos nos ha proporcionado una base sólida para introducir los vuelos operados por American a la región australiana”, dice Doug Parker, presidente del directorio y CEO de American Airlines. “Nuestros clientes nos han pedido que nos expandamos a destinos importantes de negocios a través del Pacífico, y volar nuestra aeronave insignia, el Boeing 777-300ER, a Sydney, proporcionará otra experiencia de viaje de clase mundial desde nuestro puerto de salida clave en Los Ángeles”.
Alan Joyce, CEO de Qantas Group, destaca la relación colaborativa con American Airlines la que se ha extendido por más de 20 años. “Estamos entusiasmados de llevar la alianza a un nuevo nivel y expandir nuestros servicios a nuevos destinos, incluyendo San Francisco –el mayor destino corporativo directo sin servicio de Australia”.
Junto con anunciar la ruta, el máximo representante de Qantas señala también el fuerte crecimiento en el número de visitantes a Australia, atribuido en parte a las políticas de alianzas que la compañía ha realizado con distintos operadores estratégicos a nivel global. En América, estos son representados por los acuerdos con American Airlines para el mercado de Estados Unidos y LATAM Airlines para brindar conectividad a toda Sudamérica. Por consiguiente y como respuesta al fortalecimiento de la cooperación, la aerolínea australia espera un aumento de pasajeros desde Estados Unidos la que ayudará a mejorar los resultados de la red doméstica e internacional en el Pacífico Sur.
Qantas y American Airlines realizan una evaluación positiva de su alianza a través de la cual entregan una oferta superior a todos sus pasajeros y clientes, brindando conectividad a una mayor cantidad de destinos a través de múltiples puertos de entrada. Por ejemplo, en Norteamérica los pasajeros acceden a más de 150 destinos en Norteamérica a través de los hubs de Dallas Ft. Worth, Los Ángeles y San Francisco. Entre los servicios, se incluye los vuelos costa-costa desde Nueva York (JFK) a Los Ángeles y San Francisco, los que ahora se realizan en los nuevos Airbus A321 de American configurados para vuelos transcontinentales. Sólo desde Los Ángeles, los clientes pueden conectar a 50 ciudades incluyendo los nuevos servicios a Atlanta, Belice, Edmonton, Guadalajara, San Antonio, Tampa y Vancouver. En Australia, los pasajeros acceden a 60 destinos en ese país y en Nueva Zelanda, accesibles desde las distintas rutas transpacíficas de Qantas.
American volará a Sydney en los nuevos Boeing 777-300ER configurado con tres clases de servicios, incluyendo el nuevo producto Main Cabin Extra. Por su parte, Qantas utilizará en sus vuelos a San Francisco sus B747-400 reconfigurados con los mismos interiores que los Airbus A380.
La incursión de American Airlines en el mercado australiano llega tarde en comparación a sus competidoras más directas (United, Delta) pero muy fortalecida con una compañía en completa renovación luego de su fusión con US Airways y con una alianza colaborativa que le permite generar sinergias con beneficio para los clientes como para los pasajeros.
Una de las novedades que destaca del anuncio es la futura operación a Nueva Zelanda, lo que supondrá el fin de la exclusividad de las operaciones que hoy realizan por parte de Air New Zealand y United, anticipando desde ya una fuerte competencia.
El joint venture entre American y Qantas constituye una muestra clara de los nuevos mecanismos de cooperación que las líneas aéreas están realizando para fortalecer su operación y explorar mecanismos de desarrollo sustentable hacia el futuro. Esta tendencia se incrementará en los próximos años, por lo que la aprobación de estos mecanismos de cooperación así como de otras alianzas –códigos compartidos, por ejemplo-, necesitan contar con el visto bueno de las autoridades con el fin de proporcionar la conectividad que demandan los pasajeros, mismas que contribuyen a construir desarrollo para los países.
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