Por Ricardo J. Delpiano
La inclusión de los segmentos Santiago-Lima en el fallo del Tribunal de Defensa de Libre Competencia (TDLC), constituyó uno de los puntos sorpresa del dictamen. En él se indicó que las compañías chilenas que integrarán LATAM deberán renunciar a cuatro frecuencias entre Santiago y Lima con derechos a 5ta libertad en esa ciudad, además de abstenerse de participar en las futuras licitaciones de derechos de tráfico entre Santiago y Lima, en la medida que existan otras aerolíneas chilenas interesadas en las frecuencias respectivas y que las Compañías Chilenas LATAM posean el 75% o más de tales frecuencias, sin escalas, asignadas y por asignar en Chile. Tal máximo regirá por separado, tanto respecto de derechos de tráfico de 3ª y 4ª libertad entre Santiago y Lima, sin escalas en el territorio nacional, como respecto de las de 5ª libertad, según se indica en la condición octava n°2 del documento.
A pesar de que LAN y TAM sólo se han limitado a decir que estudiarán las implicancias del fallo, esta determinación impuesta por el Tribunal constituirá uno de los ítems que obligará a ambas a estudiar mecanismos operacionales alternativos con el fin de continuar ofreciendo los vuelos desde Santiago hacia el HUB de Lima, garantizando así algunas frecuencias que permiten conectar con el gran número de vuelos que LAN ofrece a las principales ciudades de Sudamérica.
Las condiciones impuestas por el fallo obligará a introducir algunos cambios operacionales, en segmentos no considerados inicialmente. Foto: S.Blaise
Como se ha podido apreciar, en los últimos dos años Lima ha pasado a ser el principal HUB de la alianza LAN en la región. Su posición estratégica en la región, más el crecimiento de la economía peruana y el fuerte intercambio turístico del Perú con el resto del mundo lo hacen un centro natural de tráfico. Oportunidad aprovechada por LAN tras la crisis aerocomercial que el país andino vivió tras la quiebra de AeroPerú en 1999 y la posterior la salida de Aerocontinente. Un escenario que también aprovechó TACA en su momento, haciendo que hoy ambas compañías sean los principales operadores en ese país.
A pesar de lo estipulado en el fallo y de los posibles cambios que esto podría significar para la propia operación de la aerolínea, especialmente en el tráfico entre Chile y Perú, el desembarco oportuno de LAN en Colombia comienza a entregar una perspectiva interesante hacia el futuro para la red de la aerolínea, tanto en su condición actual como bajo el alero de la fusión con TAM.
Con la adquisición de Aires, LAN logró ingresar a Colombia uno de los mercados más importantes de la región tanto por tamaño como por el crecimiento que su economía y transporte aéreo está experimentando. Conscientes de ello, en enero pasado la aerolínea nacional comenzó el proceso de transformación de Aires, siendo uno de los cambios más importantes la reestructuración de la red de rutas, la cual pasó a concentrarse en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y convertirse en el nuevo HUB de la alianza. Parte de este trabajo había tenido un inicio incipiente con la creación de LANCO en marzo 2009, la filial colombiana de carga.
Este nuevo centro de distribución entrega un acceso completo al mercado doméstico colombiano, además de una plataforma conveniente para expandir operaciones en el futuro hacia destinos en Centroamérica, México, El Caribe y Norteamérica, además de la reforzar la conectividad en los países del norte de Sudamérica (Ecuador y Venezuela por ejemplo), hoy atendidos principalmente a través del HUB de Lima.
Por su cercanía con estas regiones, la plataforma que entregará este nuevo HUB, permitirá a LATAM alcanzar nuevos destinos en forma más directa sin realizar grandes inversiones en cuanto a flota (diferencia de lo ocurrido en las otras filiales), ya que fácilmente podrían ser operados con la misma flota de A32S que la filial colombiana tendrá en el futuro, donde el mismo factor distancia permitirá a la compañía realizar una mayor cantidad mayor de turnarounds de la flota. Es decir, más frecuencias y destinos con una menor cantidad de equipos y una flota homogénea, evitando a la compañía en incurrir cualquier costo adicional por este concepto. A modo de ejemplo, se podrían abrir rutas más directas y sin escalas a más ciudades a que las tradicionalmente atendidas. De hecho, considerando sólo los cambios ya realizados, LAN – a través de la todavía Aires- recibió un nuevo destino en Estados Unidos: Fort Lauderdale, atendido desde Bogotá.
