Finalmente, tras un periodo de incertidumbre sobre el futuro del nuevo Aeropuerto de Santiago, el Gobierno de Chile a través del Ministerio de Obras Públicas, anunció un acuerdo con la actual concesionaria SCL Terminal Aéreo de Santiago para ampliar las actuales instalaciones del terminal y adecuar las actuales instalaciones para el incremento de tráfico previsto para los próximos años.
Mediante la firma de este acuerdo, se fija el 30 de septiembre de 2015 como la nueva fecha del término del contrato de concesión actual, periodo en el cual SCL podrá realizar las obras de mitigación mientras se va definiendo el nuevo terminal.
La ampliación del aeropuerto de Santiago se realizará en dos etapas: la primera entre 2012-2013 y la segunda, asociada a la construcción del nuevo terminal, para 2014-2017. Foto: Carlos Valle
Estas obras, guardan relación con el mejor aprovechamiento de los espacios subutilizados, la reorganización de los flujos internos dentro del edificio, más puestos en el área de migraciones, remodelación de áreas en el sector de salidas doméstico, nuevas posiciones de revisión de equipaje y se incorporarán tres cintas de retiro de equipaje, entre otras, con un valor de inversión estimado en US$ 64 millones. Las mejoras anunciadas, permitirán ir incrementando la capacidad del edificio hasta alcanzar los 14 millones de pasajeros por año para el periodo 2012-2013, en lugar de los diez millones que soporta actualmente.
Se trataría de una primera etapa o una transición en lo que conocemos como el actual terminal y lo que será el nuevo terminal del aeropuerto de Santiago, cuya inauguración se ha fijado para el 2017. La segunda etapa se iniciará el 2013 cuando se licite la nueva concesión del aeropuerto y se inicien las esperadas obras del nuevo terminal.
De acuerdo al calendario anunciado por el Ministerio de Obras Públicas, el cronograma a seguir establece septiembre 2012 como el mes para definir el diseño del nuevo terminal de pasajeros, el segundo semestre de 2013 el periodo para realizar la licitación y adjudicar la concesión el 2014. Las obras sólo comenzarían el 2015 las cuales se extenderán por dos años, debiendo entrar en operación el 2017. La infraestructura que prevé construir deberá tener una capacidad para albergar hasta 24 millones de pasajeros por año, las cuales están calculadas en base a las proyecciones de crecimiento que tiene el país.
Producto del incremento del tráfico aéreo tras el crecimiento económico de la región, así como también la implementación de políticas de estímulo a la demanda por parte de las líneas aéreas, el aeropuerto de Santiago –y también toda la red aeroportuaria nacional- se ha visto sobre pasada en términos de capacidad, obligando al Estado de Chile actuar para adecuar los terminales aéreos a la nueva realidad. Para ello desde los últimos años se ido implementando el segundo programa de concesiones, dentro del cual se incluye el aeropuerto Arturo Merino Benítez.
Hoy, cuando el problema de la falta de capacidad aeroportuaria es un desafío para la aviación mundial, del cual Chile no escapa, la capacidad de alcanzar acuerdos que entreguen soluciones es sin duda un elemento que merece ser destacado y que en parte da por superado las diferencias entre las partes durante la administración anterior. El acuerdo alcanzado hoy entre el Estado de Chile y SCL Terminal Aéreo, es la reafirmación de la alianza público-privada, la misma por la cual nuestro país a podido acceder a una modernización de su infraestructura.
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