Por Ricardo J. Delpiano
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| Foto: Ricardo J. Delpiano |
En su tercer proyecto sobre el tema, la iniciativa de Calisto pretende que los pasajeros que no utilicen los pasajes puedan vender, regalar o transferirlos a un tercero cuando no sean utilizados. En sus declaraciones –según consta en medios de prensa-, no duda en utilizar calificaciones como “abusos” o una “supuesta desventaja de los consumidores frente al empresariado” para dar propaganda a su acción política. Desde su perspectiva, asegura que las regiones más extremas del país serían las “más afectadas”. En su argumentación también apela a temas de sobreventa o denegación de embarque.
Desde la industria aérea advierten que existe un desconocimiento en los términos utilizados como en su temporalidad. Aclaran que un endoso no es lo mismo que un cambio de nombre. El primer término está asociado a una práctica antigua donde existía un respaldo físico del boleto, el cual no existe desde hace más de una década. Lo que ofrecen voluntariamente algunas compañías aéreas es un cambio de nombre como parte o no de su modelo de negocios inserto generalmente dentro de las prácticas de servicios complementarios (ancillary revenues). Adicionalmente, recuerdan que este proyecto de ley es similar a otras iniciativas anteriores.
Como reflejo de la atemporalidad, proyectos parlamentarios que han intentado colocar la práctica del endoso consideran que los pasajes podrían ser traspasados libremente por su titular a un tercero a través de la designación en el dorso del billete certificado ante notario o por el personal de la compañía aérea en caso que se efectúe de manera presencial en las oficinas de atención al cliente. Otro proyecto anterior, indica que el pasajero tiene derecho a transferir libremente el billete de pasaje emitido a su orden, mediante el endoso del mismo estampado en su dorso o en una hoja de prolongación adherida a él.
Desde hace más de una década todos los pasajes aéreos son electrónicos y están identificados por un código QR que no requiere una copia física. La hoja que opcionalmente el pasajero puede o no imprimir es simplemente una copia de lo que está en el sistema. Además, cada vez más las líneas aéreas reducen su presencia en oficinas para reemplazarlas por una atención remota virtual. En Chile, LATAM tiene la mayoría de sus atenciones por web o Contact Center o la aplicación, disponiendo de oficinas físicas para LATAM Travel, mientras que ni SKY ni JetSMART poseen oficinas físicas. Lo mismo ocurre con algunas líneas aéreas internacionales con presencia en Chile.
Además de los problemas físicos, advierten que un endoso puede ser perjudicial para la seguridad de los usuarios. Como toda emisión es electrónica el riesgo de fraude electrónico en un eventual endoso es alto, ya que cualquiera podría hackear un correo electrónico y endosar el pasaje. También se abre la posibilidad de fraude, ya que cualquier persona o empresa puede comprar pasajes a precios reducidos para luego revenderlos a valores por encima del mercado, especialmente ante fechas claves, generando un mercado negro difícil de controlar. Esta situación se ha presentado en el Perú, cuya legislación si permite el endoso, donde existe una comercialización inescrupulosa de pasajes.
El advenimiento de nuevos modelos de negocios por parte de las líneas aéreas propicia libertad de elección a los usuarios tanto por precio como por servicios. A través de las prácticas de ancillary revenue, algunas han incluido el cambio de nombre como opción mediante un cargo adicional tal como ocurre en SKY o JetSMART.
Producto de las prácticas comerciales de cualquier mercado, cualquier tarifa económica contiene más cantidad de restricciones. Aplica para los pasajes aéreos como compras en el comercio. La razón responde a una lógica económica básica que muestra la mayor disposición a pagar cuando más se demanda o una mayor flexibilidad frente a un determinado bien o servicio.
