Por Ricardo J. Delpiano
Un nuevo y trascendental paso ha dado el sistema aeronáutico nacional al comenzar el proceso de eliminación de las tradicionales franjas de progreso de vuelo, que por muchos años fueron herramientas indispensables del control de tráfico aéreo. Como parte del plan de mejoramiento institucional continuo a través de la incorporación de nuevas tecnologías en cada uno de sus procesos de manera de hacerlos más eficientes, la Dirección General de Aeronáutica Civil comenzó a reemplazarlas por un formato electrónico, poniendo a Chile nuevamente en la vanguardia tecnológica mundial.
Chile comenzó a decir adiós a las tradicionales franjas de papel que usan los controladores para seguir el progreso de una aeronave en vuelo. Foto: Alejandro Ruiz
El viernes pasado, DGAC Chile dio el vamos a este plan en la torre del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago y durante este año se irá implementando gradualmente en los aeródromos de Tobalaba, Carriel Sur de Concepción, El Tepual de Puerto Montt y los aeropuertos de Diego Aracena en Iquique y Carlos Ibañez del Campo de Punta Arenas. De esta forma el aeropuerto de Santiago se convierte en el terminal aéreo del país en contar con esta moderna tecnología, que permite al país seguir avanzando hacia un concepto de espacio aéreo de IV generación.
El nuevo flight progress strip (denominación en inglés de las franjas) tendrá la misma información, que hasta ahora se colocaba manualmente en el papel, como nivel de vuelo autorizado, ruta, tipo de aeronave, etc., pero estará disponible en una pantalla de forma electrónica, minimizando los posibles errores de inscripción y transcripción de datos, así como facilitación de almacenamiento y gestión estadística. Junto con una mayor automatización en las torres de control, la implementación de las franjas electrónica permitirá reducir los espacios en almacenamiento y el consumo de papel para este fin, contribuyendo a mantener la política verde que DGAC ha impulsado en cada uno de sus procesos desde hace años.
La industria del transporte aéreo avanza cada vez a un ritmo más acelerado y nuevas tecnologías son introducidas creando un sistema dinámico que obligan a las instituciones que conforman el sistema aéreo adaptarse y estar preparadas para estos procesos.
Con una visión de largo plazo y en concordancia con su responsabilidad hacia los usuarios y hacia sus propios funcionarios que la componen, la DGAC ha concebido la innovación tecnológica como parte de su quehacer diario, desarrollando sistemas interactivos que permitan hacer de la gestión aeronáutica más eficiente y seguros, beneficios que indirectamente son transmitidos a cada uno de los pasajeros que pueden contar con servicios aéreos confiables que no tienen nada que envidiarles a los de países desarrollados.
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