LATAM registra una mejora operacional del 50,1% y alza en ganancias, impulsadas por aumento de ingresos y capacidad

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: LATAM

Como consecuencia de un entorno más favorable, LATAM Airlines cierra su primer trimestre 2018 con un resultado operacional ampliamente y utilidades netas favorables en comparación con el mismo periodo del año anterior. De acuerdo con el informe de la compañía, el resultado operacional alcanza a los US$228,5 millones lo que representa un 50,1% más en comparación al primer trimestre 2017. La utilidad neta por su parte, se eleva a los US$ 93,9 millones, lo que representa a un US$28,3 millones más alto comparado con el mismo periodo del año anterior, a pesar de registrar una ganancia por tipo de cambio US$35 millones más baja. Por su parte, el margen operacional se incrementa en 2,2 puntos alcanzando 8,4%.

Desde LATAM, explican que esa alza “está impulsada por un alza de ingresos unitarios, así como también por aumentos de capacidad en todas las unidades de negocios de pasajeros (domésticos, internacionales) y de carga”. Adicionalmente, “se redujo aún más la exposición de la empresa a las variaciones cambiarias, lo que debería ayudar a reducir la volatilidad para lo que resta del año.

En el primer trimestre del año, los ingresos aumentan 10,2% por el incremento del tráfico y mejora de los yields en cada unidad de negocio de pasajeros. En este periodo, los ingresos de pasajeros por capacidad disponible (RASK) suben un 7,0%, con un aumento de capacidad (ASK) en 2,2%. En carga, la recuperación de las importantes de la región elevaron los ingresos de este sector en 11,0% acompañado de aumentos de la oferta (ATK) en 5,0% e ingresos de carga de 16,6%.

En cuanto a costos, se percibe un alza de 7,6% debido a un incremento del 20,6% en los costos de combustible. La línea aérea destaca que los costos por ASK, excluyendo combustible, suben apenas un 0,2%, puntualizando además que los salarios y beneficios disminuyeron 2,0% como resultado de una estructura organizacional más eficiente y ágil.

Semanas antes, LATAM ya había indicado que “las grandes transformaciones” post-fusión habían finalizado, aunque restan algunos cambios específicos sobre los cuales está trabajando. En su balance trimestral, hace mención por ejemplo a la migración del sistema de servicio de pasajeros (PSS), la plataforma de reserva, inventario y check in, utilizado por LATAM Brasil y LATAM Paraguay desde Amadeus a Sabre. “Esperamos que este sistema se implemente por completo durante mayo de este año, resultando en una plataforma de reserva unificada para todo el grupo de aerolíneas y, por lo tanto, un mejor servicio para nuestros clientes, así como también ahorro de costos adicionales para la compañía”.

En la mayor línea aérea de la región, indican la importancia de las eficiencias en costos para poder ofrecer tarifas bajas. “Destacamos la contención de costos alcanzadas durante el trimestre, lo que nos permitió aumentar nuestro margen operacional. En un contexto de alza en el precio del combustible y mayor competencia en nuestros mercados, las iniciativas de costos que la compañía continúa desarrollando se mantendrán dentro de nuestras principales prioridades”.

Pese al aumento de ingresos y mayores utilidades, el escenario para LATAM posee ciertas interrogantes por la presencia de factores internos y externos. A nivel interno, está todo lo relacionado con las transformaciones que está llevando a cabo la línea aérea para ser más eficiente, procesos que involucra cambios en su organización y no están ajenos a un conflictos. Si bien, la huelga de los tripulantes de LAN Express no está incluida en el balance del primer trimestre, si adelanta que los costos producidos por la medida de fuerza están estimados en al menos US$25 millones. La cifra es significativa a pesar de que la línea aérea consiguió previamente proteger a la mayoría de los pasajeros afectados y ajustar su itinerario. Sin embargo, el impacto en abril es significativo con más de 400.000 pasajeros afectados, la cancelación o reprogramación de 2.000 vuelos y una reducción de operaciones en Chile en un 50,0% cuyas consecuencias no fueron sólo para LATAM sino que para toda la industria aérea del país.

A nivel externo, está el nuevo escenario competitivo a nivel local, regional e intercontinental por parte de un incremento en el número de líneas aéreas que están aumentando o iniciando servicios o ofreciendo una mayor capacidad y por la aparición de nuevos modelos de negocios, que no sólo están presentes en mercados locales sino que también se extienden a tramos medios internacionales. Dicha realidad afecta a todos los mercados y no sólo a los más grandes, como Brasil o México, tal como era anteriormente.

Otro factor externo que está relacionado con las fallas y mantenimiento preventivo de los motores Rolls Royce Trent 1000 Package C que equipan a algunos de los Boeing 787. Debido a la necesidad de efectuar inspecciones preventivas necesarias, el 25,0% de esta flota se encuentra fuera de servicio. Como consecuencia, LATAM ha ajustado algunos itinerarios y está recurriendo a la adquisición de capacidad adicional a través de mecanismo de arriendo wet lease (o ACMI) con Wamos Air por cinco aviones distribuidos en cuatro Airbus A330-200 y un B747-400. “Actualmente siete aviones Boeing 787 están en tierra esperando mantenimiento del motor por parte de Rolls Royce. LATAM está trabajando estrechamente con Rolls Royce para reducir el impacto tanto para la Compañía como sus pasajeros, tomando todas las medidas necesarias para normalizar las operaciones lo antes posible”.

En cuanto a flota, durante el primer trimestre LATAM recibe dos A321 y un A350-900 de un total de dos previstos para su entrega. En cuanto a salidas, destaca la devolución de un B767-300F y la venta de dos B777F a Atlas Air, estos últimos que permiten aliviar la deuda financiera. Para este año están prevista la incorporación de 12 aviones y el retorno de dos A350-900 subarrendados a Qatar Airways, un A320 clasificado disponible para la venta y un B767-300F subarrendado a un tercer operador. Además, retirará un B767-300ER para convertirlo a carguero y devolverá cinco aviones, finalizando el año con 318 aparatos en operación.

La disponibilidad de equipos es fundamental para que LATAM pueda materializar su proyecto de expansión que incluyen nuevas rutas y destinos, como Cusco – Santiago, Sao Paulo (GRU) – Boston, Sao Paulo (GRU) – Las Vegas, Sao Paulo (GRU) – Tel Aviv, entre otros. En lo que va corrido del año se han inaugurado 11 rutas, que incluyen a Lima – Costa Rica y Sao Paulo (GRU) – Roma.

LATAM mantiene su proyección preliminar para 2018 anunciado el 4 de enero de 2018, esperando un margen operacional de entre 7,5% a 9,5% y un aumento de capacidad entre 5,0% y 7,0%.