Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Air France |
“Debemos redoblar nuestro esfuerzo en la transición hacia una forma más sostenible de transporte aéreo. Por eso, asumimos voluntariamente nuevos compromisos voluntarios para la actualidad y de cara a 2030”, comenta Anne Rigail, CEO de Air France. Al resaltar el panorama de la industria aérea y el rol de esta en el medio ambiente, destaca la necesidad de impulsar acciones e innovaciones para que la aviación continúa acercando a las personas y promoviendo la apertura hacia el mundo.
En su programa de sostenibilidad, Air France establece cuatro visiones estratégicas: 1) compensar la totalidad de emisiones de CO2 en los vuelos domésticos en Francia a partir del 1º de enero de 2020; 2) suma un nuevo objetivo de disminuir en un 50% las emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro recorrido; 3) incorpora la clasificación selectiva de residuos a bordo; 4) inversiones en investigación para lograr alternativas fiables en el consumo de combustible y otras áreas.
La mayor línea aérea francesa está comprometida desde hace años con la reducción de su huella de carbono, menor consumo de combustible y emisiones de gases como sonoras. Para ello, avanza en la modernización de su flota como en los nuevo B787-9 y recientemente los Airbus A350-900 o el pedido por los A220, el retiro de aviones más antiguos y menos eficientes, la promoción de vuelos verdes, uso de tecnologías para disminuir la contaminación que generan las operaciones terrestres, reducción de peso de los aviones, políticas de reciclaje de residuos, la eliminación de plásticos descartables (de un solo uso), entre otras acciones.
En Francia, la compensación de la totalidad de emisiones de CO2 en los vuelos domésticos se traducirá en la participación de proyectos certificados por organizaciones reconocidas. La acción representa en promedio 450 vuelos por día y más de 57.000 pasajeros. Los clientes corporativos podrán, además, optar por compensaciones voluntarias de hasta 100% de las emisiones generadas por sus vuelos (sean de corta, media o larga distancia), a través de ofertas exclusivas.
En lo que respecta a reducción de emisiones de CO2, el compromiso fijado para 2030 de reducir en un 50% la contaminación por pasajero se establece sobre niveles de 2005, es decir, un consumo de combustible inferior a 3 litros por pasajero cada 100 Km.
Desde el pasado 1º de octubre, Air France tiene incorporada una clasificación selectiva de residuos a bordo de sus vuelos a París (CDG/ORY). Una política ya tomada por otras líneas aéreas, cuyas experiencias están presentes incluso en Chile con acciones realizadas por LATAM, que promueve la clasificación de los residuos para ser tratados en destino por empresas de reciclaje. Plásticos, botellas, cartón, envases Tetra Pak, aluminio (latas de bebidas), vidrio (botellas de vino y champagne), son retirados por la tripulación de cabina para ser entregados a Servair en los aeropuertos Charles De Gaulle y Orly para su posterior reciclaje en Francia y otros lugares de Europa. Cabe recordar que Air France antes de que termine el año, se eliminarán los materiales plásticos descartables como vasos, cubiertos, agitadores a bordo de los aviones, lo que permitirá producir 1.300 toneladas menos de plástico por año.
Junto a Solar Impulse Foundation, Air France planea acelerar la incorporación de soluciones viables desde el punto de vista económico y ambiental en el sector de la aviación. De esta forma, se logrará reducir notablemente las emisiones de carbono, los residuos y el ruido. La compañía gala considera que estas soluciones son viables a nivel económico y podrían ser utilizadas en un futuro para contribuir a la creación de un mundo más sostenible.
Más al norte, su firma hermana KLM destaca por ser una de las compañías pioneras en materia de aviación sustentable. Fue una de las primeras líneas aéreas en realizar operaciones con biocombustibles y recientemente también se ha abierto a la investigación con estudios para nuevos diseños de aeronaves y también, la generación de combustibles verdes.
Ahora, se enmarca en una nueva iniciativa: es la primera en el mundo en reciclar botellas PET (tereftalato de polietileno) para crear herramientas que serán luego utilizadas para reparación y mantenimiento de sus aeronaves. ¿Qué quiere decir esto? Las botellas vacías recolectadas de cada vuelo se procesan para transformarse en filamento que después es utilizado en las impresoras 3D.
