Por Ricardo J. Delpiano
Foto: KLM |
KLM marca este conteo con dos hechos: la incorporación del primer Boeing 787-10 que luce el distintivo especial de 100 años, y con el compromiso de la línea aérea en avanzar hacia una aviación sustentable, manifestado en una carta abierta enviada a los accionistas de la industria con el fin de aunar esfuerzos, compartir conocimientos y herramientas en pos de la sostenibilidad.
Apelando a la historia, la misma de la cual la línea aérea se enorgullece más ahora que se apresta a celebrar su primer centenario, KLM repasa los hitos que la posicionan a nivel mundial como compañía aérea ecológica. Ser parte del Top 3 del Índice Dow Jones de Sostenibilidad desde hace 14 años, pionera en el uso de biocombustibles, la renovación constante de la flota, prácticas de reciclaje, programa de compensación de carbono, inversión en combustibles de nueva generación y en el diseño de nuevos aviones para el futuro son algunos de sus logros.
Por lo anterior, no es casual que la llegada del B787-10 marque parte importante de los festejos. Para KLM, este avión no es uno más, sino el símbolo de la transición de su flota hacia una nueva generación de aeronaves cuya principal característica es su operación sustentable, por el importante ahorro en consumo de combustible, bajo nivel de emisiones contaminantes y reducción de ruido, además de estar destinado a reemplazar a parte emblemáticos B747-400/-400C que por décadas fueron símbolo de la capacidad de la línea aérea.
Los primeros B787-10 de KLM ya vuelan en la ruta Ámsterdam – Kilimanjaro – Dar es Salaam desde el 2 de julio. Posteriormente, serán asignados a las rutas hacia Dubái y Toronto. El plan considera incorporar 15 B787-10 que se unirán a los 13 B787-9 actualmente en servicio. Con el plan de optimización de la flota recientemente aplicado por el holding, KLM recibirá los seis aviones pendientes de entrega de Air France, mientras que esta se beneficiará de siete Airbus A350-900 que inicialmente estaban asignados a la firma holandesa.
En las primeras conmemoraciones del primer centenario, Pieter Elbers, CEO de KLM, resalta dos factores que han jugado un papel fundamental en alcanzar este logro: la fidelidad de los clientes y el compromiso de sus trabajadores. “Valorando nuestros clientes, acogiendo la innovación y siendo pioneros en sostenibilidad, en KLM hemos creado una querida marca y una hermosa familia. En el centenario de KLM, esperamos con orgullo un futuro brillante, listos para los excitantes desafíos y oportunidades que tenemos por delante”, expresa.
Como en Ámsterdam, las celebraciones de KLM se extenderán por todos los países donde está presente. Chile no será la excepción, y por lo mismo, se han programado una serie de actividades con la comunidad. Destacan las que se realizarán todos los fines de semana entre el 13 de julio y 4 de agosto en el centro de ski La Parva, concursos en las redes sociales y en el aeropuerto de Santiago, entre otras.
Si bien estas acciones tienen un componente comercial, deben ser asociadas a la forma como KLM interactúa con sus clientes y seguidores, al mismo tiempo que da valor a la conectividad que representa. En Chile, esta se manifiesta con el enlace aéreo Ámsterdam – Buenos Aires (EZE) – Santiago mediante el cual es posible acceder a uno de los centros de conexiones más importantes de Europa y el mundo, donde los viajeros pueden conectar a los cinco continentes a través de la red de la compañía a 164 destinos, combinar con la de Air France o con la de otras líneas aéreas asociadas.
“En estos 100 años queremos agradecer a nuestros clientes por su lealtad permanente, por su confianza y por permitirnos crecer en el mercado con una reputación corporativa invaluable, destacando siempre que la impronta en nuestro ADN es velar por su satisfacción y bienestar”, comenta Pía Lackman, gerente general de Air France – KLM en Chile.
Si bien el centenario ya es un ícono de KLM, su presencia en Chile se reduce a la mitad cuando desde la década de 1960 comienza a conectar los Países Bajos con Chile. Desde sus operaciones con los clásicos Douglas DC-6 en los años '50 que, posteriormente, dan paso a los McDonnell Douglas DC-8 hasta los B787-9 con los que hoy opera, pasando por los DC-10-30, los B747-200C, B747-400C y B777-300ER, la línea aérea ha sido protagonista de la conectividad internacional del país en un rol que crece año tras año, cuyo reflejo más evidente es la cantidad de pasajeros transportados. Actualmente, dispone seis vuelos semanales y desde octubre hasta marzo, volverá con vuelos diarios, siendo la mayor oferta que colocada en toda su historia en el mercado chileno.
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