Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Ricardo J. Delpiano |
El conflicto que se extendió por más de 50 días afectó a miles de viajeros quienes sufrieron las consecuencias de la falta de tripulaciones lo que obligó a la compañía a retrasar, cancelar y reprogramar vuelos y atender algunos servicios con equipos de otras compañías. Por la extensión en el tiempo, Avianca se vio en la obligación de contratar personal extranjero para realizar sus operaciones, alquilar en régimen de wet lease aviones a otras compañías y apoyarse en sus filiales con el fin de minimizar los efectos del cese de actividades que fue calificado de ilegal por la justicia colombiana.
De acuerdo con el diario “El Espectador” (13/11(2017) la estimación de vuelos cancelados es de más 10.000 y más de 300.000 pasajeros afectados, sin considerar el impacto económico especialmente en las industrias del comercio y el turismo. Según “El Tiempo” (12/11/2017), Avianca habría perdido US$ 76 millones con la huelga, además de una reducción significativa de sus ventas por la imagen asociada al conflicto.
Las cancelaciones, reprogramaciones y la paralización parcial de las operaciones, golpearán fuertemente los estados financieros de Avianca Holdings S.A. complicando el proceso de recuperación, más allá de los ingresos obtenidos.
El regreso a las labores se da después de una votación a tan sólo días de que los pilotos tuviesen que regresar a sus labores ya que la legislación colombiana establece que el cese de operaciones no puede durar más de dos meses.
En una declaración Avianca, señala “que cada piloto afiliado a la ACDAC se seguirá un proceso diseñado para garantizar que su regreso al trabajo se haga bajo estándares claros y rigurosos de seguridad para la operación, guiado por la ley, los estándares internos de Avianca y por la Convención Colectiva.”
Por la extensión de la huelga en el tiempo, algunos pilotos serán sometidos a chequeos de acuerdo con los procedimientos establecidos por Avianca y a medida que vayan reincorporándose a la empresa, se irán activando la flota. Por lo mismo, se estima que el proceso de normalización será de manera gradual que podría extenderse hasta el mes de diciembre o incluso más allá. Por lo mismo, la aerolínea colombiana continuará apoyando sus operaciones con las otras compañías del holding por el tiempo que sea necesario.
La compañía reafirma que respetará lo establecido por la ley laboral y las normas internas de la organización y realizará el debido proceso disciplinario a cada piloto, tal como se ha hecho con los aviadores afiliados a ACDAC que ya regresaron a su trabajo y actualmente están volando.
Hernán Rincón, CEO de Avianca Holdings S.A. aprecia las manifestaciones de apoyo y solidaridad recibidas durante este proceso por los clientes, las autoridades, los gremios, el sector productivo, la industria aérea y la red de suministros. “Nuestro reconocimiento a los más de 21 mil empleados que en medio de la crisis creada por ACDAC intensificaron sus esfuerzos, ratificando su compromiso con los clientes y con la aerolínea, y muy especialmente a los pilotos que en forma valerosa y dedicada continuaron volando, permitiendo con ello la permanencia de un servicio público esencial.”
A pesar del regreso al trabajo, el conflicto continúa. La Corte Suprema de Justicia de Colombia tiene ahora que decidir si la huelga es ilegal o no. La paralización podría ser ilegal si se reconoce que los pilotos prestan un servicio de utilidad pública esencial o porque se convoca se convoca a un cese de operaciones sin tener el respaldo de la mayoría de los trabajadores de la empresa. Si se confirma esa resolución Avianca podría despedir a los pilotos que se declararon en huelga.
Tras 51 días de conflicto, la huelga de ADAC no se tradujo en beneficios para ninguna de las partes, ya que a fecha de hoy no existe acuerdo alguno sobre el pliego de peticiones y tanto sindicato como empresa deberán seguir negociando en un tribunal arbitral del Ministerio del Trabajo.
“La finalización del cese de actividades resulta muy positiva para el país, aun cuando Avianca lamenta la tardanza en la decisión adoptada por ACDAC y el grave impacto generado por sus determinaciones. En consecuencia, tanto a Avianca como a los pilotos nos corresponde acogernos a los mecanismos legales vigentes para la solución de este conflicto laboral. Por ello, los pilotos, tal y como lo ha hecho Avianca, deben acudir al Tribunal de Arbitramento Obligatorio convocado por el Ministerio de Trabajo. De igual forma, deben respetar las decisiones del Gobierno Nacional y de los jueces de la República”, indica la compañía.
Para ADAC, la huelga sirvió para poner en conocimiento público en Colombia y en el exterior de las condiciones laborales del país, que a juicio de la organización son deficientes. Según se indica en “El Espectador”, el gremio dice que los pasajeros “fueron beneficiados” por destaparse el “nocivo y abusivo juego comercial que se tradujo en tarifas desproporcionadas, achacadas a una huelga de la que la única responsable es la administración de la empresa”.
Con negociaciones en curso, ahora por la vía judicial, todavía no es posible determinar un ganador del conflicto. Sin embargo, más allá de las declaraciones triunfalistas sindicales, es la propia organización que convoca a la huelga, la compañía y la sociedad colombiana los afectados con la paralización de la mayor compañía aérea de Colombia, ya que la no realización de los vuelos significa una detención no sólo de parte importante del transporte aéreo sino que también del país, por lo que todos pierden.
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