Por Ricardo J. Delpiano
La 38va Asamblea de Aviación Naciones Unidas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), finalizó ayer en Montreal con un acuerdo para desarrollar en 2016 un mecanismo basado en medidas basadas en el mercado (MBM) para reducir las emisiones de CO2 emanadas de los aviones, consiguiendo de esta forma un crecimiento neutro a partir de 2020 (CNG2020), año en que será implementado.
El acuerdo alcanzado por los países es considerado histórico y fue aprobado luego de dos semanas de reuniones.
Un acuerdo basado en MBM a nivel mundial busca complementar los avances en la mejora de la tecnología en operaciones e infraestructura con la estrategia basada en cuatro pilares esenciales planteado por la industria para gestionar el impacto de la aviación en el cambio climático.
El acuerdo alcanzado en OACI reafirma el rol de liderazgo de la aviación para gestionar el impacto de las industrias en el cambio climático. Foto: Lufthansa (sólo a modo de referencia)
La Unión Europea, que hace unos años determinó poner en funcionamiento su cuestionado Sistema de Comercio de Emisiones (EU-ETS) que incluyó a todas las aerolíneas que volasen hacia o desde el espacio aéreo europeo a pagar una tasa de emisión por contaminación y que consideraba toda la ruta del avión y no el sobrevuelo por espacio europeo.
Dicha medida generó una fuerte oposición por parte de toda la industria de la aviación a través de OACI, sus oficinas regionales, así como en las distintas entidades que agrupan a las aerolíneas lideradas por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), el grupo de aerolíneas estadounidenses A4A, entre otras. A la determinación de la Unión Europea, se opusieron también países como Brasil, China, India, el Reino de Arabia Saudita y otros países emergentes.
Ante la decisión de OACI, la Unión Europea entregó una declaración por medio de la cual dio la bienvenida al acuerdo. "Las medidas basadas en el mercado van de la mano con los nuevos procedimientos para promover una tecnología más avanzada, que incluye el uso de mejores combustibles alternativos para la aviación y para promover la mejora de los procedimientos, en particular en el ámbito de la navegación aérea", expresó la Comunidad Europea.
También señala que “el acuerdo pone en marcha una solución justa y equitativa que respete las circunstancias especiales y las respectivas capacidades de los países”.
Finalmente señala que “la aviación representa el 3% de las emisiones mundiales de CO2 pero las estadísticas muestran que OACI prevé que dichas emisiones pueden aumentar de cuatro a seis veces para el año 2050 respecto a los niveles de 2010”.
La resolución de OACI permite a los países o grupo de países, implementar dentro de ciertos parámetros sus propias medidas de mercado de manera interina, si así lo desean. Impide además a la Unión Europea ampliar el ETS para incluir a los operadores extranjeros hasta que el sistema mundial este en su lugar o más equilibrado, determinación que puede ser considerada como una derrota para la Comunidad Europea en este ámbito.
En la resolución, se revierte también la cláusula “de minimis” del proyecto original de OACI para pedir exenciones hasta que un sistema global esté implementado para MBM en rutas desde o hacia Estados en desarrollo, cuyas actividades de aviación internacional están bajo del 1% del total de ingresos por tonelada-kilómetro (RTK, por sus siglas en inglés). Varios países se habían opuesto a la medida ya que eximía a un número importante de aerolíneas.
IATA valoró el acuerdo alcanzado, calificándolo como un “facilitador esencial para que la industria alcance un crecimiento neutro de carbono a partir de 2020”.
Foto: Emirates (a modo de referencia) |
“Hoy fue un gran día para la aviación, para los esfuerzos contra el cambio climático, para los estándares globales y la cooperación internacional. Industria, sociedad civil y gobiernos han trabajado duro para alcanzar este punto y mantener a la aviación al frente del resto de las industrias para gestionar su impacto en el cambio climático. Ahora tenemos un mandato fuerte y un plazo corto de tres años para resolver los detalles. Las aerolíneas quieren y necesitan un MBM global. Sin perder el impulso generado en las dos últimas semanas, estamos dispuestos a seguir adelante con la necesaria labor detallada para diseñar el esquema global a tiempo antes del fin de la Asamblea OACI de 2016”, señaló Tony Tyler, director general y CEO de IATA.
En junio, las 240 aerolíneas miembros de IATA y que representan el 84% del tráfico mundial aprobaron una resolución para pedir a los gobiernos el desarrollo de un sistema global de compensación de carbono. La industria cree que este será el MBM más eficaz y eficiente a implementar.
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