Sin embargo, el desarrollo próximo del HUB de Bogotá no será fácil. La compañía deberá enfrentar las variables como la congestión que vive el aeropuerto El Dorado de Bogotá y la fuerte competencia que enfrentará por parte de las aerolíneas colombianas, centroamericanas y norteamericanas, las cuales harán más difícil el camino en términos de competencia.
LAN a través de Aires deberá enfrentar la competencia directa de COPA Airlines y Avianca, además de la cercanía del "área de influencia" de las compañías norteamericanas. Foto: Alex Rivera Quiroz
En el primer caso, la no menor congestión de El Dorado es un tema que trasciende más allá de LAN y afecta a todas las compañías que operan en la capital colombiana. Actualmente el aeropuerto está en transformación y a pesar de que ya se menciona que el nuevo proyecto quedó pequeño se están estudiando futuras medidas para dar una nueva viabilidad al nuevo aeropuerto, lo que puede hacer que este inconveniente sea algo pasajero.
El segundo punto constituye algo más a largo plazo y permanente. En Colombia, LATAM deberá enfrentar directamente a las fusionadas Avianca-TACA, COPA Airlines (COPA Airlines y COPA Airlines Colombia), compañías que se han caracterizado por tener un sólido modelo de negocios y una distinción en los servicios que ofrecen, motivo por el cual han sido galardonadas a nivel mundial en distintas oportunidades. Paralelamente, con Avianca-TACA y COPA en Star Alliance y la prohibición del TDLC que impide a LATAM integrar la alianza a la que Avianca-TACA pertenece (condición sexta de la resolución), Bogotá está llamada a convertirse en el HUB de dos de las tres alianzas globales, hecho que por sí sólo debiera generar una fuerte competencia entre las aerolíneas.
Junto a ellas, LATAM deberá a comenzar a enfrentar a las compañías norteamericanas, un factor nada fácil considerando las ventajas que éstas poseen al operar a países dentro del área de influencia directa de Estados Unidos y que le permiten operar estas rutas con aviones de menor tamaño, ofrecer más frecuencias a un precio menor. Un factor por el cual LAN ha evitado ingresar directamente en México, tal como ha quedado demostrado en declaraciones en los medios de prensa años atrás, pero que finalmente deberá hacer frente especialmente si se considera una futura expansión de la compañía a las regiones anteriormente mencionadas.
En ese sentido, el desarrollo de una estrategia comercial que combina elementos del modelo tradicional y low cost de las aerolíneas – incluyendo al propio LASER-, la solidez financiera de ambas aerolíneas que integran la fusión y la propia estructura que ésta entrega, constituyen algunos de los aspectos que permiten estar en una posición adecuada para enfrentar estos nuevos retos. A ello se podrían agregar la estabilidad política y el crecimiento económico que Colombia está mostrando -fruto de su política de seguridad democrática-, lo que lo hace un país favorable para las inversiones, impulsando todo ello al tráfico aéreo de pasajeros y carga.
Con la plataforma de Bogotá ya creada y en pleno desarrollo, LATAM puede contar con una nueva alternativa que le permita continuar persiguiendo su anhelo de formar el Latin American Network. Junto a ello, el futuro desarrollo que debiera tener el HUB de Bogotá podría ser considerado como una alternativa a Lima, sin que ésta pierda la condición de centro de distribución de tráfico.
Gracias al modelo “multihub-multidestino” propio de LAN, la compañía es capaz de flexibilizar su modelo de negocios y adaptarse rápidamente a los cambios que se presentan, manteniendo así la más completa red de conectividad para sus pasajeros y clientes de carga.
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