Imponer derechos adicionales por ley no siempre genera beneficios. Si las líneas aéreas son obligadas a ofrecer el cambio de nombre dicho costo será cargado al pasajero mediante boletos aéreos significativamente más caros que los que actualmente se ofrecen. Por consiguiente, se restringiría la libertad de viaje dado que la aviación quedaría reservada para sólo quienes pueden pagar, dejando fuera a millones de personas que actualmente utilizan el transporte aéreo como un medio cotidiano de transporte. Al disminuir la demanda se reducen la cantidad de frecuencias, capacidad y se dificulta el desarrollo de nuevas rutas como las interregionales. Cabe recordar que muchas rutas hoy están impulsadas por el estímulo de la demanda que generan los bajos precios. Las regiones más extremas, a quienes el diputado Calisto representa, serían por consiguiente las más afectadas por carecer de alternativas de conectividad.
Al referirse a “prácticas abusivas” como la sobreventa (overbooking) o los retrasos, Calisto desconoce la normativa actual de los derechos del viajero aéreo. La nueva Ley de Compensación a Pasajeros vigente en Chile desde 2015 establece que una línea aérea está obligada a informar a cada pasajero los derechos que le asisten en caso de cancelación, retraso de vuelo o denegación de embarque, siempre y cuando las causas que obligue a cancelar, retrasar o denegar un embarque sean atribuibles exclusivamente al operador y dependiendo si el viajero renuncia a su reserva con las compensaciones que compete o mantiene el contrato de transporte.
Las líneas aéreas declaran siempre que quieren llevar a sus pasajeros a su destino, con su equipaje y a la hora programada, pues esto representa el sustento de la operación. En el transporte aéreo intervienen una serie de factores naturales y no naturales, así como distintas instituciones privadas y públicas, por lo que cualquier imprevisto o falla genera una cadena de complicaciones que no siempre es atribuible a una compañía aérea, aunque ésta sea la cara visible ante el pasajero.
Considerando el alcance de una normativa de derechos al pasajero, la industria considera que las regulación excesivas e independientes representan una barrera para el desarrollo de la aviación y, por consiguiente, para brindar más oportunidades de crecimiento económico y social en los países. Para entregar soluciones y reconociendo la importancia de los derechos del consumidor, proponen un mecanismo global y homogéneo, además de considerar factores externos a las aerolíneas como la falta de infraestructura, la gestión del tráfico aéreo que no son de su responsabilidad.
25 comentarios:
Personalmente siempre he pensado que es un abuso el no poder cambiar la titularidad de un pasaje independiente del costo de este y mas aun tomando en cuenta que el perjuicio para la aerolínea es prácticamente nulo.
Pero no leíste que algunas te permiten cambiar el nombre?
Eso de que para las aerolíneas el perjuicio es nulo no es correcto. Si hay abuso se afecta al sistema y por lo tanto buscarían formas para restringirlo o asumirían el costo que se lo cargarán al pasajero con pasajes más caros. Si se sube el precio baja la demanda y si baja la demanda cae tambien la oferta. Todos salimos para atrás por la culpa de un diputado que tuvo un mal día o algún familiar no pudo volar.
Claro, te permiten cambiarlo, pero no te permiten cambiarlo sin costo... a veces el costo del cambio de nombre es incluso más caro que el pasaje
Que columna tan mala, carente de fundamentos y que intenta vagamente ser una defensa corporativa del lucro y de la actividad comercial abusiva. Señor Delpiano, intentar defender lo indefendible por medio de hacer presente la formalidad o no del "endoso", "hackers", "aumento de costos" la verdad es que no convence a nadie. Ya se buscará la fórmula que de pie a la discusión parlamentaria, considerando a todos los actores de la industria, de la realidad nacional y del mercado, pero el fondo es simplemente el siguiente: BASTA DE LUCRAR y de QUEDARSE CON PLATA DEL CONSUMIDOR POR UN SERVICIO NO PRESTADO!
Algo es clásico en América Latina. Cuando los políticos quieren figurar recurren a la aviación con proyectos populistas, pero desconocen el funcionamiento de la industria y las consecuencias que esto trae. Aeropuertos y líneas aéreas son el blanco predilecto. Espero que por el bien de Chile estos proyectos no prosperen ya que se instala un negativo precedente.
