American Airlines y Qatar Airways abandonan disputa político-comercial para restaurar alianza con miras a oportunidades a largo plazo

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Qatar Airways

Después de años de diferencias, American Airlines y Qatar Airways dan vuelta la página para recomponer sus relaciones con el establecimiento de un potente acuerdo de código compartido. Con una necesidad más de American que de Qatar Airways, la asociación se orienta a obtener un alcance global ante el interés de la estadounidense en el mercado aéreo de India, y para frenar o compensar el avance global de su rival Delta.

Con beneficios para los consumidores, los acuerdos entre ambas líneas aéreas consideran un incremento de la conectividad entre diversas ciudades en los Estados Unidos y Doha, además de beneficios en los respectivos programas de lealtad, los cuales representan oportunidades para los clientes de ambas compañías. Para American Airlines, el crecimiento en el Medio Oriente e India es fundamental si quiere alcanzar una perspectiva global considerando que en la actualidad no tiene presencia, mientras que para Qatar Airways la asociación le permite ingresar al mercado interno de los Estados Unidos y alimentar sus vuelos.

Sujeto a aprobación gubernamental, American colocará su código (AA) en los vuelos de Qatar Airways desde ciudades de Estados Unidos hacia Doha permitiendo acceder a los pasajeros de la estadounidense a varios destinos en el Medio Oriente, India y el Lejano Oriente. En contraparte, Qatar Airways pondrá su código (QR) en los vuelos de American más allá de los centros de conexiones donde ambas operan. Por consiguiente, las ciudades que se transforman en puntos de intercambio son Boston, Dallas Fort Worth, Chicago (ORD), Filadelfia, Nueva York (JFK), Los Ángeles y Miami, donde ambas compañías operan. Las únicas ciudades que quedan fuera son Atlanta y Washington (IAD) que son atendidas por Qatar Airways, pero son hub de American. En el caso de Miami, el acuerdo de código compartido considera vuelos desde y hacia esta ciudad hacia ciudades en América Latina y el Caribe.

“Esta alianza con Qatar representa otro paso para incrementar en nuestra conectividad, mientras proveemos más opciones, hacemos los viajes más sencillos y accesibles para los clientes”, dice Vasu Raja, vicepresidente Senior de Estrategia de Red de American Airlines. “Estamos mirando la creación de una red global y crear una presencia fuerte en África, Medio Oriente y Asia, por lo que el acuerdo con Qatar Airways es una de las aristas para convertir ese objetivo en una realidad”.

En la exploración de oportunidades a futuro, American Airlines no descarta establecer futuros vuelos desde los Estados Unidos hacia Qatar (Doha). Además, las dos líneas aéreas se comprometen a estudiar nuevos servicios de larga distancia entre los dos países, lo que puede llevar a establecer nuevos vuelos especialmente de Qatar Airways hacia futuros nuevos centros de conexiones o ciudades base en los Estados Unidos que toman fuerza tras los últimos movimientos de American Airlines. Uno de estos, puede ser Seattle tras la asociación de American con Alaska Airlines y su futura integración a oneworld.

El restablecimiento de las relaciones comerciales y de los códigos compartidos entre las dos compañías, representa también el término de la amenaza de una eventual salida de Qatar Airways de oneworld y, por consiguiente, un fortalecimiento de la alianza global en un momento en que estas pasan a un segundo plano frente al avance a los acuerdos bilaterales y los de negocio conjunto (JBA), que brindan más flexibilidad a las líneas aéreas y más beneficios a los pasajeros.

“Nuestro objetivo es continuar expandiendo y profundizando nuestras asociaciones globales para complementar la red de American y crear más opciones para nuestros clientes”, dice Doug Parker, CEO de American. Desde su perspectiva, los problemas que llevaron a la suspensión fueron resueltos, por lo que esta nueva relación permitirá añadir valor a la red y a los pasajeros, además de accionistas de la empresa. Con miras hacia el futuro, agrega: “Esperamos una cooperación renovada entre nuestras aerolíneas y construir una relación aún más fuerte con Qatar Airways con el tiempo”.

Su Excelencia Akbar Al Baker, CEO de Qatar Airways Group, destaca que se han superado los problemas del pasado. “Esperamos trabajar estrechamente con American Airlines para construir una asociación de líder mundial para todos nuestros clientes. Este acuerdo aprovechará nuestras fortalezas y recursos complementarios para permitir que más clientes experimenten la galardonada calidad de producto de Qatar Airways”.

Desde la recepción de su nueva flota de larga distancia, American Airlines está concentrando su expansión en la región de Asia-Pacífico las que históricamente no atendía con vuelos propios, a excepción de Japón (Tokio). Ese crecimiento se refuerza con la inclusión del mercado de India cuando este año se inaugure la ruta Seattle – Bangalore, el cual espera reforzar con la cooperación con Qatar Airways. Siguiendo las declaraciones de ejecutivos de American, no es de extrañar que los próximos pasos de la compañía con sede en Dallas Fort Worth consideren a África como un próximo objetivo, continente donde Delta posee una presencia más consolidada en el lado occidental del continente.

La relación de American Airlines y Qatar Airways ha pasado por altos y bajos desde 2013. Después de su ingreso a oneworld y el establecimiento de códigos compartidos, Qatar Airways intentó establecer infructuosamente un JBA o adquirir una participación en la empresa. Las diferencias políticas-comerciales por denuncias de una supuesta competencia desleal desde las tres “líneas aéreas globales” en su momento del golfo Pérsico (ME3) obligan al término de los acuerdos y a una serie de diferencias que impulsan a la firma de Doha a amenazar con el abandono de la alianza global. “En junio de 2013, nos unimos a la alianza oneworld. Nos invitaron American Airlines y British Airways. Desafortunadamente, la misma aerolínea que nos invita ahora está hablando contra Qatar Airways”, decía Al Baker en 2018.