Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Nuevo Pudahuel |
“Este hito es muy importante porque evidencia el crecimiento que experimenta la industria aérea y nuestro principal aeropuerto. Con 24 millones de personas volando en un año vemos que cada vez más personas pueden acceder al transporte aéreo y que lo ven como una opción, considerando además que los datos representan un crecimiento de 800 mil personas con respecto al año anterior”, dice la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.
La reunión de las líneas aéreas con el concesionario que administra el aeropuerto y parte de las autoridades que intervienen en el funcionamiento del sistema aeronáutico chileno no es casual. Cada uno representan los aportes individuales como colectivos que por cuatro décadas han permitido que el viaje en avión sea un hecho cotidiano. Mientras desde los organismos del Estado destacan el establecimiento y mantención de política aeronáutica definida, además de la acción reciente de disminuir las tasas de embarque, las líneas aéreas sobresalen por generar eficiencias que mediante distintos mecanismos consiguen disminuir el precio de los pasajes aéreos y así sumar más pasajeros. A lo anterior, se suma una reciente gestión aeroportuaria activa –desarrollada por Nuevo Pudahuel- que promueve la competencia con la búsqueda de nuevos operadores y rutas.
Chile es pionero en la región al adoptar los Cielos Abiertos como política de Estado para el desarrollo de la aviación. Con principios basados en la libre competencia, igualdad de condiciones para todos los operadores, libertad tarifaria y justa (mínima) intervención del Estado, desde hace cuatro décadas el país goza de un desarrollo sostenible del transporte aéreo que se materializa en un incremento de las operaciones aéreas, mayor cantidad de destinos, posibilidad de desarrollar nuevos modelos de negocios de las líneas aéreas y una mayor competencia. En su conjunto, estos hechos hacen que el país disponga de una de las tasas de viaje en avión per cápita más altas en América Latina (más de un viaje en avión por habitante al año).
Hutt se refiere en ese sentido al aumento de las rutas comerciales de las distintas líneas aéreas junto con más ofertas de bajo costo para distintos trayectos, además de ratificar la importancia que tiene para Chile contar con una política aeronáutica definida ampliamente exitosa. “Como Ministerio estamos impulsando una política de Cielos Abiertos y que cada día da mayores resultados”, señala.
Desde hace una década, Chile vive una positiva revolución del transporte aéreo impulsada por diversas “olas democratizadoras” generadas desde las líneas aéreas sobre la base de una política aeronáutica estable. En 2006-2007, la entonces LAN (hoy LATAM) marca un punto de inflexión al reestructurar su sistema tarifario y hacer que, por primera vez, los viajes domésticos estuvieran al alcance de todos. Diez años después, SKY marca otro hito al anunciar su transformación en la primera línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) decisión que genera una nueva baja de precios más una respuesta de la competencia, misma que se repite en 2017 con el ingreso de JetSMART. Como complemento, en el periodo 2018 – 2019 se produce un descenso significativo en las tasas de embarque demostrando la valoración que hace el Gobierno del aporte que realiza la aviación al desarrollo económico-social de los países, propiciando que los precios finales de los pasajes se vean aún más reducidos. Todo en su conjunto crea las condiciones para que más personas utilicen el avión como un medio más cotidiano de transporte.
En 2018 circulan por el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago 23.200.000 pasajeros y desde su establecimiento en 1967, más de mil millones de pasajeros han transitado por sus instalaciones. Para 2020, se espera que las cifras sigan en aumento pese al impacto que tiene la crisis político-social en la demanda y en el turismo. Si bien las tres principales compañías aéreas de Chile, representantes del 99% del tráfico aéreo del país, concuerdan que sus acciones pueden aportar a la reactivación del movimiento de pasajeros en los próximos meses, pero no indica que las cifras que se esperan sean más bajas en comparación con las tasas que se exhibían antes del 18 de octubre. En su rol catalizador de la economía, LATAM, SKY y JetSMART apoyan la campaña “Elije Chile” desarrollada por SERNATUR.
Según datos de Nuevo Pudahuel, se espera que la temporada alta de verano vigente desde el 05 de diciembre movilice 80 mil pasajeros por días por el aeropuerto de Santiago, considerando pasajeros de embarque como de desembarque. “Durante enero y febrero se podría llegar a un crecimiento de un 5% con respecto al mismo periodo de 2019”, comentan.
Como muestra del crecimiento de la industria aérea, en 2019 el aeropuerto de Santiago ha ampliado su red de rutas con los nuevos vuelos sin escalas de LATAM hacia Porto Alegre, Quito y Brasilia, las operaciones de SKY hacia Salvador y Florianópolis, los vuelos de JetSMART hacia Puerto Natales, Trujillo, Cali y Salvador, además de la apertura de los vuelos internacionales Barcelona – Santiago de Level, el crecimiento de GOL con la ruta desde Recife y los aumentos de capacidad de líneas aéreas como Air Canada, Air France, Alitalia, Iberia, KLM, entre otras.
Branko Karlezi, subgerente de Comunicaciones de Nuevo Pudahuel, agrega las acciones que como aeropuerto realizan para continuar favoreciendo una mayor competencia aérea. “Estamos haciendo sinergia con otros aeropuertos de la red Vinci Airports, como por ejemplo Salvador de Bahía, hacia donde SKY y JetSMART han inaugurado un vuelo directo.”
1 comentario:
Todo indica que cerraremos el año con 26 millones de pasajeros anuales.
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