Por Ricardo J. Delpiano
Con un fuerte énfasis en la gestión estatal, finalmente Aerolíneas Argentinas presentó su plan de de negocios ante el Congreso de la Nación Argentina. Luego de tres semanas de postergación el Presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, junto con al Secretario General Juan Pablo Schiavi detallaron el plan de recuperación de la compañía argentina para el periodo 2010-2015, plazo en que la actual administración –respaldada por el Estado Argentino- plantea reorganizar la empresa.
Se esperaba que fuese un día tranquilo para la administración de Aerolíneas Argentinas, donde sus ejecutivos presentarían el plan de negocios y reactivación de la empresa. Sin embargo la cuenta pública se vio empañada en parte por el escándalo dado a conocer por la prensa local argentina sobre la utilización de un Boeing 737-700 para trasladar al Presidente de la compañía Mariano Recalde, ejecutivos de la compañía y amigos (que los medios identifican como “amigos K”) a Montevideo para presenciar el partido de Argentina y Uruguay, sin justificar si la operación fue un arriendo de la aeronave como si un particular contratase un chárter o fue simplemente un abuso de material de una empresa pública. Quizás por ese motivo, la esperada sesión de cuenta pública ante el Congreso de la Nación fue realizada a puertas cerradas. Sin embargo la compañía tuvo que hacer frente a las acusaciones, lo que motivó que los ejecutivos afectados dieran explicaciones por lo sucedido, cuyo actuar fue respaldado por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Orientado a recuperar el equilibrio financiero de la empresa, el cual el presidente de la aerolínea del cóndor atribuyó a las consecuencias de las gestiones anteriores, el plan de negocios presentado gira en torno tres puntos centrales: mejoramiento integral de la flota de la aerolínea, mejoramiento de la calidad de los servicios, y tratar el problema de las finanzas, estableciendo una reducción paulatina de las pérdidas hasta llegar a un equilibrio hacia el año 2013 según lo explicado.
La exposición comenzó con una revisión de la situación de Aerolíneas Argentinas, haciendo un claro énfasis en la desastrosa situación en que se encontraba al momento de que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunciara la toma del control de la empresa a través de la estatización. En ese sentido, la actual administración de Aerolíneas defendió el balance de las cuentas y del desembolso de dinero por parte del Estado, los cuales han sido utilizados para ir reequipando la compañía, lo que se ha podido constatar en la recuperación del material de vuelo desde el tercer trimestre 2008 hasta la fecha, lo cual ha permitido aumentar las frecuencias y mejorar los servicios a través de una regularización de éstos. Asimismo se ha iniciado la incorporación de nuevos aviones Boeing 737-700, con los cuales ya se operan en casi todos los destinos dentro de Sudamérica. Recordando, a Julio 2008 existían alrededor de 27 aviones operativos de un total de 67 equipos que conformaban la flota de Aerolíneas Argentinas y Austral. Hoy tras casi un año de la intervención estatal, existen sobre 52 aviones operando, lo que significa que recuperaron al menos 25 equipos en menos de 12 meses.
Una nueva flota
En cuanto a la flota, Mariano Recalde detalló que en los próximos cinco años Aerolíneas Argentinas renovará toda su flota con aviones de última generación, incorporándose para ello al menos 35 aviones.
En las rutas de corto alcance, la renovación se inició en el mes de junio del presente año cuando comenzaron a arribar a la Argentina los primeros B737-700 de un total de 12 adquiridos inicialmente, de los cuales dos de ellos fueron comprados directamente a Boeing y los restantes 10 corresponden a aeronaves en leasing a GECAS (ex EasyJet y Sky Europe). Del total aviones encargados, en la actualidad existen 7 aviones en servicios los cuales son utilizados en las rutas de cabotaje hacia la Patagonia, así como desde Buenos Aires hacia Santiago de Chile, Lima, Sao Paulo, Río de Janeiro, Bogotá, esperando ser introducidos en el resto de las rutas internacionales a medida que arriben el resto de las aeronaves. Desde junio hasta la fecha, la llegada de los B737-700 ha sido la incorporación más rápida de aeronaves que Aerolíneas Argentinas ha realizado.
