jueves, 5 de febrero de 2015

Nuevo Pudahuel señala el potencial del Aeropuerto de Santiago como centro de conexiones intercontinentales

Por Ricardo J. Delpiano

Pasajeros embarque con viajero asiático (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
En el marco de la adjudicación de la concesión del aeropuerto Arturo Merino Benítez, el grupo Nuevo Pudahuel integrado por Aéroports de Paris (45%), Vinci Airports (40%) y Astaldi (15%), señala que el principal terminal aéreo de Chile tiene el potencial de convertirse en un centro de conexiones, principalmente de carácter intercontinental.

En la visión de Augustin de Romanet, presidente y CEO de Aéroports de Paris, “Santiago representa uno de los hubs de desarrollo más dinámicos en la región con un promedio de crecimiento en tráfico de pasajeros cercano al 10% en los últimos veinte años”. El máximo ejecutivo de la firma francesa agrega además que el potencial de crecimiento que tiene el aeropuerto junto con la creación de nuevas rutas le permitirá transformarse en la principal conexión entre Latinoamérica y Europa, Estados Unidos y Asia.

A pesar de su evolución como terminal aéreo y el crecimiento de la economía chilena, en los últimos años Arturo Merino Benítez ha visto amenazada su posición y ha perdido relevancia a nivel regional por el surgimiento de otros hubs como Lima, Bogotá o Panamá y una política de cooperación más estrecha e integrado entre los respectivos Gobiernos y el sistema aeronáutico de cada país. A diferencia de otras ciudades, Santiago tampoco ha conseguido explotar su potencial y pese a los esfuerzos desplegados, mantiene todavía una promoción internacional baja.

Hasta ahora, las líneas aéreas han sido las principales impulsoras de desarrollar Santiago como centro de conexiones. El caso más evidente es el trabajo que está realizando LATAM Airlines y Qantas por ejemplo, para explotar la capital chilena como una puerta natural a Sudamérica para todos los viajeros que vienen desde Asia y Oceanía.

El aeropuerto junto a la labor de las compañías aéreas puede transformarse en un catalizador de tráfico para beneficiar una gran cantidad de sectores como el turismo, el desarrollo de nuevos negocios, las comunicaciones, el propio Estado, sin dejar de mencionar además los beneficios innumerables beneficios sociales directos e indirectos que genera la aviación en un país.

Para conseguir ese objetivo, el aeropuerto debe funcionar con una mirada de cooperación y coordinación con las compañías y con las distintas entidades del Estado que intervienen en el sistema aeronáutico, las que además deben generar políticas públicas favorables. La falla o ausencia de alguna puede generar consecuencias que afecten las metas planteadas.

Desarrollar, promocionar y administrar la idea de Santiago como un centro de conexiones es uno de los desafíos principales a atender bajo la nueva gestión que se inicia el 1° de octubre de 2015, además del desarrollo de la obra presentada en el anteproyecto referencial.

El nuevo contrato de concesión considera los siguientes objetivos:
  • Renovación de las instalaciones actuales, incluyendo el rediseño y ampliación del actual terminal. 
  • Financiamiento, diseño y construcción de un nuevo terminal de 175 mil metros cuadrados, que permitirá aumentar la capacidad en 30 millones de pasajeros, con la posibilidad de crecer sobre los 45 millones. 
  • Operación y desarrollo comercial durante el periodo de la concesión (20 años) de las principales infraestructuras: terminales existentes y próximos terminales, estacionamientos y desarrollos inmobiliarios.
Los trabajos de construcción serán realizados por Astaldi y VINCI Construction Grands Projects en una proporción equitativa (50% y 50%).

El consorcio Nuevo Pudahuel obtuvo en el proceso de licitación la calificación más alta en la propuesta técnica y presentó la mejor oferta económica para el Estado (77,56% del total de los ingresos que se generen).

SCL overview (Luis Peredó, Alfonso Gimenez)
Foto: Luis Peredo
“Ganar la concesión del aeropuerto internacional de Chile, representa un gran triunfo para nuestra compañía, pero también constituye un orgullo para el grupo VINCI ganar, junto con Aéroports de Paris, nuestra primera oferta común. Con Aéroports de Paris y Astaldi trabajamos mucho para incorporar mejoras desde el punto de vista de los usuarios y las autoridades”, comenta Xavier Huillard, presidente y CEO de Vinci.

“Tenemos las más altas expectativas para dotar a AMB de grandes estándares de calidad, y este proyecto nos permitirá reforzar nuestra estrategia en Sudamérica. Nuestro objetivo, junto a nuestros socios Aéroports de Paris, será gestionar el tráfico de pasajeros sin descuidar la calidad de servicio acorde a las exigencias de la industria a nivel internacional”, puntualiza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seria bueno que ADP y Vinci expliquen como con una oferta temeraria con un 10% sobre el competidor que le seguirá serán capaces de construir y mantener un nivel de servicio.???

La diferencia de 10% equivale a 100 millones de dólares para el concesionario después de pagarle al Estado.

@cushini dijo...

Me encanta la idea, y me encanta como la plantean; suena simplemente espectacular, y en mi cabeza resuena un 'por fin', en cuanto al posicionamiento global que debe tener SCL, con los beneficios que eso trae para toda la aviación nacional.

Pero me tomo estas palabras con calma, es bastante positivo que se planteen estas necesidades e intenciones por parte del consorcio que se adjudicó la concesión; pero también suena a como se presentan los futbolistas cuando llegan a un nuevo equipo: todos tienen remate de larga distancia, buen cabezazo, proyecciones por las bandas, saben defender y pueden jugar en cualquier posición, pero...

En fin, sigo contento por quien se adjudicó la concesión, sigo creyendo que era la mejor opción, sobre todo por la experiencia que tiene el grupo, y por los aeropuertos que actualmente administra,