“Una botella de agua vacía puede convertirse en parte de una pieza de equipamiento realizada con impresoras 3D, ahorrando tiempo y recursos en el departamento de Ingeniería y Mantenimiento”, dicen en KLM. “Las impresoras 3D necesitan filamento para imprimir. Antes, KLM compraba este material a proveedores externos. Actualmente, las botellas vacías de cada vuelo se envían a una compañía de reciclaje a cambio de pellets de plástico de alta calidad, el material principal que compone el filamento. Así, las toneladas de botellas de plástico que se descargan de las aeronaves en el aeropuerto de Ámsterdam – Schiphol, cada año, son recicladas”.
Desde hace algunos años, KLM utiliza impresoras 3D para agilizar los procesos de reparación y mantenimiento de los aviones. A modo de ejemplo, mencionan la creación de tapones especiales para proteger los neumáticos de la flota B737 durante los procesos de pintura. Actualmente, el departamento de motores no utiliza cintas protectoras durante el mantenimiento de los álabes reemplazándolos por coberturas impresas en 3D.
“Se utilizan cerca de 1,5 Kg. de filamento de alta calidad por día. Al suministrar botellas PET como materia prima, se logra disminuir este costo de €60 por Kg. a €17 por Kg. Gracias al trabajo conjunto con la compañía de reciclaje Morssinkhof Rymoplast y el fabricante de filamento Reflow, KLM ahora es capaz no sólo de innovar en el uso de impresión 3D, sino también de generar un proceso circular”, señalan.
Además, agregan que han diseñado una herramienta para que un sólo técnico retire los compartimientos superiores de equipaje de los B787 en lugar de dos personas haciendo más eficiente los procesos ya que otro técnico puede atender otra aeronave o acelerar los trabajos en caso de que sea necesario.
“Estamos invirtiendo continuamente en productos y procesos innovadores y sustentables, tanto para nuestros consumidores como para la sociedad y nuestros propios empleados. Es fantástico ver cómo podemos crear productos útiles a base de materiales desechados”, dice Ton Dormans, vicepresidente ejecutivo del departamento de Ingeniería y Mantenimiento de KLM.
Al igual que Air France, KLM también está embarcada en programas de reducción de residuos fijando para 2030 conseguir la eliminación del 50% sobre la base de 2011. Desde la línea aérea holandesa indican que esto será posible por la menor producción de residuos en general y al aumentar la proporción de materiales que pueden reciclarse. En 2018, KLM reduce la cantidad de basura en un 9% mientras que un 28% consigue reciclarse.
Con una presión política medioambiental fuerte y creciente en Europa, la compañía como el holding al que pertenece, reconocen que hay que redoblar los esfuerzos y también hacerlos más visibles. Air France – KLM son por decimoquinto año consecutivo uno de los primeros grupos aeronáuticos en ocupar los primeros puestos del Índice de Sostenibilidad Dow Jones en Europa como a nivel global. La posición es compartida en la región por LATAM Airlines. En 2018, el holding franco-holandés consigue el primer puesto en este indicador.
5 comentarios:
Que lástima, me gustaba cruzar el atlántico en un 777-300ER, espero que en el futuro Air France y KLM incorporen el 777-x y volvamos a tener el agrado de volar en estos hermosos aviones.
Aire France mantiene su vuelo diario directo sin escalas a París en 777/300, solo los tres vuelos adicionales que pone, serán en 787/9, por tanto habrán 10 frecuencias semanales sin escalas a Paris
Genial, buscaremos entonces los 777-300ER
Prefiero el 777, aunque el 787 tiene otra autonomia, equipamiento, eficiencia, comodidad y rendimiento.
Uno es un poco nostálgico, pero nada más bonito que volar en un 777 aunque existan turbulencias uno siente que va seguro (es cierto es una idea imaginaria), pero reconforta volar en ellos. Reciban mis más sinceros agradecimientos los 777 por sus horas prestadas en vuelo, lindos aviones y maravillosos vuelos.
Publicar un comentario