Por Ricardo J. Delpiano
AeroMéxico la principal compañía aérea mexicana se encuentra celebrando el retorno a los números azules, luego de vivir un 2009 extremadamente difícil, debido a la crisis internacional y el descenso de los factores de ocupación y a la crisis sanitaria provocada por la enfermedad AH1N1, que afectó severamente el sector del turismo y viajes en México.
AeroMéxico la principal compañía aérea mexicana se encuentra celebrando el retorno a los números azules, luego de vivir un 2009 extremadamente difícil, debido a la crisis internacional y el descenso de los factores de ocupación y a la crisis sanitaria provocada por la enfermedad AH1N1, que afectó severamente el sector del turismo y viajes en México.
AeroMéxico ha revertido su difícil situación y ha vuelto a los números azules. La compañía azteca retomará la recepción de aviones en el 2011 y en el 2012 recibirá sus B787s con los cuales reemplazará a los B767s, incluida la ruta a Chile. Foto: Alejandro Ruiz
Sin embargo, de cara al futuro, la actual administración de AeroMéxico aprovecho la contracción de la demanda para dar curso a un plan de reestructuración interna en tres frentes: flota, reestructuración de la capacidad, y reducción de la fuerza laboral, aspectos que hoy en día hacen que AeroMéxico haya conseguido salir de los números rojos y posicionarse en el mercado aéreo Latinoamericano.
Según detalló Andrés Conesa, CEO de AeroMéxico a ATI News, la aerolínea del caballero águila llevó a cabo el plan de reestructuración donde una de las decisiones más importantes y más difíciles fue la reducción de la flota. Durante el 2009, la empresa terminó por retirar su flota de Mc Donnell Douglas MD80 y un Boeing 767-300ER, sacando de servicio 11 aviones, entre los cuales estaban también algunos B737-700 nuevos. En diciembre 2009, AeroMéxico cerró el año con una flota considerable conformada por 94 aviones (B737-700, B737-800, B767-200ER, B767-300ER y B777-200ER). Para mantener la flexibilidad de la flota, AeroMéxico apuesta por los leasing por sobre de los aviones propios, lo que le permite ajustar la capacidad de acuerdo a los cambios en la demanda, especialmente en un mercado como el mexicano que sufre por un lado la expansión natural de las grandes compañías norteamericanas, mientras que desde el ámbito interno el crecimiento de las aerolíneas low cost como Volaris, Interjet y VivaAerobús han afectado a las empresas tradicionales.
La reducción de la flota, permitió a la compañía ajustar su capacidad ofrecida en rutas como Estados Unidos, recortando algunas rutas o reduciendo frecuencias, aunque también se destaca un importante crecimiento en otras, como los mercados hacia América Central con los vuelos a Honduras, Costa Rica, y Sudamérica con el aumento de frecuencias a Lima, Buenos Aires y la llegada de AeroMéxico a Bogotá. También la compañía está optimizando el uso de la flota B737NG (-700/-800) aumentando la tasa de uso de estos aviones de 10 a 12,5 horas, logro alcanzado gracias a la renegociación de los contratos laborales con sus pilotos.
Precisamente eso constituyó el tercer pilar de su plan de reestructuración, junto con reducir el número de empleados, eliminando trabajadores no sindicalizados, permitiendo a la empresa poder negociar sus contratos de una mejor manera a través de los sindicatos.
La combinación de estos tres factores han permitido que AeroMéxico reduzca sus costos fijos, junto con incrementar la productividad.
AeroMéxico retomará la entrega de aviones en el 2011 con la llegada de nuevos Boeing 737-700, mientras que en el 2012 la compañía recibirá sus primeros Boeing 787-8 de un total de cinco encargados. La compañía mexicana, anunció que desde ese año, los B787-8 comenzarán a reemplazar a la flota B767s comenzando con Barcelona, Santiago de Chile, París y Tokyo, para luego seguir con los otros mercados atendidos con Boeing 767, lo que permitirá a la empresa mejorar sus producto y operación gracias a los beneficios que posee el B787 especialmente en cuanto a consumo de combustible. Mientras tanto, la empresa finalizó el programa retrofit de sus B767s incorporando nuevos asientos y sistema de IFE, productos que actualmente ya están disponibles en sus vuelos, entre ellos la ruta a Santiago.
En cuanto al B777, AeroMéxico planea seguir utilizándolo en las rutas de largo alcance y alta densidad, como Madrid y Shanghai, pero también considera reemplazarlo en el futuro por el B787-9, decisión que dependerá del comportamiento del avión en aeropuertos de altura como México DF.
La reanudación de las llegadas de nuevos aviones permitirá a AeroMéxico ir retomando el crecimiento en cuanto a capacidad, proceso que se ha indicado como algo gradual y lento lo cual se entiende por las características del mercado mexicano.
Actualmente el Grupo AeroMéxico está conformado por cuatro divisiones: AeroMéxico, Aeroméxico Connect, encargada de los vuelos regionales dentro de la República Mexicana, Aeroméxico Travel, orientada a vuelos chárter y EMA, de mantenimiento. La aerolínea del cabllero águila cuenta con una flota conformada por 35 Boeing 737 NG (-700/-800), 2 Boeing 767-200ER, 2 Boeing 767-300ER, 4 Boeing 777-200ER, mientras que la flota de Aeroméxico Connect está equipada por una flota conformada por aviones Embraer ERJ145 y ERJ190.
En el Distrito Federal, Aeroméxico tiene su HUB en la Terminal 2 del Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México desde donde opera 600 vuelos diarios a toda la República Mexicana, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, además de Europa y Asia.
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