La llegada de los B737-700 ha permitido ir transfiriendo a los B737-500 hacia rutas de cabotaje, reemplazando a los pocos B737-200Adv que Aerolíneas Argentinas todavía mantiene en servicio y que espera retirar en las próximas semanas. En ese sentido se ha puesto como fecha inicial del retiro para el B737-200 el 15 de noviembre próximo, día en que la empresa cerrará una etapa en su historia, así como en los Annales de la aviación latinoamericana, pues Aerolíneas Argentinas es la compañía que más año operó el B737-200 en la región (40 años). Recientemente, durante la participación del ALTA Leaders Forum, se confirmó que Aerolíneas Argentinas incorporará también 6 Boeing 737-800 para rutas que requieran una capacidad adicional.
Por su parte la flota de largo alcance, finalmente será modernizada con la introducción de 13 modernos aviones Airbus A330 y A340. Pese a que todavía no se ha firmado el acuerdo con Airbus Industrie para la incorporación de aviones, el acuerdo estaría casi listo, lo cual permitiría contar a la brevedad con estos equipos. Se trata de 6 aviones Airbus A330-200, cinco de los cuales estaban destinados a ser entregados a Air Comet y que hoy día se encuentran ya ensamblados en la plataforma de Toulouse-Blagnac, y otros siete Airbus A340-600 que no han sido entregados a otras compañías. Los A330 serán destinados a las operaciones de largo alcance dentro del continente americano y hacia algunas rutas a España, mientras que los Airbus A340-600 estarán destinados a los servicios de más larga distancia y de alta densidad. Con la llegada de ambos aviones Aerolíneas Argentinas estaría devolviendo dos A340-300 y sus B747-400, homogeneizando su flota de largo alcance en torno a aviones de una sola familia. Según lo que se ha podido conocer de manera informal, la compañía espera la llegada de los primeros A330 en los próximos meses, pudiendo incluso ser antes de que finalice el año, lo cual dependerá de la firma del acuerdo. Según precisó Juan Pablo Lafosse, gerente comercial de Aerolíneas Argentinas, los costos de leasing han experimentado una caída del 50% en los últimos años, lo cual haría muy favorable la adquisición por parte de Aerolíneas.
Para la flota de Austral, se pretende reemplazar la totalidad de los Mc Donnell Douglas MD80s por novísimos aviones Embraer ERj190, adquiridos a través de un crédito por BNDES (Banco Brasilero de Fomento). Pese a su menor capacidad, la adquisición de la nueva flota de aviones Embraer para los vuelos de cabotaje, permitirá avanzar en una reestructuración significativa en la capacidad de asientos ofrecidos, mucho más acorde a la que hoy día existe, lo que permitirá operar de una manera más eficiente y al mismo tiempo cumplir con el objetivo gubernamental de “optimizar la conectividad interna del país". Los nuevos ERJ190 tendrán una configuración de 96 asientos y un equipamiento interior de última generación, especialmente en lo referente a aviónica. Del total de aviones encargados, 9 arribarán a partir del segundo trimestre 2010 y los restantes lo harán a lo largo del 2011.
En su presentación, Juan Pablo Schiavi, Secretario de Transporte, indicó que "la idea de renovar la flota es para bajar los costos de horas de mantenimiento y para aprovechar mejor el combustible". A lo que más tarde agregó: "como cualquier compañía, Aerolíneas depende de los aviones con los que cuenta. Hoy tenemos una flota vieja, vetusta, que genera mayores costos. Apuntamos a ir cambiando los aviones paulatinamente para llegar a tener una flota nueva en 2013".
Foto: Ricardo J. Delpiano |
Se esperaba que fuese un día tranquilo para la administración de Aerolíneas Argentinas, donde sus ejecutivos presentarían el plan de negocios y reactivación de la empresa. Sin embargo la cuenta pública se vio empañada en parte por el escándalo dado a conocer por la prensa local argentina sobre la utilización de un Boeing 737-700 para trasladar al Presidente de la compañía Mariano Recalde, ejecutivos de la compañía y amigos (que los medios identifican como “amigos K”) a Montevideo para presenciar el partido de Argentina y Uruguay, sin justificar si la operación fue un arriendo de la aeronave como si un particular contratase un chárter o fue simplemente un abuso de material de una empresa pública. Quizás por ese motivo, la esperada sesión de cuenta pública ante el Congreso de la Nación fue realizada a puertas cerradas. Sin embargo la compañía tuvo que hacer frente a las acusaciones, lo que motivó que los ejecutivos afectados dieran explicaciones por lo sucedido, cuyo actuar fue respaldado por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Orientado a recuperar el equilibrio financiero de la empresa, el cual el presidente de la aerolínea del cóndor atribuyó a las consecuencias de las gestiones anteriores, el plan de negocios presentado gira en torno tres puntos centrales: mejoramiento integral de la flota de la aerolínea, mejoramiento de la calidad de los servicios, y tratar el problema de las finanzas, estableciendo una reducción paulatina de las pérdidas hasta llegar a un equilibrio hacia el año 2013 según lo explicado.
