martes, 7 de abril de 2020

Impacto del COVID-19 obliga a reducir la producción de aviones en Airbus ante una lenta recuperación de la industria

Por Ricardo J. Delpiano

Airbus planta ensamblaje XFW (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
Anticipando un descenso de nuevos pedidos y postergación de las entregas, al menos a corto plazo, la crisis del COVID-19 impone a Airbus la reducción del ritmo de producción de sus aviones. Si bien inicialmente se considera que el segmento de fuselaje ancho iba a ser el más afectado, el avance de la pandemia y sus consecuencias en todo el mundo, colocan ahora a la producción de aviones de pasillo único como la más comprometida.

Según recoge Financial Times (03/04/2020), la crisis del COVID-19 no estaba considerada en ninguna de las proyecciones de Airbus. La opinión del medio básicamente se sustenta por el comportamiento que han mostrado otras enfermedades en los últimos tiempos, es decir con focos de contagios circunscritos a un área específica, con una incidencia más regional que global y no como una pandemia extendida que está forzando a una detención de la actividad económica. De acuerdo con el periódico, el mayor impacto en la producción del fabricante europeo estará en la familia A320neo por caídas en los pedidos, problemas en la cadena de suministros y disminución necesaria de mano de obra como política de reducción de contagios.

Hasta marzo, Airbus mantenía una producción de 60 aviones de la familia A320neo por mes, principalmente de los modelos A320neo y A321neo con sus respectivas variantes. Sin el COVID-19, consideraba un incremento en la tasa de producción para hacer frente a la demanda derivada del auge de los servicios aéreos en rutas medias y de los pedidos realizados anteriormente por las líneas aéreas.

Con una caída de la demanda y una recuperación gradual considerada a partir del tercer o cuarto trimestre del presente año, siempre y cuando no exista un agravamiento de la emergencia sanitaria, las líneas aéreas probablemente consideren postergar entregas y revisar decisiones respecto a nuevos pedidos. Como en años anteriores, la desprogramación masiva de aviones brindará oportunidades a aquellas compañías de adquirir equipos más modernos de segunda mano a un menor precio, sin la necesidad de recurrir a la necesidad de efectuar órdenes directas o indirectas por nuevos pedidos. El escenario aplica para Airbus como para Boeing al otro lado del Atlántico.

Bajo el escenario descrito, se estima que la producción podría normalizarse en los años siguientes para llegar recién a los niveles previos a 2020. Para aminorar el impacto lo más posible, Airbus estaría en conversaciones con sus proveedores más importantes para establecer nuevos niveles de producción sin que genere un perjuicio drástico en la industria. Financial Times menciona las relaciones “diarias” con Safran para la producción del LEAP-1A de la familia A320neo y Rolls Royce para los motores Trent que equipan a los A330 y A350.

Temporalmente, Airbus ha decidido paralizar la actividad en las fábricas en Bremen, en Alemania, además de la planta de Mobile, en los Estados Unidos, por diversos factores relacionados con el COVID-19. Entre los que se mencionan están el nivel de inventarios, recomendaciones y requisitos que determinan los Gobiernos, además de aspectos externos que influyen en la producción. Independiente de ello, “Airbus sigue comprometido con satisfacer la demanda de los clientes”, señalan.

Las pausas de las fábricas varían en la periodicidad llegando hasta el 27 de abril, sujeto a revisión dependiendo de las condiciones imperantes. Agrega que algunas actividades continuarán como los servicios de mantenimiento de edificios y aeronaves, operaciones críticas de seguridad, soporte de componentes y repuestos, además de personal administrativo crítico.

Airbus señala que apoya los esfuerzos que se están llevando a cabo en distintos países para abordar la crisis y asegurar llevar un amplio trabajo de coordinación con todos los actores para garantizar la salud y la seguridad de sus empleados, al mismo tiempo que garantiza la continuidad del negocio en las distintas divisiones que posee.

Previo a las detenciones en Alemania y los Estados Unidos, Airbus decide paralizar los trabajos de producción y ensamblaje en las plantas de Francia y España por cuatro días para la implementación de estrictas medidas sanitarias. En la actualidad, la producción se encuentra reanudada en los centros de producción en Francia, no así, en Canadá, España y Reino Unido que siguen detenidas temporalmente debido a los distintos niveles de exigencias y restricciones gubernamentales. 

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