Por Ricardo J. Delpiano
Fiel a la estrategia comercial de las aerolíneas low cost, GOL desembarcó en Chile en el 2006 con cinco vuelos diarios distribuidos en tres vuelos vía Buenos Aires y dos nonstop desde Sao Paulo. A estos servicios se agregó también la extensión de uno de los vuelos hasta Lima, en un intento por convertir a Santiago en una pequeña base que complementara la entonces naciente red internacional de la aerolínea brasilera.
Boeing 737-800 de GOL con el cual opera los dos vuelos diarios a Santiago. Foto: Alejandro Ruiz
Sin embargo desde 2008, una combinación de factores tanto externos como internos obligó GOL a insertar una serie de cambios en este segmento. En el caso del mercado aéreo chileno, mientras las frecuencias vía Buenos Aires obtenían resultados favorables, los bajos niveles de ocupación en los vuelos sin escalas a Sao Paulo, comenzaban a mostrar las primeras falencias de la aplicación del modelo low cost en rutas de más allá de tres horas de duración. A estos resultados asimétricos, se agregaron la crisis del petróleo, la caída en la demanda producto de la crisis económica, agravada más tarde por las consecuencias mediáticas de la epidemia AH1N1, los que sumados a los escasos resultados obtenidos en rutas con la nueva Varig, obligaron a la compañía a replantear su estrategia internacional.
Para ello se concentró en aquellos destinos capaces de ser atendidos con vuelos de corta duración, donde las ventajas comparativas que la aerolínea posee, le permitían operar sin modificar su modelo de negocios. Así, Santiago quedó sólo con un vuelo diario vía Buenos Aires, al menos hasta mediados de año cuando la low cost brasilera anunció un incremento en las rutas a Chile.
Así en el mes de mayo -y según se informó en la prensa brasilera (reproducida más tarde por el diario El Mercurio)-, GOL presentó ante la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) la solicitud para operar la ruta Porto Alegre-Santiago para operarla a partir del mes de julio. El requerimiento, constituyó una muestra del interés por parte de la aerolínea por recuperar terreno perdido años atrás y asegurar un puesto ante una futura reorganización de actores que generaría la fusión LAN-TAM.
La nueva frecuencia, comenzó a operar el pasado 7 de julio con un vuelo diario en horario nocturno en ambos tramos. Esta ruta permite ofrecer un acceso sin escalas a una de las principales ciudades del sur de Brasil, un mercado que sólo era posible acceder a través de conexiones vía Buenos Aires (Aerolíneas Argentinas) o Montevideo (Pluna). Este factor sumado al desarrollo de la ciudad de Porto Alegre, el incremento del tráfico turístico-comercial y al aumento en la demanda –especialmente con la nueva “Clase C” brasilera- podrían asegurar un potencial de crecimiento a GOL para ampliar su oferta a Chile sin tener que descuidar la estructura operacional.
De acuerdo al último dato disponible por parte de la Junta Aeronáutica Civil, en el primer mes de operación (julio), GOL transportó 3.509 pasajeros entre Santiago y Porto Alegre de un total de 28.057 pasajeros transportados por la aerolínea para dicho mes. Según las estadísticas oficiales por pares de ciudades y según línea aérea, Porto Alegre se ubicó en dicho periodo en el segundo lugar en el tráfico de pasajeros de la aerolínea por detrás de Buenos Aires y delante de Sao Paulo.
Junto a la operación desde Porto Alegre, GOL mostró en abril pasado el interés por retomar también los enlaces nonstop desde Sao Paulo, según consta en las palabas de la entonces vicepresidenta de marketing Claudia Pagnano al diario El Mercurio en abril pasado, cuando señaló que esa ruta está en el “radar de la compañía”. Sin embargo y al igual que otros operadores, es de suponer que la compañía esperará la evolución del proceso de fusión de LAN-TAM en los tribunales de libre competencia de Chile y Brasil antes de dar un nuevo paso en su operación hacia Chile.
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