Cada vez que veo noticias de Chile me pregunto si realmente sus autoridades y representantes están a la altura de un país que dice ser el mejor de Sudamérica. Personalmente, creo que Chile no tiene nada que diferenciarse con la región y el actuar de sus políticos me lo confirma.
Una excelente nota explicativa.
Saludos desde un país vecino,
Raúl
@Gustavo Vergara no entendiste nada de lo que se lee. Quien habla de lucrar y quedarse con la plata del cliente? El viaje en avión es un servicio por el que se paga y se debe pagar porque hay costos. Apuesto que usted es de los pasajeros que quiere pagar 1.000 pesos por un pasaje, pero demanda volar como Emirates y que prácticamente le den todas las facilidades.
El diputado Calisto debe tener mucho tiempo libre o haber solucionado los problemas más importantes de su región para pensar en este tipo de idioteces. Realmente, no sorprende que los diputados tengan errores conceptuales en los proyectos de ley cuando ni siquiera saben hablar y llegan al poder simplemente por un cupo o porque son amigos de alguien o tirar ideas bonitas para engañar a la gente.
Ricardo hay un tema que no tocas. Es que si baja la demanda se contrae el empleo, ya que habrían menos turnos para cubrir por lo que no se requerirá tanto personal. Pero todos los trabajadores aeronáuticos no se preocupen, seguramente los parlamentarios les darán algún puesto ojalá con sus sueldos millonarios.
El gran problema que hacen estos proyectos de ley es que la gente NO LEE las condiciones de los pasajes que adquieren pese a que la información esta disponible en las páginas web, en los emails de confirmación y en los counters.
Trabajo en aeropuerto y todos los días me enfrento a personas que piensan que tienen derecho a todo pagando el mínimo y muchos no tienen idea de lo considera sus pasajes. Hace falta educación en la gente no solo en aviación, sino que tambien en trato porque todos los alegatos son de mala gana e incluso a garabato limpio.
Si bien SKY y Jetsmart permiten el cambio de nombre, este vale 50 mil o más, lo que en muchos casos es mucho más caro que el propio pasaje. Encuentro que está bien que se deba pagar, pero a lo más 1 UF. Está bien que haya libre competencia, razón por la cual tenemos un gran índice per cápita de vuelos, mayor a la mayoría de nuestros vecinos, pero también debe haber un cierto control. Es como cuando por cosas críticas (paros, condiciones climáticas, otros), los pasajes suben incluso a más de 1 millón de pesos, sin ninguna razón que lo justifique.
Sinceramente a este tema hay que darle 2 o más vueltas. Es cierto que como usuario uno espera que si por alguna razón no se pudo volar, uno pueda cambiar el pasaje o bien reembolsar y en último recurso pasarlo a un tercero para que se use el boleto. Hasta ahí comprensible, pero también para la gente que sabe de aviación y se supone que postea acá tiene más que claro que se debe sobrevender los vuelo porque alrededor del 20% de los pasajeros no se presenta al vuelo. Entonces se imaginan que si no vuelas puedas cambiarlo o reembolsar, las tazas de gente que no se presente al vuelo se elevarían aun más y las líneas aéreas no podrían tener claro cuantos pasajeros finalmente llegarán y tendrían que ajustar precios para poder tener alguna seguridad que aunque no lleguen todos los pasajeros el vuelo sea viable. Un vuelo de avión no es vender pan, si el vuelo despega a las 14:00 horas, no puedes esperar a que lleguen más pasajeros y despegar a las 17: horas, si vendes pan podrías esperar toda la tarde hasta que se venda o bien lo vendes al día siguiente como pan frío, no puedes tratar el pasaje aéreo como un producto que tiene vida útil más larga. Pero como ahora cualquier personaje pide lo que quiera y le dan boleto como el crío de la PSU estamos donde estamos.
Muchos de estas iniciativas parlamentarias nacen de algún hecho que generalmente el propio político vive. Me tratan mal y me voy contra la industria aérea. Basicamente esa es la lógica. Por lo mismo no es extraño que tengan errores conceptuales o carezcan de información certera.
