Por Ricardo J. Delpiano
El transporte aéreo se encuentra viviendo la mayor crisis de su historia. Ningún periodo económico había sido tan adverso para el transporte aéreo comercial como los últimos meses. Prácticamente desde los atentados del 11 de Septiembre del 2001, cuando aviones de dos aerolíneas miembros de IATA fueron utilizados como instrumentos de terror contra un Estado, las líneas aéreas no han podido disfrutar de un momento de tranquilidad. Las nuevas amenazas a la seguridad, como el terrorismo, las amenazas biológicas, la inestabilidad política mundial, las guerras y su impacto manifestado con el alza del combustible a niveles históricos y ahora la crisis financiera mundial, no han dado tregua y han determinado un nuevo escenario en el sistema internacional, al cual las compañías de aviación deben adecuarse, así como también los Estados cuya regulación debe evolucionar para otorgar los marcos necesarios para que la aviación pueda cumplir su rol en las economías y sociedades de los países en un ambiente sano y libre.
Pese a las adversidades anteriores, el tráfico aéreo logró anotar un crecimiento en el número de pasajeros que se manifestó entre los años 2002-2007 aproximadamente, aumento que responde a los cambios que se fueron dando en las estrategias comerciales de las líneas aéreas, especialmente con el auge de las low cost y la modificación de los servicios de las compañías aéreas tradicionales. Sin embargo la crisis económica que se está viviendo a nivel mundial, que en la aviación comenzó a manifestarse con la reducción de los volúmenes de carga aérea en Asia a finales del 2007, y sus consecuencias para la población está afectando seriamente a las compañías, con una brusca caída en la demanda de viajes aéreos, donde sólo la región del Medio Oriente ha logrado un balance positivo. La caída en la demanda se ha dado en todos los segmentos de viaje, pero especialmente en los pasajeros de First y Business Class, segmentos que son uno de los más rentables en la operación comercial en una línea aérea de pasajeros y cuyos viajeros ahora prefieren viajar en clase Económica o buscar otras opciones más económicas en caso de que el destino o el motivo de viaje no justifique el uso del transporte aéreo.
El desplome en los factores de ocupación como nunca antes visto ha obligado a las líneas aéreas a lanzar promociones extraordinarias con el fin de estimular los viajes aéreos. Llenar los aviones es el objetivo aunque ello signifique una menor rentabilidad. Foto: Martín González.
La caída de la demanda, se ha reflejado en el desplome en los factores de ocupación de los aviones de pasajeros y de carga, lo que ha obligado a las compañías aéreas a ajustar su capacidad a la nueva realidad, modificando sus planes para corto/mediano plazo, retirando aviones menos eficientes o aquellas que poseen mayor flexibilidad aprovechar su estructura buscando nuevos mercados con el lanzamiento de nuevas rutas, que si bien pueden o no ser muy atractivas, pueden servir para ubicar parte de la flota, permitiendo entregar una utilidad marginal a la empresa. Lamentablemente los resultados en algunos casos no han sido los esperados y muchas compañías aéreas han cerrado sus puertas, complicadas por su delicada situación, especialmente aquellas que arrastraban importantes déficit o vivían con una estructura antigua, como es el caso de muchas compañías estatales. Casos de Alitalia, Olympic en Europa, Varig y Aerolíneas Argentinas en Sudamérica constituyen algunos ejemplos de ello.
En su esfuerzo por combatir esta fuerte recesión, empresas aéreas, operadores turísticos y cadenas hoteleras están lanzando atractivas promociones con tal de incentivar los viajes aéreos a nivel mundial, proceso que es liderado por operadores en Europa y los Estados Unidos. Las promociones que siempre se han visto post temporada alta, tanto en el hemisferio norte como en el sur, ahora se han extendido en el tiempo y se ha podido apreciar un sinfín de variedad y diversidad de ofertas que antes no conocíamos o sólo veíamos repentinamente. Muchas de estas promociones se deben a asociaciones que los operadores aéreos y turísticos están realizando con tarjetas de crédito, bancos, casas comerciales e incluso supermercados, además de los ya famosos 2x1 o viajan 5 pagan 2 (de Advantage Travel Assistance) alianzas que también incluyen algunas compañías de low cost las cuales casi siempre han batallado solas con su política de bajo coste. "La crisis trajo diversidad de precios y ofertas que hasta hace un año no existían", dice Fabricio Di Giambattista, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Buenos Aires, (según publica el portal Caribbean news y Aerolatinnews), es un ejemplo de la situación que hoy se está viviendo. En Europa las principales líneas aéreas han lanzado increíbles promociones para viajar a sus principales destinos, incluso aquellos más rentables. Iberia lanzó hace poco promociones a todos sus destinos en Latinoamérica, British Airways puso descuentos en miles de plazas a 40 destinos en América, África y Asia, incluso válidos para terceros países. En Latinoamérica la situación no es muy distinta: TACA ha ofrecido descuentos a clientes a destinos en las Américas, además GOL está lanzando promociones 2x1 para destinos en Brasil, mientras que en Chile, LAN ha extendido la promoción 2x1 hasta mediados de mayo, así como el “Vuela por pocas Lucas dentro de Chile”, oferta que se enmarca dentro del concepto del modelo LASER.
La estrategia principal es llenar los aviones a toda costa, lo que sin duda debiera repercutir con un incremento en el flujo de pasajeros durante los próximos meses. En LAN por ejemplo, la compañía espera aumentar el número de viajeros en 600 mil personas para este año, los cuales se están logrando con la reducción de los precios de los pasajes en un 50%, respaldado por la política de LAN en vuelos de corto alcance. Pese a la introducción de estas estrategias, la situación todavía no muestra una tendencia de recuperación y habrá que esperar los resultados de los movimientos de pasajeros de los próximos meses para ver si se está cambiando la tendencia a la baja en relación a los pasados meses. Sin embargo el posible aumento de pasajeros que las compañías aéreas puedan conseguir no se verá reflejado significativamente en términos de rentabilidad, pues las aerolíneas están ofreciendo las mismas o menos asientos a un menor precio para poder llenarlos y eso aplicará para casi todas las compañías aéreas, a pesar que algunas están consiguiendo reducir las pérdidas o compensar la difícil situación con recortes por otros aspectos. Aún así, Latinoamérica espera una del 7,8% en la demanda, la cual será acompañada de una sobre oferta de 4%, mientras que a nivel mundial se espera una reducción adicional 5,7% al cierre del presente año.
Con el pronóstico aún adverso para el 2009, las aerolíneas, operadores de turismo, así como organizaciones multilaterales de aviación están clamando la entrega de soluciones efectivas a los gobiernos, los cuales deberán tomar consciencia de la importancia que tiene el transporte aéreo para las economías de sus respectivos países, y que sin políticas favorables y efectivas el sector no puede volver a despegar lo que será perjudicial. En Europa por ejemplo ya se está clamando por una disminución urgente en las tasas aeronáuticas. En ese sentido en marzo pasado Giovanni Bisignani, Director General de IATA, indicó que la “recuperación no se producirá sin cambios. No hay duda de que esta es una industria resistente, capaz de catalizar el crecimiento económico. Pero estamos estructuralmente enfermos. El margen histórico de esta industria hiper-fragmentada es del 0,3%. Las subvenciones no son la prescripción para devolvernos la salud. El acceso a los capitales globales, la capacidad de fusionarnos y consolidarnos; y la libertad para acceder a los mercados son necesarios para gestionar este sector como una industria normal y rentable.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario