Decisión de dejar en tierra los B787 de LAN no afectará operaciones de la compañía

Por Ricardo J. Delpiano 

Siguiendo las recomendaciones de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), a última hora de ayer, LAN Airlines en coordinación con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC Chile), decidieron suspender temporalmente todas las operaciones con aviones Boeing 787-8 Dreamliner. Al igual que en Japón, Estados Unidos, India y Qatar, la decisión tiene un carácter indefinido hasta que se resuelva los inconvenientes, causados principalmente por fallas en la batería de litio.

Hasta el día de ayer, LAN mantenía en servicio sus tres B787-8 en algunas frecuencias desde Santiago a Buenos Aires y Lima, junto con la Santiago-Los Ángeles tres veces por semana inaugurada los primeros días de enero. Si bien la compañía no había reportado incidentes similares a los registrados por los equipos de ANA y JAL, había experimentado algunos problemas relacionados con fallas eléctricas y sistemas de enfriamiento, indicando además que el B787 tenían una tasa de fiabilidad más baja que los otros aviones de la flota.

 La paralización temporal de la flota B787 tendrá un impacto menor en las operaciones de la compañía, al menos inicialmente. Foto: Ricardo J. Delpiano-Vortexx

Tomando en cuenta los últimos incidentes registrados y ante las decisiones de la Autoridad Aeronáutica, la aerolínea nacional ha optado seguir las medidas preventivas, “reforzando así su compromiso con los más altos estándares de seguridad, un valor intransable para LAN”, según indicó la declaración oficial de la compañía.

La compañía ha señalado que aquellos vuelos que realizaba el Dreamliner pasarán a ser operados por otros aviones de la flota, con el objetivo de mitigar el impacto que esta situación pueda ocasionar a los pasajeros y clientes, especialmente durante la temporada alta.

De esta forma, las operaciones serán asumidas principalmente por los B767-300ER, avión que por su capacidad y prestaciones, constituye el reemplazo más acorde al Dreamliner. LAN posee dos configuraciones para sus B767-300ER: una con capacidad para 221 pasajeros (30J/191Y) y otra de mayor densidad para 238 plazas (18J/220Y). Considerando que el B787-8 está configurado para 247 pasajeros (30J/217Y), el cambio de material no supondrá problemas mayores para la compañía a la hora de reubicar a los pasajeros.

Del mismo modo, por el tipo de operaciones que los B787-8 realizaban hasta la fecha el cambio de material no afectará mayormente los vuelos de la compañía, tanto en lo que se refiere a la ruta misma como a la capacidad de carga de pago utilizada en cada una de ellas. Del mismo modo, tras la llegada del B787-8, la aerolínea no realizó retiro de material B767-300ER, sino por el contrario incrementó el número de unidades como consecuencia de las últimas entregas. Por lo anterior, se considera que el impacto inicial que tendrá la salida del Dreamliner será menor en las operaciones de LAN.

Como todo orden de cosas, el impacto real va a depender de la vigencia de la medida adoptada por la FAA y otras Autoridades Aeronáuticas, así como la capacidad del fabricante para dar solución a los inconvenientes registrados.

Para el mes de abril, LAN tiene programado comenzar los vuelos a Europa (Madrid) con B787-8 en reemplazo de los Airbus A340-300, aviones que están bajo plan de retiro, de acuerdo al último plan de flota presentado. Si la suspensión de vuelos del Dreamliner se extiende más allá del 31 de marzo, la compañía se verá forzada –nuevamente- a retrasar el retiro del A340-300 con el fin de mantener los servicios en una de las rutas emblemáticas de la compañía. De confirmarse este escenario, es posible que la medida de suspender temporalmente el tramo Madrid-Frankfurt-Madrid a partir de abril quede sin efecto, manteniendo así, la regularidad de la ruta.

Desde Alemania se informó que la suspensión del tramo a Frankfurt entre abril y junio, se debía a que la compañía efectuaría chequeos al B787 en Madrid durante los primeros meses de operación, lo que retrasaría el tiempo de turn around de la aeronave, impidiendo de esta forma, la operación del siguiente tramo de la ruta.

Considerando que la fecha los servicios con Dreamliner son específicos, tanto en LAN como en otras compañías, el impacto de la paralización es reducido, ya que las aerolíneas están recurriendo a material de similares prestaciones y capacidad para compensar sus operaciones. Sin embargo, mientras Boeing no demuestre que las baterías de litio son seguras y en la medida que no se registren nuevos inconvenientes, el programa B787 Dreamliner ingresa a un territorio incierto complicando los planes de muchas líneas aéreas que han confiado en este avión.

LAN tiene un pedido por 32 B787 Dreamliner, de los cuales 22 corresponden al modelo B787-8 y al 10 B787-9. Por las prestaciones de cada ejemplar, la serie de -8 está destinada a ser el reemplazo natural del B767-300ER, mientras que el B787-9 será el del A340-300. A la fecha, LAN posee tres B787-8 en su flota y este año esperaba sumar otros dos aviones de este modelo, mientras que para 2015 se prevé la llegada de los primeros B787-9. La incorporación de este último modelo, permitirá a la compañía completar el retiro de la flota A340, iniciado en diciembre pasado y que para fines de este año planea dejar sólo dos equipos en exclusividad de la ruta Santiago-Auckland-Sydney, por la actual restricción operativa (ETOPS) que los aviones bimotores poseen, a excepción del B777-300ER.