Por Ricardo J. Delpiano
La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) aprobó ayer el plan de mitigación presentado por Boeing en febrero pasado sobre el rediseño de las baterías de ion-litio del B787 Dreamliner. La decisión representa la primera etapa para la recertificación del avión y la vuelta al servicio regular tras la paralización que rige desde mediados de enero. Sin embargo, la Autoridad Aérea ha indicado que todavía no hay una fecha exacta cuándo el Dreamliner podrá volver a volar, señalando al fabricante que deberá conducir exhaustivas pruebas y análisis que permitan demostrar la seguridad de los componentes.
La FAA aprobó el plan de Boeing para modificar el diseño de las baterías de ion-litio. Sin embargo, no hay fecha aún respecto a la reanudación de vuelos comerciales con B787. Foto: Ricardo J. Delpiano-Vortexx
“No permitiremos que el avión vuelva al servicio si no estamos de acuerdo con el nuevo diseño que asegure la seguridad de la aeronave y de sus pasajeros”, indicó el Secretario de Transporte (DoT) Ray LaHood. Por su parte, el Administrador de la FAA, Michael Huerta precisó que “estamos confiados que el plan que aprobamos incluye todos los elementos adecuados para llevar a cabo una comprensiva evaluación del rediseño de las baterías”.
El proceso de certificación del plan de Boeing requerirá una serie de pruebas, la cuales deberán ser validadas antes de que el avión vuelva al servicio comercial. El plan presentado incluye criterios establecidos de aprobación/rechazo y distintos parámetros que deberán ser medidos en todo momento. Como se indicó el día de ayer en el proceso de gestión de cambio de diseño, la FAA podrá estar presente durante las pruebas, con el fin de observar pruebas y analizar que la información / resultados cumplan las exigencias regulatorias vigentes.
Cabe recordar que los procesos de certificación de los aviones son realizados por los propios fabricantes con personal calificado por la FAA dentro del programa de auto-vigilancia, aspecto que ha llevado a críticas y cuestionamientos tras los incidentes del Dreamliner. En el plano político, la Autoridad Aérea de los Estados Unidos busca ser más cauta que en la primera certificación, por lo que no ha querido precisar la extensión en el tiempo de las pruebas, con el fin de evitar nuevos cuestionamientos. Paralelamente, la Agencia de Seguridad en el Transporte (NTSB), señaló que en abril realizará audiencias sobre el incidente del B787 de JAL en Boston, cuyos informes serán claves para el proceso de recertificación, pudiendo incrementar la presión tanto en Boeing y principalmente en la FAA.
La propuesta de Boeing para las baterías de ion-litio, consiste en colocar un aislamiento de cerámica entre las celdas de la batería, el cual permitiría contener el fuego y humo evitando que se expanda hacia las otras. Adicionalmente, propone la construcción de una caja de acero inoxidable más grande con un tubo de ventilación capaz de contener el fuego y expulsar el humo fuera del avión. A lo anterior, se agrega también, cambios en el cableado y un mejor sistema de monitoreo de las baterías, permitiendo que los pilotos posean mayor información sobre estas antes del despegue, durante el vuelo y después del aterrizaje.
Boeing utilizará dos aviones para realizar las pruebas: el ZA005 (LN5) y el ZA272 (LN86), este último destinado a LOT Polish Airlines. Informaciones desde Everett señalan que los vuelos podrían comenzar esta misma semana.
Imagen donde se muestra las modificaciones propuestas por Boeing para las baterías de ion-litio. Foto: Boeing
Para las aerolíneas que utilizan el B787, los anuncios no representan cambio alguno en el escenario para sus operaciones, ya que se mantiene en incertidumbre la fecha de reanudación de los vuelos y por el desconocimiento de los trabajos que las aerolíneas deberán hacer en los B787 que actualmente disponen.
Todos los operadores del B787 han ido reprogramando los itinerarios del avión mes a mes en espera de novedades, aunque en las últimas semanas muchos desprogramaron el avión durante varios meses. ANA, por ejemplo, lo desprogramó hasta fines de mayo, LAN hasta junio, United hasta julio y LOT hasta octubre). Sólo Air India había mostrado intenciones de volver a operar el B787 en vuelos comerciales entre Nueva Delhi y Londres-Heathrow a partir de abril, pero en los últimos días dio marcha atrás en su postura manteniendo desprogramado el avión.
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