Avianca y LATAM ajustan planes en flota para atender cambios en escenario económico regional y aumento de costos

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Ricardo J. Delpiano

Con el objetivo de hacer frente a un escenario más adverso, las dos principales líneas aéreas de Sudamérica coinciden en sus planes para enfrentar el contexto actual, privilegiando principalmente un uso más eficiente de la capacidad actual. Al reportar sus resultados para el tercer trimestre de 2018, tanto Avianca como LATAM muestran revisiones en sus planes de flota para los próximos años como medida más inmediata para enfrentar la coyuntura. De ambas, resalta el caso de la firma chilena dado que su decisión se agrega a otras reducciones previamente comunicadas.

A pesar de que el tercer trimestre de 2018 entrega resultados relativamente favorables en términos operacionales y/o de utilidades netas, las dos compañías expresan los desafíos provocados por la coyuntura regional. Entre los factores más determinantes están el alza en los costos del combustible, las devaluaciones de los tipos de cambio y las debilidades de las economías de Argentina y Brasil.

Para enfrentar el escenario, Avianca se encuentra renegociando las entregas de aviones para reducir el ritmo de incorporación a la flota. “El objetivo de la aerolínea es diferir potencialmente hasta 50 aeronaves de fuselaje angosto mientras se reevalúa el estado de 50 órdenes adicionales”, señalan de la firma colombiana. La decisión es estratégica y busca garantizar la meta a largo plazo de Avianca de ofrecer una expansión sostenible de los márgenes, un flujo de caja positivo y una reducción del apalancamiento.

En esa misma línea, LATAM anuncia una nueva reestructuración de su plan de flota de hasta US$2,3 mil millones en compromisos para el periodo 2018-2021 equivalente a una reducción del 41% del total de encargos de flota para ese periodo. Desde la línea aérea indican que la medida busca “ajustar la capacidad a las condiciones actuales del mercado en América Latina y está en línea con el enfoque de la compañía de mantener un balance saludable y una liquidez adecuada”.

De acuerdo con los planes presentados, el ajuste más significativo ocurre en LATAM que prácticamente mantiene el número de aeronaves a excepción de los Airbus A320neo, A350-900 y Boeing 787-9 que aumentan en siete, cuatro y dos respectivamente en 2019, con reducciones en los B767-300ER en cinco unidades, todos respecto a 2018. Para el próximo año, LATAM espera terminar con 316 aviones en su flota de pasajeros, apenas tres más que los que estima para el presente año. Por ahora, la mayor línea aérea latinoamericana mantiene sus proyecciones para 2018 con un margen operacional entre 6,5% y 8,0% y un aumento de capacidad (ASK) entre 4,0% y 6,0%.

Avianca indica que durante el tercer trimestre 2018 recibió un B787-8 adicional finalizando con una flota operativa consolidada de 190 equipos. Puntualiza que, en el transcurso de 2019, implementará entre seis y diez aviones a su flota, aunque la mayoría entrará en reemplazo de los equipos más antiguos. 

LATAM va a aprovechar estos ajustes para optimizar su flota actual con una inversión de US$400 millones en retrofit de los aviones actualmente en servicio, lo que incluye la actualización del producto Premium Business y modernización de las cabinas de los A320. En esta última está considerada una densificación de esta para reducir el costo por asiento, además de una mayor utilización de los equipos. “Durante los próximos 18 meses, LATAM aumentará el número de asientos en su flota fuselaje angosto en un 3,0%. Mejorar la utilización y aumentar el número de asientos permite a LATAM crecer con menos aviones”, indica la compañía.

Considerando lo anterior y especialmente, la extensión de los arriendos más el retrofit de aviones como el Boeing 777-300ER la incorporación de equipos de nueva generación como los A350-1000 previstos inicialmente para los próximos meses quedan pospuestos hasta nuevo aviso, no antes de los próximos tres años.

Tanto Avianca como LATAM no son las primeras en comunicar sus ajustes debido al escenario adverso. Previamente, Aeroméxico ha anunciado cambios menores en su flota y rutas, aludiendo razones del alza del precio de combustible y la depreciación de la moneda local respecto al dólar estadounidense.