Por Ricardo J. Delpiano
El pasado 30 de mayo, Boeing dio inicio a la fase final del montaje de su primer B787-9 con la instalación de las grandes secciones del segundo modelo de la familia Dreamliner. La cadena de montaje de este primer avión se realiza en las instalaciones de Everett en Washington, lugar donde se construirán las siguientes dos unidades.
El fabricante estadounidense ha asegurado que todo el equipo del programa 787 se ha centrado en cumplir todos los compromisos adquiridos con los clientes. “Haber integrado el B787-9 en nuestra cadena de producción cumpliendo los plazos, es otra señal inequívoca de que estamos totalmente preparados y dispuestos para el trabajo que se avecina”, dijo Mark Jenks.
El B787-9 estará listo hacia la tercera o cuarta semana de julio y su primer vuelo se realizará durante el segundo semestre de este año. Foto: Boeing
La llegada de las distintas secciones del futuro B787-9 coincidió con el término en los trabajos de modificaciones de las baterías ion-litio de los primeros Dreamliner (correspondientes al modelo -8) y que permitieron que este avión reanudara sus servicios comerciales con los distintos operadores.
El nuevo Dreamliner está siendo fabricando bajo la designación ZB, como diferencia de la serie -8 que es producida con la designación ZA. El primero corresponde al LN126 de la cadena de producción y se espera que su roll out ocurra entre la tercera y cuarta semana de julio. La fabricación del B787-9 se realizará de manera integrada con la construcción de los modelos de la serie -8, sin interrumpir la producción de todas las líneas del programa.
El B787-9 complementará y ampliará la familia Dreamliner, ofreciendo a las aerolíneas la capacidad de ampliar las operaciones que actualmente realizan con una mayor capacidad de carga de pago. Gracias a su fuselaje alargado en 6 metros, podrá transportar 40 pasajeros más, amplía su recorrido en más de 300 millas náuticas (555 km), usando un 20% menos de combustible que los aviones de tamaño similar.
El primer vuelo del B787-9 está programado para el segundo semestre de 2013 y la primera entrega se realizará al cliente de lanzamiento, Air New Zealand, a comienzos de 2014. Hasta la fecha más de 20 clientes de todo el mundo han encargado 355 unidades del B787-9, cifra que corresponde al 40% de los pedidos del B787.
Air New Zealand confía en que este nuevo avión le permita ampliar su actual red, con operaciones directas a un mayor número de ciudades alrededor de la cuenca del Pacífico, según indica en su reciente plan comercial.
En América Latina, LAN Airlines será el primer cliente del B787-9 con 10 unidades, las que comenzará a recibir a partir del primer trimestre de 2015. Para este avión, la aerolínea chilena ha seleccionado una configuración de 292 pasajeros, distribuidos en 36 asientos en Premium Business y 256 en clase Turista. El B787-9 estará destinado a reemplazar las operaciones que actualmente realizan los Airbus A340-300 de la compañía y complementar a los B787-8 en aquellos servicios de alta densidad.
Aeroméxico será el segundo operador del B787-9 en la región, también con 10 unidades. En el caso de la compañía azteca, el nuevo avión reemplazará a los cuatro B777-200ER además de ampliar la capacidad de la empresa tanto en oferta de asientos como número de destinos. Además de estos aviones, la aerolínea mexicana operará otros nueve B787-8.
Considerando las primeras experiencias en el B787-8, una de las preocupaciones de las aerolíneas para este nuevo modelo fueron sus prestaciones en operaciones de ultra larga distancia y en aeropuertos de altura, además de la relación alcance-carga de pago.
1 comentario:
Ricardo, no entendí la última frase. Está confusa.
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