Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Gastón Doval |
Según el Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC) de Venezuela, la suspensión de operaciones se debe a que la aerolínea no puede cubrir los seguros de su único avión, un McDonnell Douglas MD83 incorporado hace cinco años tras ser retirado de la flota de la estadounidense Alaska Airlines. Si bien la suspensión rige hasta el 23 de febrero no existe claridad si la aerolínea estará en condiciones financieras y operacionales para retomar la operación con esa aeronave. De hecho, la compañía ha suspendido las ventas de pasajes a través de sus distintas plataformas. En su sitio web, el cierre de la venta por ejemplo, es indicada como “en mantenimiento”.
Después de contar con una flota no menor de DC9-30 y algunos MD83, la flota de Aserca Airlines se redujo significativamente hasta su único avión hoy detenido. La incapacidad para adquirir repuestos la han obligado a canibalizar su propio material para mantener en lo posible los vuelos, situación que se agrava con la falta de dineros para pagar los seguros comprometidos. La falta de aviones determina directamente la reducción del itinerario al mínimo, que hasta el último dato disponible, atendía desde Caracas a las ciudades de Barquisimeto, Las Piedras, Maturín, Maracaibo, en Venezuela, además de Aruba, Curacao y Santo Domingo en República Dominicana.
Aserca pertenece al Grupo Cóndor de propiedad de Simeón García, que administra SBA Airlines y la dominicana PAWA, también paralizadas por la situación venezolana. SBA Airlines está suspendida por 90 días por incapacidad de cumplir sus itinerarios por la reducción de la flota, lo que la limita para brindar asistencia para los pasajeros afectados. Operaba una flota de dos Boeing 757-200, un B767-300ER y dos MD83, en la que sólo un B757 estaba operativo. PAWA fue suspendida recientemente por el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) por un periodo de tres meses debido a la deuda de US$7,8 millones con el Estado, además de tener también sólo un avión en condiciones de vuelo y de mantener compromisos pendientes con el concesionario aeroportuario Aerodom, entre otros proveedores.
En agosto de 2017, Aeropostal otra de las emblemáticas compañías aéreas venezolanas cerró operaciones después de 88 años. Una crisis arrastrada por años, mezclada con temas judiciales, agravada por la falta de divisas para adquirir repuestos que la obligaron a reducir su flota al mínimo, la llevó a suspender indefinidamente todos sus servicios que cesaron el 24 de septiembre, después de unos vuelos chárter que alcanzó a realizar.
Si bien el contrato del transporte aéreo obliga a las empresas a indemnizar a sus pasajeros o asegurar el traslado con otras empresas, la falta de recursos y de acuerdos con terceros dificultan esta acción. Por consiguiente, los viajeros que se ven afectados prácticamente no cuentan con soluciones efectivas.
Con Aeropostal y las aerolíneas del Grupo Cóndor fuera de vuelo, Venezuela ve reducida aún más su oferta aérea doméstica e internacional. Actualmente, las compañías que continúan prestando servicios son Avior, Estelar, Rutaca Airlines y Venezolana, además de Conviasa, que pese a ser administrada por el Estado y de tener un rol predominante en el transporte aéreo, tampoco cuenta con la capacidad para atender los espacios dejados por los otros operadores o por aquellos que se han retirado de Venezuela, por la falta de seguridad y la imposibilidad de recuperar dineros de las ventas a los tipos de cambio que corresponden.
Si bien Avior, Conviasa, Estelar y Rutaca, han conseguido adquirir material de vuelo más moderno como Airbus A340-300 y Boeing 737 de segunda generación (modelos -300 al -500) por la salida de equipos de otras líneas aéreas, su situación no es más favorable ya que enfrentan los mismos desafíos de todo el mercado aéreo venezolano, incluyendo la fijación de precios para los servicios a valores inferiores a los costos que deben incurrir en dólares. Conviasa es la única que compañía aérea que años atrás adquirió aviones directamente de fábrica con el pedido de Embraer ERj190, de los que hoy opera 16 unidades en vuelos de corto alcance. No obstante, la falta de pagos con terceros la ha impedido de adquirir equipos para atender las escasas rutas internacionales de la red.
Sin un cambio político inmediato y con una crisis económica, social derivada en humanitaria a nivel país, el escenario futuro para las líneas aéreas de Venezuela es poco auspicioso. La reducción de los servicios aéreos, más el cierre de las empresas, sumado a la crisis del país, obliga a distintos profesionales aeronáuticos a buscar en la migración nuevas oportunidades, en una situación que no difiere mucho a la que se vive desde el Cercano Oriente hacia Europa.
Asimismo, la contracción de las operaciones, la incapacidad para generar divisas para cubrir los costos impide a las aerolíneas cumplir con sus obligaciones y buscar mecanismos alternativos para asegurar, en la medida de lo posible, los pocos servicios aéreos que se pueden realizar. La situación tiene incidencia directa en el deterioro de la seguridad física y operacional, así como de la infraestructura y en la calidad de servicios aeronáuticos y no aeronáuticos que se ofrecen.
2 comentarios:
A propósito de Caracas he intentado simular la compra de pasajes en Law a Caracas, la romana y Miami, en distintos fechas y en todas me dice que los vuelos están completos y que intente para otra fecha. Alguien sabe si law bloqueo la compra por alguna razón?
En una entrevista a dulcinelli, dijo que bloquearon las ventas a miami, hasta que se concreten los vuelos.
"¿La estrategia de concentrarse en las rutas internacionales, sobre todo Miami, se mantiene en pie después de todo esto?
Sí, de hecho estamos en la última etapa de autorización. Ya tenemos vendida cierta cantidad de boletos, pero hemos decidido cerrar un poco la venta hasta que esté el producto funcionando, y de ahí lo volveremos a abrir. Va a ser nuestro producto estrella"
(Fuente la tercera)
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