El crecimiento significativo del transporte de pasajeros y carga que está mostrando el país de manera continúa en los últimos años ha obligado a acelerar las obras en la red aeroportuaria nacional, con el objetivo de adecuarla a las necesidades que demanda el transporte aéreo para los próximos años. Así, el Estado de Chile ha puesto en marcha el segundo plan de concesiones en los aeropuertos de regiones, cuyos algunos terminales como Puerto Montt e Iquique ya cuentan con las nuevas ampliaciones, mientras que se comienza a trabajar próximamente en otros terminales aéreos como Calama y Punta Arenas.
El problema de la capacidad del terminal del Aeropuerto de Santiago será uno de los desafíos a enfrentar en los próximos años. Para ello se están realizando obras de mejoramiento de la infraestructura actual hasta que se construya el nuevo terminal. Foto: Alejandro Ruiz
Pese a estar considerado y ser uno de los mega proyectos a desarrollar en materia aeroportuaria en los próximos años, el Aeropuerto de Santiago se encuentra casi al límite de su capacidad, con un movimiento de pasajeros de algo más de los 9 millones de pasajeros, muy cerca de los 9.500 millones que la infraestructura soporta. Conscientes de la realidad y del rápido crecimiento del transporte de pasajeros, acentuado por las políticas innovadoras de parte de las aerolíneas, la mejor situación económica del país y de la baja del dólar, que hacen prever que dicha cifra se puede superar este año, la capacidad de la terminal de pasajeros es un desafío a atender, inicialmente a través de obras de mitigación de la capacidad, que el concesionario actual continua realizando pese a la demora sufrida por el factor terremoto de febrero, donde destaca por ejemplo la inauguración del puente 28 en el terminal nacional.
Decididos a enfrentar la situación con miras al futuro, la semana pasada el Ministro de Obras Públicas, Hernán De Solminihac, confirmó que el 2012 se llamará a licitación para el proyecto de ampliación del terminal de Arturo Merino Benítez, según señaló en su oportunidad el diario Estrategia. De concretarse, permitiría asegurar los plazos dados anteriormente para contar con un nuevo terminal lo antes posible, aunque como se han indicado no será antes de tres o cuatro años.
El proyecto contempla una inversión de US$480 millones y actualmente se encuentra en la fase uno, la cual corresponde al plan de mejoramiento que se está llevando a cabo en la actualidad. La siguiente fase contemplará al proceso de concesión para el nuevo terminal y finalmente para más a futuro la ampliación de los terrenos del aeropuerto, la capacidad de las pistas, entre otros, según indica en plan maestro propuesto por la consultoría de Aeroports de Paris, contratada por la administración anterior.
Actualmente el principal problema de capacidad del terminal aéreo, está dado por la concentración de vuelos en tres bloques durante el día: entre las 6 y 9 de la mañana con la llegada de los vuelos internacionales, las salidas domésticas e internacionales hacia América Latina; luego al mediodía hasta las 14 horas; y finalmente entre las 18 y 21 horas cuando arriban gran parte de los vuelos nacionales y se produce la salida de vuelos internacionales a Norteamérica, Europa y Oceanía (que si bien el vuelo se realiza cerca de la media noche, el chequeo de pasajeros comienza desde temprano). Sin embargo en el resto de las franjas horarias la terminal todavía posee una mayor flexibilidad en cuanto a capacidad. Desde el aspecto operativo, el aeropuerto todavía cuenta capacidad suficiente para atender adecuadamente el volumen de operaciones aéreas, razón por la cual la decisión de agregar una pista adicional y ampliar los terrenos se ha dejado para la última fase del proyecto.
Paralelamente y pese a que se trata de un proyecto distinto, el Gobierno a través del Ministerio de Transportes está evaluando la posibilidad de un ubicar un aeródromo ejecutivo para aviones menores, aviación general y parte de la aviación corporativa, lo cual permitiría trasladar las operaciones de este tipo que actualmente están en Arturo Merino Benítez, tras el cierre del ex aeropuerto Los Cerrillos, realizado durante los dos gobiernos anteriores, el cual ha traído consecuencias para la aviación general y corporativa de este país y complica en ciertas ocasiones las operaciones comerciales de aviones más grandes en el aeropuerto de Santiago, las cuales ante la presencia de una aeronave menor saliendo o aproximando a una de sus pistas, los aviones de mayor tamaño deben reducir su velocidad para mantener la separación del tráfico que le antecede, lo que genera una demora adicional en los tiempos de vuelo y mayor gasto de combustible para las compañías aéreas.
