miércoles, 30 de julio de 2008

Continúan las consecuencias tras la salida de Marsans de Aerolíneas Argentinas.

Por Ricardo J. Delpiano.
La salida del Grupo Marsans de Aerolíneas Argentinas sigue dando que hablar y sus consecuencias continúan repercutiendo en Chile, ya sea a través de Aerolíneas Argentinas como por la filial chilena del holding español Air Comet Chile, empresas que sufren los resultados de una cuestionada política de inversión y administración.
En los últimos días tanto Aerolíneas Argentinas como Austral Líneas Aéreas, han venido enfrentando una serie de adversidades en sus operacionales habituales, debido al retraso, cancelaciones y reprogramaciones de casi el 80% de sus vuelos, situación que viene sumarse al difícil panorama que ambas empresas están viviendo desde hace tiempo,lo que ha vuelto el escenario más desfavorable para la empresa. Si bien las mayores consecuencias se sienten en los vuelos domésticos dentro de la Argentina, también han sido afectados numerosos vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas ya sea en vuelos regionales hacia destinos en Brasil y Chile, como en los vuelos de largo alcance de la compañía hacia Miami y Europa.
El panorama descrito responde a la sobreventa de pasajes que el Grupo Marsans realizó las semanas previas a su salida de la compañía argentina, a sabiendas de que tanto Aerolíneas Argentinas como Austral no podían hacer frente a la capacidad que estaba siendo vendida, la cual excedía la capacidad de los aviones disponibles, los cuales corresponden a exactamente a la mitad de la flota de ambas aerolíneas. El resto de los aviones de ambas compañías se encuentran inoperativos para el vuelo, debido a que están a la espera -eterna- de sus chequeos correspondientes o sencillamente no cuentan con los respuestos o equipamiento mínimo para vuelo, lo que es producto de una política de falta de inversión y vaciamiento continuo de la empresa.

Debido de la sobreventa de pasajes y la escasez de aviones disponibles en Aerolíneas Argentinas y Austral, debido a que el 50% de la flota está en tierra producto a la falta de inversión de parte del Grupo Marsans, tanto Aerolíneas Argentinas como Austral están enfrentando un complicado escenario con numerosos vuelos retrasados tanto en Argentina como en sus vuelos internacionales. En Chile las consecuencias también se sienten. Foto: Gastón Doval.

En vista de esta situación, en el día de hoy el Grupo Marsans fue denunciado ante la Justicia Argentina por los delitos de administración fraudulante, vaciamiento de la empresa y sobreventa de pasajes por un monto de US$140 millones. La causa N°11.104/08 colocada contra el Grupo Marsans y algunos directivos de Aerolíneas Argentinas y que deberá ser investigada por el juez argentino Daniel Rafecas se refiere a que la sobreventa obedeció a un vaciamiento artificial “por parte de los dueños de la sociedad española para una ecuación económica de la fuga”. Además la misma denuncia interpuesta advierte que “debería investigarse si sabiendo que Aerolíneas Argentinas y Austral terminarían en manos del Estado argentino como consecuencia de los desmanejos empresariales, se la obligó premeditadamente y adrede en forma abusiva al solo efecto de obtener un sustancial beneficio para que nuevamente el Estado tenga que pagar por una empresa que no vale lo que los españoles dicen que vale”, agregando además que "esta hipótesis pondría al descubierto una maniobra evidentemente dolosa con el objeto de estafar al Estado Nacional y después, quizá, expresar desde otro país transoceánico- que los argentinos somos ladrones y que no los dejamos seguir invirtiendo en nuestro país”, según lo informó el diario El Cronista desde Argentina.
Sin embargo en nuestro país, la situación de Aerolíneas Argentinas sigue siendo desfavorable, a pesar de que la empresa trasandina continúa siendo uno de los actores internacionales más importantes en el mercado chileno. Durante los últimos días Aerolíneas Argentinas ha operado sólo dos o tres vuelos diarios, de un total de cuatro que se ofrecen, debido a la situación anteriormente descrita, lo que ha mermado significativamente en la confianza de los usuarios en nuestro país. Ante esta situación de incertidumbre y debido a la falta de liquidez para los pagos correspondientes, las agencias de viaje en nuestro país están comenzando a tomar resguardos correspondientes, como por ejemplo no continuar vendiendo pasajes en la aerolínea del cóndor, especialmente para evitar incurrir en el riesgo de no cubrir los endosos y compensaciones con sus propios recursos, tal como ocurrió con el cierre de la española Air Madrid.
Paralelamente a este escenario, la filial de Marsans en Chile, Air Comet Chile, también está sufriendo las consecuencias de la situación en Aerolíneas, lo cual ha obligado al holding español a modificar los planes para la pequeña compañía. Tal como lo anunciamos hace un par de semana, Air Comet Chile dejará de volar a Balmaceda y Temuco a partir del 31 de julio, lo cual fue confirmado hace unos días por parte del Grupo Marsans aludiendo a razones climáticas y en menor medida al factor petróleo. De hecho durante esta semana Air Comet Chile ha retirado la publicidad referente hacia esos dos destinos. A esto se suma las numerosas deudas que la empresa tendría con proveedores de servicios tanto de handling, matenimiento y otros, los cuales entregan un escenario poco auspicioso para el corto plazo.
Con la salida de Marsans de Aerolíneas Argentinas y Austral, y ante la difícil situación que viven el resto de sus aerolíneas (Air Comet y Air Comet Chile) se espera que en los meses siguientes exista un giro rotundo en el modelo de negocio de estas aerolíneas, entre los cuales podrían estar un cambio en las frecuencias que se operan, la red de rutas e incluso se habla de que la española Air Comet volvería a funcionar netamente como una aerolínea charter.
Mientras tanto en Argentina, el Gobierno de Cristina Fernández intenta a toda costa dar una señal de cambio, con la normalización de las operaciones y una mayor tranquilidad en Aerolíneas y Austral, con el fin de hacerlas más favorables atraer a futuros inversores e iniciar así un nuevo proceso de venta de ambas empresas tal como lo ha indicado la propia mandataria. Pese a que lo declarado demuestra sólo buenos intenciones de parte de la Presidenta Argentina, pues existe una cierta incertidumbre respecto a esta situación -especialmente considerando el manejo del Estado en LAFSA-, la reprivatización y solución de los problemas en Aerolíneas Argentinas representan desafíos trascendentales para su gobierno que permitirían ayudar a revertir su imagen ante la población luego del conflicto con el campo en la Argentina.

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