La exposición comenzó con una revisión de la situación de Aerolíneas Argentinas, haciendo un claro énfasis en la desastrosa situación en que se encontraba al momento de que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunciara la toma del control de la empresa a través de la estatización. En ese sentido, la actual administración de Aerolíneas defendió el balance de las cuentas y del desembolso de dinero por parte del Estado, los cuales han sido utilizados para ir reequipando la compañía, lo que se ha podido constatar en la recuperación del material de vuelo desde el tercer trimestre 2008 hasta la fecha, lo cual ha permitido aumentar las frecuencias y mejorar los servicios a través de una regularización de éstos. Asimismo se ha iniciado la incorporación de nuevos aviones Boeing 737-700, con los cuales ya se operan en casi todos los destinos dentro de Sudamérica. Recordando, a Julio 2008 existían alrededor de 27 aviones operativos de un total de 67 equipos que conformaban la flota de Aerolíneas Argentinas y Austral. Hoy tras casi un año de la intervención estatal, existen sobre 52 aviones operando, lo que significa que recuperaron al menos 25 equipos en menos de 12 meses.
Una nueva flota
En cuanto a la flota, Mariano Recalde detalló que en los próximos cinco años Aerolíneas Argentinas renovará toda su flota con aviones de última generación, incorporándose para ello al menos 35 aviones.
En las rutas de corto alcance, la renovación se inició en el mes de junio del presente año cuando comenzaron a arribar a la Argentina los primeros B737-700 de un total de 12 adquiridos inicialmente, de los cuales dos de ellos fueron comprados directamente a Boeing y los restantes 10 corresponden a aeronaves en leasing a GECAS (ex EasyJet y Sky Europe). Del total aviones encargados, en la actualidad existen 7 aviones en servicios los cuales son utilizados en las rutas de cabotaje hacia la Patagonia, así como desde Buenos Aires hacia Santiago de Chile, Lima, Sao Paulo, Río de Janeiro, Bogotá, esperando ser introducidos en el resto de las rutas internacionales a medida que arriben el resto de las aeronaves. Desde junio hasta la fecha, la llegada de los B737-700 ha sido la incorporación más rápida de aeronaves que Aerolíneas Argentinas ha realizado.
La llegada de los B737-700 ha permitido ir transfiriendo a los B737-500 hacia rutas de cabotaje, reemplazando a los pocos B737-200Adv que Aerolíneas Argentinas todavía mantiene en servicio y que espera retirar en las próximas semanas. En ese sentido se ha puesto como fecha inicial del retiro para el B737-200 el 15 de noviembre próximo, día en que la empresa cerrará una etapa en su historia, así como en los Annales de la aviación latinoamericana, pues Aerolíneas Argentinas es la compañía que más año operó el B737-200 en la región (40 años). Recientemente, durante la participación del ALTA Leaders Forum, se confirmó que Aerolíneas Argentinas incorporará también 6 Boeing 737-800 para rutas que requieran una capacidad adicional.
Foto: Alejandro Ruiz |
Para la flota de Austral, se pretende reemplazar la totalidad de los Mc Donnell Douglas MD80s por novísimos aviones Embraer ERj190, adquiridos a través de un crédito por BNDES (Banco Brasilero de Fomento). Pese a su menor capacidad, la adquisición de la nueva flota de aviones Embraer para los vuelos de cabotaje, permitirá avanzar en una reestructuración significativa en la capacidad de asientos ofrecidos, mucho más acorde a la que hoy día existe, lo que permitirá operar de una manera más eficiente y al mismo tiempo cumplir con el objetivo gubernamental de “optimizar la conectividad interna del país". Los nuevos ERJ190 tendrán una configuración de 96 asientos y un equipamiento interior de última generación, especialmente en lo referente a aviónica. Del total de aviones encargados, 9 arribarán a partir del segundo trimestre 2010 y los restantes lo harán a lo largo del 2011.