De concretarse esta iniciativa, ampliamente demandada por la aviación civil, la cual todavía no ve luz al proyecto de un aeródromo que constituya una alternativa real al Los Cerrillos. La última instancia fue se dio en el mes de junio cuando se planteó compatibilizar el cuestionado proyecto Bicentenario con un aeródromo corporativo, pero que fue rechazado ese mismo mes por la Cámara de Diputados.
La presencia de un segundo aeródromo para la capital chilena resulta esencial para reparar el daño producido en la infraestructura aérea con el cierre del histórico aeropuerto capitalino y cuya importancia cobró fuerza tras el terremoto del 27 de febrero donde la aviación general realizó un sin numero de operaciones de puente aéreo, llevando ayuda a cada una de las zonas damnificadas. El objetivo de este aeródromo estaría en complementar a Tobalaba, sirviendo además como lugar para realizar actividades de instrucción, las que actualmente se realizan en los aeródromos aledaños a Santiago, luego de la prohibición decretada tras el accidente del Cessna Centurion en la comuna de Peñalolén en el 2008.
3 comentarios:
Igual lata que aun crean que el aeropuerto aun tiene capacidad para unos cuantos miles mas, yo trabajo ahi y queda mas que claro que no hay counters suficientes en las horas peack de la mañana y a la hora de los vuelos a EEUU, ni hablar de las filas en AVSEC y migracion a esas horas, ojala logren ejecutar un buen plan para que esta temporada de verano no colapse el edificio por poco espacio
Respecto de los problemas de capacidad de los cuales se ha tratado diversos medios informativos creo pertinentemencionar los siguientes puntos a considerar, puntos que hasta ahora no han estado presente en la discusión:
1) Si vemos los itinerarios actuales, como menciona este articulo, vemos que hay horas punta muy marcadas en el terminal aeroportuario de Santiago, esta concentración de vuelos es altamente desfavorable para los usuarios ya que congestiona el terminal en favor del uso horario y de las aeronaves por parte de las aerolíneas. Esto nos lleva a la pregunta: ¿no será mejor ordenar de una manera más eficiente las ventanas de llegada y salida como ocurre en otros terminales congestionados del mundo? O bien desarrollamos infraestructura basado en horas punta con un mayor costo?
2) Por otra parte, cuesta entender la decisión del MOP en el 2009 de rechazar obras adicionales en el Aeropuerto con antecedentes claros de la congestión que se iba a producir y los problemas que venían, puede entenderse que el proyecto que presento la Concesionaria no haya sido de su agrado pero dejar el tema sin solución es poco visionario por decirlo de manera elegante.
3) Actualmente la solución vendrá por una re licitación del terminal para el año 2012, la cual probablemente tome un par de años para ser adjudicada y otro par de años para tener nueva infraestructura disponible, esto siendo optimista. Entonces que se hará de aquí al 2014 -2015?
4) No será mejor reordenar las horas punta por parte de las aerolíneas, la Junta de Aeronáutica Civil y los otros organismos reguladores?
5) Desde fuera da la impresión que la infraestructura disponible se fuerza a límites de congestión y baja calidad de servicio en favor de unas pocas aerolíneas y sus horarios que maximizan sus ingresos
Atte
Fernando Carrandi
Fernando, de acuerdo en gran parte en lo que dices. Pero eso de cobrar una especie de hora punta a las líneas aéreas no creo que sea conveniente para un aeropuerto que su función en la región es terminal.
Con la baja motivación de líneas aéreas a volar a SCL, menos lo harían con tarifas más altas; con lo que se haría más probable que vuelen sólo hasta Lima y luego realizar conexiones a SCL, ya que Lima por ejemplo tiene políticas distintas; con insentivos de pagar menores tarifas y les a resultado.
SCL se debe ordenar, encuentro pésimo que el 2009 se haya rechazado la propuesta de la Concesionaria. De aquí a 4 años más cuando estén terminadas las ampliaciones del aeropuerto el flujo de pasajeros será cerca de 15 millones si es que no más... qué va a pasar esos cuatro años?? no quiero ni imaginarlo!
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