Foto: S.Blaise |
Según estableció la resolución n°933 de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) con firma del 1°de diciembre 2011, se dispuso la “internacionalización de Aeroparque” para la empresa Austral Cielos del Sur Líneas Aéreas para volar a Brasil, Chile y Paraguay, sumándose así al resto de las compañías que ya operan en Aeroparque luego de la apertura de la estación aérea para vuelos fuera de la Argentina, tras la cuestionada “internacionalización” de marzo 2010.
La medida surge como respuesta a una petición de la propia Austral para implementar vuelos regionales tanto en rutas internas de Argentina como a ciudades de países vecinos, complementando la actual oferta y el plan de rutas elaborado para Aerolíneas Argentinas, el cual mantiene su énfasis en el mercado doméstico y el cono sur sudamericano.
Para ello Austral apuesta a sus ventajas comparativas entre las cuales se encuentran sus bases operativas en Buenos Aires-Aeroparque y Córdoba a través de las cuales espera desarrollar un concepto de servicios regionales que permita incrementar la conectividad y alimentar los otros servicios del grupo. Así por ejemplo, la aerolínea transandina podría hacer realidad los anhelos de ofrecer conexiones “sin pasar por Buenos Aires”, atendiendo también las demandas de vuelos internacionales que muchas veces se hacen desde las Provincias del interior de Argentina. El esquema de vuelos, según el sitio “Toda la Aviación”, incluye el inicio de los vuelos de Austral a Santiago para el 15 de enero próximo en un esquema provisorio.
Considerando que muchas de esas rutas son de una menor demanda, Austral apunta utilizar sus nuevos Embraer ERJ190, de menor capacidad pero más eficientes que los Mc Donnell Douglas MD80, con los cuales puede aspirar a conseguir un factor de ocupación favorable, quedando como punto pendiente la rentabilidad de las operaciones.
El anuncio se puede entender como parte del paquete de medidas que la gerencia de Aerolíneas Argentinas anunció la semana pasada como respuesta e intento de “golpe de timón” a la disputa entre el Gobierno de Cristina Fernández y el gremio APTA, liderado por Ricardo Cirielli, quien en su presión por integrar a los controladores aéreos de Ezeiza bajo su organización extendió el conflicto hacia la empresa estatal transandina, afectando sus operaciones en las últimas semanas de noviembre. En los anuncios realizados, Aerolíneas dispuso una revisión de las rutas para focalizar los recursos concentrándose en los destinos que son más favorables a la Argentina y que los medios de prensa transandinos interpretaron como un recorte de las rutas internacionales, lo que fue desmentido posteriormente por la compañía.
Pese a lo anterior, Austral ha sido la primera en verse beneficiada con esta medida y logró conseguir lo que desde hace años venía solicitando: la posibilidad de realizar vuelos internacionales, de la misma como lo hace Aerolíneas Argentinas, algo que no había podido ser posible por la enfrentamiento de los sindicatos de pilotos de ambas compañías.
Si bien ya años anteriores, se había anunciado la posibilidad de que Austral pudiese realizar rutas interregionales desde Argentina a países vecinos, como Brasil o Chile, hoy esta compañía cuenta con las facultades jurídicas (la resolución 933), políticas (respaldo Presidencial al plan de la empresa Aerolíneas/Austral) y operacionales (Embraer ERJ190) para materializar la explotación de rutas internacionales.
Sin embargo -y como es costumbre-, habrá que ver si un nuevo balance de poder de los distintos sindicatos de la compañía no vuelvan a producir un revés y perjudiquen en el nuevo emprendimiento de Austral y de la propia Aerolíneas Argentinas, en momentos que la compañía necesita incrementar y mejorar sus servicios, preparando así su futuro ingreso a la alianza SkyTeam.
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