LATAM amplía con Vueling la conectividad en Europa potenciando Barcelona como centro de conexiones

Por Ricardo J. Delpiano

Foto: Alejandro Ruiz

Los viajeros de LATAM que viajan desde distintos puntos de Sudamérica tienen desde hoy un nuevo punto de acceso/conexión a Europa. Esto porque la aerolínea en conjunto con Vueling han cerrado un acuerdo para ofrecer conexiones a través del aeropuerto de El Prat de Barcelona. 

Serán en total 147 destinos de corto y medio alcance en Europa, Norte de África y Medio Oriente, que los pasajeros que viajen con la aerolínea latinoamericana podrán acceder con Vueling de una manera directa. De la misma manera, la compañía de bajo costo será la encargada de alimentar esta la nueva ruta de LATAM considerando que a partir de junio se incrementará el número de frecuencias de cuatro a diario.

“Esta nueva alianza con Vueling nos permitirá ofrecer más y mejores opciones de conexión entre Europa y Latinoamérica, reforzando la importancia de Barcelona en nuestra red de vuelos”, comenta al respecto Catalina Nannig, directora Comercial de LATAM para Europa.

El acuerdo es considerado como “natural” tomando en cuenta que la firma de bajo costo es el principal operador en el aeropuerto de la ciudad Condal y por la relación existente entre los dos grupos aeronáuticos. Asimismo, la asociación contribuye a reforzar la posición de El Prat en los vuelos de larga distancia, especialmente hacia Sudamérica, región con la que mantiene un reducido número de enlaces a pesar de la operación que Aerolíneas Argentinas, Avianca y Singapore Airlines realizan hacia Buenos Aires, Bogotá y Sao Paulo (GRU), respectivamente.

“El acuerdo con LATAM Airlines permite a Vueling continuar aportando tráfico a los vuelos de largo radio e intercontinentales y así consolidar el Aeropuerto de Barcelona como el hub más importante para vuelos de corto y medio radio en Europa”, son las palabras entregadas al respecto por Fernando Estrada, director de Estrategia y Alianzas de Vueling.

Para LATAM, esta alianza además de reforzar su reciente ruta a Barcelona, la ayuda a fortalecer su presencia en Europa, con España como principal puerta de entrada por número de frecuencias, destinos atendidos y puntos de conexión. Actualmente, la aerolínea vuela desde Santiago, Sao Paulo (GRU), Lima y Guayaquil a Madrid, además de la mencionada ruta Sao Paulo (GRU) – Barcelona.

En Madrid, Iberia es la encargada de proporcionar la conectividad a los vuelos de LATAM que cada día llegan desde distintos puntos de Sudamérica, brindando también acceso a otros centros de conexiones en el Viejo Continente. Con Vueling, la idea es ofrecer lo mismo pero utilizando a Barcelona como punto de enlace y con un acuerdo de mutuo beneficio que contribuya a posicionar la ruta. De acuerdo con datos de esta compañía, desde julio de 2010, se han ofrecido más de 22.000 combinaciones a través de El Prat, número que se incrementa a medida que continúa el crecimiento de la compañía de bajo costo. Para el verano de 2016, operará más de 410 rutas en 162 aeropuertos de Europa, Oriente Medio y África, con una flota de 108 aviones.

En forma paralela, LATAM expande también su producto a distintos tipos de viajeros poniendo a disposición dos modelos de negocios de líneas aéreas a sus pasajeros, ampliando el abanico de ofertas en cuanto a precio, capacidad y alternativas de viaje. En una interpretación más tradicional de la industria, la oferta de Iberia pueda ser interpretada como una opción para pasajeros del tipo Premium, mientras que Vueling para pasajeros más sensibles al precio (además de ser la opción para conectar en Barcelona). El mecanismo ya ha sido replicado en otras regiones, como en Norteamérica donde se ofrece conectividad con American Airlines y JetBlue, o en Oceanía, con los acuerdos que se dispone con Qantas y Jetstar.

Para estas como para todas las líneas aéreas, las alianzas continúan siendo mecanismos efectivos para ampliar la oferta y reforzar las operaciones aéreas creando fortalezas ante escenarios más complejos. En el caso particular que afecta a LATAM, con una desaceleración de los mercados en Sudamérica -encabezados por Brasil, y por una mayor competencia producto de la llegada de más actores al mercado en rutas con Europa.