La gente quiere pagar lo mínimo y exigir lo máximo. Como representantes de la ciudadanía los parlamentarios deberían legislar informados pero eso es pedir mucho en Chile.
Está perfecto que no sea fácil cambiar el nombre del pasaje, si fuese posible y fácil, habría un enorme mercado de reventa de pasajes
El diputado Calisto es el mismo que quería poner al taca taca como deporte nacional? Dejenme hasta ahi no más. Realmente patético.
10 de enero de 2020 a las 07:32 Anónimo, de verdad no entiendes nada de nada, tienes un pensamiento más que limitado. Seguramente debes trabajar para una aerolínea.
Este comentario es muy pro líneas aéreas hay puntos válidos pero hay que buscar un equilibrio en la rigidez que solo favorece a lineas aerea y no al usuario
Hoy en día con precios tan económicos en ocasiones estos son mas baratos que viajar en bus, aun así los buses te permiten usar el pasaje al portador sin restricción alguna, si las aerolíneas están vendiendo pasajes tan baratos sin derecho a nada mas que volar, mínimo que permitan que los usen al portador y el hecho que un vuelo se sobrevenda no es culpa de los pasajeros. para el que dice que se puede producir reventa se soluciona limitando la cantidad de pasajes comprados por persona.
Disculpa, como que no es culpa de los pasajeros si nos se presentan al vuelo, eres pariente de Navarro por casualidad....nadie es responsable de nada hoy. Por su puesto que si compras un pasaje y no te presentas es tu responsabilidad y asumes que por tus razones no pudistes acceder a subirte al vuelo, que culpa tiene la línea aérea ene se caso.
Gran pagina, pero de vez en cuando hay que fumarse las columnas sobreideologizadas del Sr. Delpiano
Interesante discusión. Claramente se puede inferir cual es la posición del Sr. Delpiano en este tema. Sin embargo, las cosas no son ni blancas ni negras. Siempre hay buenos argumentos para una u otra opción. El punto aquí es saber a "qué argumento" le doy más peso y esa es una decisión claramente ideológica. No hay que intentar defender la posición de las líneas aéreas con argumentos que se presentan como objetivos y decidores: nada es objetivo. ¿Por qué no se puede legislar para dar la posibilidad de cambiar el titular de un pasaje aéreo? Siempre hay formas de hacer las cosas de manera tal que no afecten los derechos de compañías y pasajeros, es solo cosa de voluntad. La época de los dogmas y las vacas sagradas ya pasó.
No entiendo porque hablas de ideología en forma despectiva, es decir, según su teoría las cosas suceden porque el mundo es así, todo absolutamente todo tiene una ideología, así tenemos la ideología de género, la ideología feminista, la ideología de izquierdas, la ideología anunaki y así hasta el fin... me parece raro que pretenda que las personas no piensen y tengan ideas. Ahora que a usted no le gusten, eso es otras opción.
Mucha gente opina realmente de la desinformación y porque sencillamente no leen lo que tienen que leer. Todos compran pasajes sólo por el precio sin saber lo que realmente compran.
El diputado del taca taca podría justificar los millones que gana con la ley del mínimo esfuerzo informandose un poco más o hacer proyectos de ley que realmente beneficie a sus representados y no para figurar en la tele o ganarse un par de votos.
De acuerdo.
Estimado Ricardo,
Que buen tema!! De prosperar la iniciativa, habrá muchos que verán en esto la oportunidad de comprar y revender (al doble, triple o más). Es lo que pasa con las entradas a espectáculos de todo tipo. Tal como mencionas, a partir de la Ley del 2015, cuando un pasajero no viaja puede cambiar las fechas y horas, hay varias causales para hacerlo hasta sin costo, por ejemplo enfermedad o fuerza mayor. Pero con viajes aéreos tan económicos creo que resulta imprudente innovar en contra de esta democratización del transporte aéreo.
Saludos.
Gonzalo Ugarte
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