El mercado aéreo chileno ha experimentado un interesante dinamismo en los últimos cinco años. La aparición a mediados de década en la región del modelo low cost –a través de la expansión de GOL- motivó a las aerolíneas nacionales a prepararse para enfrentar un nuevo tipo de competencia que hasta ese entonces se veía lejana.
LAN fue la primera en responder a la llegada de la brasilera a Chile, implementando el LASER, un modelo intermedio entre el modelo tradicional de aerolínea y el low cost, cuyo efecto principal para el mercado aéreo fue la introducción de un nuevo esquema tarifario que estimulaban la demanda el cual a los pocos meses de ser instaurado comenzó a mostrar un éxito más allá de lo previsto, convirtiéndose paulatinamente en un catalizador del mercado aéreo doméstico chileno.
La implementación de este nuevo esquema por parte del principal operador aéreo nacional motivó también que otros operadores buscaran fórmulas alternativas de competir, aunque en esta oportunidad optando por un camino propio en lugar de competir igual a igual con LAN. Así por ejemplo, Sky orientó su estrategia en aquellos mercados no cubiertos por el principal operador (como el Norte Grande y vuelos chárter), mientras que PAL un par de años más tarde a través del mercado chárter).
Lo anterior vino a cambiar la tendencia histórica de las aerolíneas chilenas, donde tradicionalmente buscaban competir codo a codo con LAN, pero que por diferencias de costos y estructura, les era imposible sostener el negocio en el tiempo, condenándolas a una corta existencia.
Las políticas de estímulo a la demanda fueron acompañadas por otras variables. El crecimiento de la economía del país y su percepción por parte de la población, hizo que esta estuviera dispuesta a gastar más, permitiendo acceder a una mayor cantidad de bienes y servicios como por ejemplo el viaje por avión, incrementando el tráfico aéreo en el país.
Políticas de estímulo a la demanda y el crecimiento de la economía han hecho que la población que viaja por avión aumente. Foto: Ricardo J. Delpiano
El aumento del tráfico aéreo experimentado en los últimos años está lentamente comenzando a despertar el interés de otros operadores: GOL (la primera en abrir una pequeña base en Chile), Pluna (que ya hizo un primer intento con vuelos a Punta Arenas y prepara nuevamente su entrada) y recientemente el interés mostrado por Avianca-TACA. Hasta el momento son tres empresas con distintos modelo de negocios que pueden ser considerados como ejemplos de esta tendencia.
En este escenario y considerando el relativo éxito que ha tenido el modelo low cost en otros países y regiones del mundo, más de alguno ha considerado la posibilidad de que una línea aérea –sea chilena o extranjera- opere netamente bajo ese modelo en nuestro país.
La tendencia sostenida de crecimiento experimentado por Chile en tráfico aéreo ha creado una mayor población aérea, lo que es reafirmado por el último de CAPA publicado a través de Airline Leader, el cual señala que nuestro país ocupa el quinto lugar en el mercado aéreo de América Latina. Lo anterior sumado a las variables de una libertad tarifaria y una política clara de cielos de abiertos, constituyen elementos interesantes que aportar al atractivo chileno para el mercado low cost.
El estudio de CAPA si bien indica que la existencia de ese “atractivo”, el potencial para que Chile reciba un operador low cost todavía se encuentra condicionado por la presencia de una limitada población (17 millones de habitantes) y por la presencia de tres competidores que ya ofrecen bajas tarifas, cubriendo las principales rutas troncales del país.
La existencia de tres operadores que ofrecen tarifas bajas es una limitante para la aparición de aerolíneas low cost dentro de Chile según CAPA. Foto: S.Blaise
A ello, habría que agregar el mejoramiento de la red vial, la cual permite asegurar una buena conectividad, haciendo que el transporte aéreo no sea siempre el medio adecuado, tal como ocurre por ejemplo con las ciudades del centro-sur de Chile y que ha hecho que los actuales operadores hayan preferido concentrar sus esfuerzos en atender la zona Norte.
A pesar de ello, CAPA considera que si bien el mercado doméstico es todavía limitado para el segmento low cost, Chile puede ser una alternativa para una aerolínea low cost a nivel panamericano, especialmente ahora cuando la fusión LAN-TAM va a abrir oportunidades para que otros operadores ingresen al mercado -sobre todo tras el fallo del TDLC-, donde incluso no sería necesario abrir una filial en Chile, gracias a la apertura de mercado aéreo que posee el país.
Considerando las variables anteriormente mencionadas –incluyendo las aportadas por CAPA- y la actual composición del mercado aéreo, lo anterior entrega perspectivas interesantes para el futuro, especialmente cuando un cuarto operador (Pluna) se prepara para competir en rutas domésticas, con un modelo de negocios -que al igual que LAN- adopta algunos elementos del low cost. Quizás una posible consolidación de operadores en el país dentro en un futuro próximo, pueda crear los espacios necesarios para el establecimiento de una aerolínea de estas características.
2 comentarios:
La intención de Pluna en el mercado nacional se concretó hace unos meses; cuando esta misma publicó que el primer trimestre de 2012 operaría a CJC, ANF, IQQ y CCP.
Pero de GOL? Avianca-Taca? o no se refiere a operaciones nacionales, sino a la implementación de este modelo en vuelos internacionales?
Lo de GOL se refiere cuando la compañía colocó una pequeña base en Santiago para desde donde extendía sus vuelos a Perú, además de los vuelos nonstop a Brasil y Argentina.
En el caso de Avianca-TACA es el interés que la compañía expresado por el mercado chileno pero sin especificar si ingresará al mercado chileno a través de una operación propia o por alguna asociación con otra compañía. Tras el reciente acuerdo con Sky, al parecer esta última sería la fórmula.
Lo de Pluna se realizó el anuncio ahora falta que se concrete la operación misma.
Saludos,
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