En su presentación, Juan Pablo Schiavi, Secretario de Transporte, indicó que "la idea de renovar la flota es para bajar los costos de horas de mantenimiento y para aprovechar mejor el combustible". A lo que más tarde agregó: "como cualquier compañía, Aerolíneas depende de los aviones con los que cuenta. Hoy tenemos una flota vieja, vetusta, que genera mayores costos. Apuntamos a ir cambiando los aviones paulatinamente para llegar a tener una flota nueva en 2013".
Recuperación de rutas y mejor servicio
La recuperación y llegada de nuevos aviones está permitiendo a Aerolíneas Argentinas normalizar su programación, ajustando capacidad y frecuencias en cada uno de los destinos, teniendo un énfasis en los vuelos de cabotaje, según los planes de la administración Kirchner para la empresa en su rol social, como actor esencial en la conectividad del país. La mayor disponibilidad de material de vuelo ha permitido alcanzar un cumplimiento casi en su totalidad de los servicios programados y de la regularidad de éstos, lo que se ha traducido en un mejoramiento significativo de la puntualidad de las operaciones, siendo septiembre el mejor mes con 98% de puntualidad según la AAdeTUR. Las mejoras se han extendido también en casi todas las rutas internacionales, siendo los casos más emblemáticos los de Caracas y Bogotá donde Aerolíneas ha restablecido sus vuelos non stop desde/hacia Buenos Aires.
Con la incorporación de la nueva flota de largo alcance, Aerolíneas planea ir incrementando progresivamente su red internacional. Con los A330-200 se espera retomar rutas históricas como a México, Nueva York, y reforzar el vuelo a Miami, además de inaugurar nuevos destinos como Cancún, La Habana, Puerto Plata y Orlando en América. Mientras que con los Airbus A340-600 Aerolíneas atendería los mercados de alta densidad, como Madrid, Roma, Auckland y Sydney, complementando a los Airbus A340-200, los cuales serían destinados a otras rutas que la compañía inauguraría en Europa y África. Según lo explicado por Lafosse a Flightglobal, Aerolíneas podría volar a París, Londres y a Johannesburg.
Para cabotaje, la empresa reestructuraría sus rutas, transfiriendo la operación de destinos menos rentables hacia otras compañías como Andes o SOL, a través de un código compartido, con lo que se busca ir reduciendo las pérdidas, sin dejar de atender esas ciudades, pues pasarían a ser operados por otros operadores pero comercializados por Aerolíneas. Así se espera cumplir tanto con el plan de gobierno como con los objetivos empresariales. En rutas internacionales se apuesta a seguir firmando acuerdos con distintas compañías, de la misma forma como el presente año se alcanzó un acuerdo con Sky Airline, objetivos que hacia el largo plazo buscarán incluir a Aerolíneas en alguna alianza global.
Confiados en la reactivación y en un clima más favorable, en Aerolíneas esperan establecer el 70% como el factor mínimo de ocupación de los vuelos, para lo cual buscarán atraer al pasajero a través de distintos mecanismos comerciales, como la comodidad interior de los aviones con una mayor separación de asientos, mayor cantidad de frecuencias, apostar por el catering, la firma de acuerdos con distintas entidades y tour operadores, la introducción de políticas flexibles para la compra de pasajes, entre otros los cuales están destinados a incrementar el número de viajeros. Sin embargo algunas medidas han suscitado polémica, como el ofrecimiento del Gobierno de Cristina Fernández para hacer viajar a los jubilados, cuyos pasajes serían financiado por la ANSES, lo que da a entender un plan político de la administración Kirchner más que una estrategia netamente comercial.
