Por Ricardo J. Delpiano
Foto: Alaska Airlines |
La principal razón de las autoridades estadounidenses para demorar la aprobación de la fusión es la excesiva concentración en la oferta que la futura Alaska Airlines y American Airlines tendrían por la cantidad de códigos compartidos que ambas mantienen y que no tienen una adecuada compensación natural por las otras aerolíneas que operan.
Según la resolución del DOJ, las concesiones exigidas a Alaska Airlines -y que esta acepta-, se refieren a la prohibición de comercializar vuelos desde Los Ángeles hacia tres de los hubs de American Airlines, mientras que esta no podrá comercializar vuelos de Alaska Airlines desde sus centros de conexiones y viceversa, lo que implica nueve mercados (rutas). Adicionalmente, ninguna de las compañías podrán comercializar vuelos sin escalas en los 33 mercados donde sus operaciones se superponen.
“No podemos estar más que emocionados con la aprobación de parte del DOJ de nuestra fusión con Virgin America”, dice Brad Tilden, CEO de Alaska Airlines Group. “Con esta combinación estamos listos para despegar, estamos encantados de unir a estas dos compañías y comenzar a ofrecer tarifas bajas y un gran servicio a un grupo mayor de clientes”.
Pese a la autorización, las condiciones del DOJ imponen a Alaska Airlines un impacto directo en sus ingresos, especialmente en ocho mercados que representan dos tercios de los ingresos de Alaska Airlines. Según informaciones desde los Estados Unidos, se estima que los cambios exigidos es de US$ 15 a 20 millones en mercados donde los ingresos suponen US$ 60 millones anuales. La decisión del DOJ implica que se reducirá el 50% de los pasajeros de Alaska Airlines en vuelos de American Airlines.
Alaska Airlines asegura que las condiciones impuestas obligan a implementar cambios limitados en sus acuerdos de código compartido con American Airlines. “La mayoría de los códigos compartidos quedarán intactos”, indica la aerolínea en su declaración, agregando que el DOJ no exige otros cambios en acuerdos con American del tipo interlineal o en programas de lealtad, así como en acuerdos con terceras compañías.
Alaska Airlines y American Airlines tienen una estrecha relación desde 1999, la que también extienden a otras aerolíneas fuera de lo Estados Unidos, como ocurre con British Airlines, JAL para el mercado asiático o LATAM en el caso de América Latina.
Pese al impacto en sus ingresos, en Alaska Airlines están confiados en el éxito de la fusión. “La mayor presencia en la costa oeste y cartera de clientes generan una mayor plataforma para crecer, la que es buena para los inversionistas, los empleados y especialmente, para los usuarios quienes se beneficiarán de más opciones de viaje, mayor competencia y bajas tarifas”.
La fusión de Alaska Airlines y Virgin America está valorada en US$ 4 mil millones, a través de la cual la primera se hace cargo de la totalidad de la segunda, incluyendo deudas, flota, compromisos, deudas y activos.
Virgin America aportará a Alaska Airlines toda la operación que realiza desde sus bases en los aeropuertos de San Francisco y Los Ángeles. Para sus clientes, la fusión expande las oportunidades y la conectividad en la costa oeste, especialmente en la región noroccidental del Pacífico, con mayores opciones de conectividad al tener a Seattle, uno de los hubs de Alaska Airlines y como centro de conexiones internacional.
La nueva aerolínea combinada se hará cargo de la flota, empleados y de la operación de las dos aerolíneas. Tendrá alrededor 1.200 salidas diarias desde los hubs de Seattle, Portland, Anchorage, San Francisco y Los Ángeles, además de una flota de 280 aviones –incluidos los de la división regional Horizon Air. Hasta antes de la resolución del DOJ, se esperaban sinergias financieras por US$ 225 millones y US$ 7 mil millones de ingresos anuales.
Las dos aerolíneas esperaban cerrar su fusión antes de que finalice el presente año pero ahora se han limitado en señalar que esperan concluirla “muy pronto”. Lo anterior, pese a una acción judicial interpuesta por privados en la Corte de San Francisco para impedir la fusión.
Más allá de la fusión mediante adquisición, Alaska Airlines Group no ha señalado si eliminará la marca Virgin America o la mantendrá como marca independiente dentro del grupo, lo que es un tema no menor considerando la preferencia que los clientes tienen por esta línea aérea. Tampoco se ha referido al futuro que tendrá la flota Airbus y los compromisos adquiridos.
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