martes, 13 de agosto de 2019

Aeropuerto de Santiago pasa “la prueba” de la temporada alta de invierno al lograr un 86,9% de puntualidad

Por Ricardo J. Delpiano

SCL plataforma A320 pushback (RD)
Foto: Ricardo J. Delpiano
Con un incremento esperado de 73.000 pasajeros equivalente a un 9,0% más que el año pasado, el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago logra un positivo desempeño en sus operaciones aéreas en julio, mes de alta demanda por las vacaciones de invierno. Según las mediciones de Official Airline Guide (OAG), el principal terminal aéreo de Chile logra una puntualidad promedio de 86,9%.

Si bien la cifra es inferior a la registrada en junio, cuando las operaciones aéreas alcanzan 90,1% y se ubican en la posición 82 a nivel global, es considerada como “positiva” dado que se ubica dentro de un límite de conformidad alto. Por consiguiente, es posible inferir que el aeropuerto capitalino logra asegurar un servicio aceptable en un aspecto altamente sensible para los usuarios en un periodo marcado por un aumento de la demanda.

Al revisar los meses inmediatamente anteriores, se exhibe un cierto progreso considerando que se pasa de una puntualidad de 82,1% en abril a una de 90,8% en mayo, el mayor porcentaje de vuelos a tiempo que registra el aeropuerto Arturo Merino Benítez en lo que va corrido del año. En 2019, los meses con las puntualidades más bajas corresponden a los meses de enero y febrero, cuando el aeropuerto reporta 79,8% y 79,1%, de vuelos a tiempo. En el primer trimestre, el porcentaje de vuelos a horario es de 82,4%, mientras que en el segundo trimestre este indicados alcanza al 87,6%.

Los resultados muestran la incidencia significativa que tienen los periodos de alta demanda en la puntualidad del aeropuerto, considerando la saturación que tiene la infraestructura, aspectos de equipamiento (cintas transportadoras de equipaje) y las oportunidades de mejora pendientes como, por ejemplo, en lo que respecta a procesos críticos, principalmente de embarque. La reducción de los “cuellos de botella” todavía sigue siendo un desafío a solucionar pese a ciertos progresos exhibidos.

En 2019, el aeropuerto de Santiago cuenta con una mayor infraestructura en comparación con 2018 por la habilitación del espigón C del futuro terminal 2. Este nuevo edificio permite reducir la presión del incremento de operaciones aéreas en el “lado aire” del terminal, considerando el cierre de cuatro posiciones de contacto (puertas 10, 11, 12 y 14) para las obras del futuro espigón A. Se espera que la inauguración del espigón E en las próximas semanas contribuya aún más a disminuir esa presión por la mayor disponibilidad de posiciones (de contacto). Por consiguiente, de existir incidencias negativas en la puntualidad estas pueden atribuidas a los “cuellos de botellas”, equipamiento del aeropuerto o directamente a la operación de las líneas aéreas.

Según OAG, el nivel de cancelaciones de vuelos de las distintas líneas aéreas para julio es de 0,5% para un total de 6.761 de operaciones de salida consideradas. Considerando todas sus operaciones aéreas, LATAM (Chile) reporta en el séptimo mes una puntualidad de 86,1% siendo la más alta entre las compañías chilenas. SKY registra un 79,7%, mientras que JetSMART un 79,0%. Por consiguiente, se infiere que, a excepción de LATAM, la alta puntualidad reflejada por el terminal aéreo puede estar impulsada por compañías no chilenas.

En julio, los aeropuertos y aeródromos de regiones registran también positivos resultados en puntualidad. El aeropuerto Diego Aracena de Iquique reporta un 87,6% de vuelos a tiempo, siendo el terminal aéreo más puntual de Chile en dicho mes, seguido por el de Copiapó con 87,3%. Más atrás se ubican Arica con un 85,7%, Concepción con 85,3%, Calama con 84,4%, Antofagasta con 83,7%, La Serena con 82,2% y Temuco con 82,1%. El resto de los terminales aéreos chilenos se ubican bajo el 80,0%. Pese al incremento de los vuelos interregionales en el último tiempo, la mayoría de los aeropuertos y aeródromos de Chile continúan siendo altamente dependientes de Santiago, dado que desde allí se originan la mayoría de los vuelos. Por consiguiente, reducir la presión en infraestructura y la incidencia de los “cuellos de botella” como de equipamiento sigue siendo un tema importante sobre el cual trabajar.

A nivel de industria, se considera como un vuelo puntual cuando este sale o llega dentro del rango de 15 minutos del horario programado en el itinerario. Las mediciones de OAG se otorgan a líneas aéreas y aeropuertos que tienen una cobertura de 80,0% de vuelos programados basados en horarios reales conseguidos en la puerta de embarque, asegurando una mayor confiabilidad de la muestra. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que maravilla un 86,9% de puntualidad...

Anónimo dijo...

El gran problema actual no es la puntualidad, ni tampoco inmigración. El cuello de botella se está generando en el proceso de recogida de equipaje y posterior pasada por SAG. Una hora y media me tomó.

Anónimo dijo...

QUE ASCO LA MANTENCION QUE TIENE NP EN SUS BANOS Y TODA LAS DEPENDENCIAS DONDE TRABAJAN LOS FUNCIONARIOS
OJALA SE PUDIERAN ADJUNTAR FOTOS PARA MOSTRAR ESTO , ASQUEROSO
MUCHA PUNTUALIDAD PERO MANTENCION Y ASEO NADA