Financiamiento y reducción de las pérdidas
Sin duda el tema que más controversia genera dentro de todo el plan de recuperación, principalmente por las características políticas en que se da el proceso, asociado a un incremento significativo de la participación estatal en distintas áreas del quehacer nacional. Recalde estableció un plan de transición de cinco años, a través de los cuales se espera llegar a una situación financiera de equilibrio, lo que se espera que ocurra para el 2013. Se fijó que durante estos cinco años Aerolíneas Argentinas tendrá un déficit tolerable de US$ 10 millones al mes, el cual estaría justificado por las rutas no rentables y la condición de servicio público de Aerolíneas Argentinas. Se anunció que para el 2011 el resultado negativo sería de US$ 100 millones, mientras que después del 2013 se puedan generar ganancias operativas. Pese a lo anterior, durante la realización del ALTA Leaders Forum, Juan Pablo Lafosse reiteró que los "objetivos prioritarios de Aerolíneas no era la búsqueda de rentabilidad".
Sin mediar mayor detalle -al menos de lo que fue trascendido públicamente- se desprende que la fuente principal de financiamiento provendrá de aportes del Estado, donde ya se han ingresado $ 3.500 millones, a los cuales se sumarán otros $ 6.000 millones para el 2010, lo que ha generado críticas por parte de la oposición por considerar que el Estado Argentino no informa de las pérdidas de la empresa.
En las pasadas semanas, Aerolíneas comenzó a trabajar en planes anexos para reducir las pérdidas, y mejorar la productividad de la empresa y la utilización de sus recursos, lo que estaría acompañado de un aumento incremento en las bandas tarifarias, mediante la cual tanto Aerolíneas Argentinas como el resto de la compañías que operan en el vecino país perciban una mayor rentabilidad y mejoren en parte su situación. Paralelamente se busca introducir distintas políticas que permitan mejorar la eficiencia en los proceso al interior de la compañía, para lo cual firmó el pasado mes de septiembre un acuerdo con IATA para realizar una consultoría orientada hacia el mejoramiento del management interno, punto esencial en el manejo de una empresa aérea.
Sin embargo, pese a los avances, Aerolíneas Argentinas sigue presentando puntos poco claros, que guardan relación a los aportes que el Estado realizará en la empresa y con la injerencia de la política contingente, aspecto que todavía se constituye como la gran limitante para el desarrollo de la compañía. La fuerte participación estatal y las mejores proyecciones para los próximos meses en cuanto a la reactivación del sector permiten establecer un futuro algo más promisorio que épocas anteriores, poniendo a la compañía del cóndor en un nuevo punto de arranque. Dejando atrás las gestiones fallidas de Iberia, American Airlines, la SEPI y Marsans, el Gobierno de la Nación Argentina, en su calidad de administrador tiene la única responsabilidad de liderar esta nueva etapa en una de las aerolíneas más emblemáticas de la aeronáutica Latinoamericana.
Para cabotaje, la empresa reestructuraría sus rutas, transfiriendo la operación de destinos menos rentables hacia otras compañías como Andes o SOL, a través de un código compartido, con lo que se busca ir reduciendo las pérdidas, sin dejar de atender esas ciudades, pues pasarían a ser operados por otros operadores pero comercializados por Aerolíneas. Así se espera cumplir tanto con el plan de gobierno como con los objetivos empresariales. En rutas internacionales se apuesta a seguir firmando acuerdos con distintas compañías, de la misma forma como el presente año se alcanzó un acuerdo con Sky Airline, objetivos que hacia el largo plazo buscarán incluir a Aerolíneas en alguna alianza global.
Confiados en la reactivación y en un clima más favorable, en Aerolíneas esperan establecer el 70% como el factor mínimo de ocupación de los vuelos, para lo cual buscarán atraer al pasajero a través de distintos mecanismos comerciales, como la comodidad interior de los aviones con una mayor separación de asientos, mayor cantidad de frecuencias, apostar por el catering, la firma de acuerdos con distintas entidades y tour operadores, la introducción de políticas flexibles para la compra de pasajes, entre otros los cuales están destinados a incrementar el número de viajeros. Sin embargo algunas medidas han suscitado polémica, como el ofrecimiento del Gobierno de Cristina Fernández para hacer viajar a los jubilados, cuyos pasajes serían financiado por la ANSES, lo que da a entender un plan político de la administración Kirchner más que una estrategia netamente comercial.
Financiamiento y reducción de las pérdidas
Sin duda el tema que más controversia genera dentro de todo el plan de recuperación, principalmente por las características políticas en que se da el proceso, asociado a un incremento significativo de la participación estatal en distintas áreas del quehacer nacional. Recalde estableció un plan de transición de cinco años, a través de los cuales se espera llegar a una situación financiera de equilibrio, lo que se espera que ocurra para el 2013. Se fijó que durante estos cinco años Aerolíneas Argentinas tendrá un déficit tolerable de US$ 10 millones al mes, el cual estaría justificado por las rutas no rentables y la condición de servicio público de Aerolíneas Argentinas. Se anunció que para el 2011 el resultado negativo sería de US$ 100 millones, mientras que después del 2013 se puedan generar ganancias operativas. Pese a lo anterior, durante la realización del ALTA Leaders Forum, Juan Pablo Lafosse reiteró que los "objetivos prioritarios de Aerolíneas no era la búsqueda de rentabilidad".
Sin mediar mayor detalle -al menos de lo que fue trascendido públicamente- se desprende que la fuente principal de financiamiento provendrá de aportes del Estado, donde ya se han ingresado $ 3.500 millones, a los cuales se sumarán otros $ 6.000 millones para el 2010, lo que ha generado críticas por parte de la oposición por considerar que el Estado Argentino no informa de las pérdidas de la empresa.
En las pasadas semanas, Aerolíneas comenzó a trabajar en planes anexos para reducir las pérdidas, y mejorar la productividad de la empresa y la utilización de sus recursos, lo que estaría acompañado de un aumento incremento en las bandas tarifarias, mediante la cual tanto Aerolíneas Argentinas como el resto de la compañías que operan en el vecino país perciban una mayor rentabilidad y mejoren en parte su situación. Paralelamente se busca introducir distintas políticas que permitan mejorar la eficiencia en los proceso al interior de la compañía, para lo cual firmó el pasado mes de septiembre un acuerdo con IATA para realizar una consultoría orientada hacia el mejoramiento del management interno, punto esencial en el manejo de una empresa aérea.
Sin embargo, pese a los avances, Aerolíneas Argentinas sigue presentando puntos poco claros, que guardan relación a los aportes que el Estado realizará en la empresa y con la injerencia de la política contingente, aspecto que todavía se constituye como la gran limitante para el desarrollo de la compañía. La fuerte participación estatal y las mejores proyecciones para los próximos meses en cuanto a la reactivación del sector permiten establecer un futuro algo más promisorio que épocas anteriores, poniendo a la compañía del cóndor en un nuevo punto de arranque. Dejando atrás las gestiones fallidas de Iberia, American Airlines, la SEPI y Marsans, el Gobierno de la Nación Argentina, en su calidad de administrador tiene la única responsabilidad de liderar esta nueva etapa en una de las aerolíneas más emblemáticas de la aeronáutica Latinoamericana.
8 comentarios:
Ven que se puede!!!
Felicitaciones a Aerolineas.....se veria raro el mercado sin ustedes...ahora solo aprender de los errores y no volver a cometerlos.....
Que lindo sera ver el A340-600 con los colores del condor !
(pd: aprendiste Sky ?)
saludos
Aerolineas, más Argentinas que nunca!!!!
Bien por AR!!!!
Como todo lo que respecta a Aerolineas Argentinas, aplico la sabia frase ..." ver para creer" ...
saludos y excelente Blog
volvera a vestir de señora ..bien por argentinas. ya veo a340-600. sera una majia de pajaro en el aire:)
¿Qué hay de cierto con los rumores de que Aerolíneas cambiará su livery para remarcar la nueva etapa en que se encuentra? Sería buneo, el actual es muy poco gracioso.
Saludos,
Sergio.
Si Aerolíneas Argentinas estaría cambiando de livery a partir del próximo año y que puede coincidir con la llegada de los ERj190.
Saludos,
wau que pena que se vallan los B747 pero AGUANTE AEROLINAS!!!!!!
no saben si va a volar a Alemania?
yo escuche que los A340-200 ivan a cubrir BS.AS. - FRANKFURT, BS.AS.-PARIS Y BS.AS.-JHOANESBURGO
q hay de cierto?
Frankfurt no se ha escuchado dentro de las nuevas rutas, sólo se habla de Londres y París, que van a depender de la llegada de los nuevos aviones. Johannesburg es el mismo caso, aunque puede ser que se trate de sólo vuelos seasonal por el mundial, porque dudo que exista un mercado para una ruta en la cual ya existen dos competidores South African Airways y Malaysian Airlines, que en el caso de esta última es una ruta deficitaria.
Saludos,
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