Por Ricardo J. Delpiano
Es una de las aerolíneas más antiguas del
país y la única compañía de carácter regional. Basada
en Punta Arenas, Aerovías DAP vive un momento de bonanza fruto del auge del
turismo en el extremo sur del país y de los viajes hacia la Antártica, los
cuales han puesto a la empresa en una etapa de crecimiento que la ha llevado a
lanzar nuevas rutas e incrementar la capacidad.
Según cuenta su propio gerente general,
Andrés Pivecic al diario austral El Pingüino, la compañía “está en una etapa de crecimiento permanente, donde no hay grandes
sobresaltos, pero si vamos adquiriendo nuevas aeronaves y abriendo nuevos
mercados”. En efecto, hoy la aerolínea ha ido sumando equipos adicionales,
como los BAe146, además de lanzar nuevas rutas como por ejemplo los vuelos
entre Punta Arenas y Ushuaia dos veces a la semana o los vuelos hacia la
Antártica.
DHC-6 Twin Otter de Aerovías DAP en Punta Arenas. Foto: Fredy Fernández
Actualmente, DAP es responsable del 60% del
movimiento aéreo desde el continente hacia la Antártica, con alrededor de 40
vuelos anuales, cifra que este año esperan superar, llegando hasta los 60
vuelos. Sus operaciones comerciales, contemplan vuelos hacia localidades en
Tierra del Fuego como Porvenir y Puerto Williams, además de los servicios a
Ushuaia, Argentina. Adicionalmente ofrece servicios de apoyo a empresas en la
región, transporte de carga y servicios de evacuación aeromédica.
La compañía dispone una flota combinada de
aviones y helicópteros, que van desde el BAe146 para 99 pasajeros hasta el
helicóptero BO 105 para cuatro personas. Otros equipos que utiliza son los
DHC-6 Twin Otter para 20 personas, Beechcraft King Air 100 para 10 pasajeros,
Cessna 402 con capacidad para nueve personas y los helicópteros, EC-135 y AS355 para
siete y seis pasajeros respectivamente.
A pesar de ser el principal operador en la
Patagonia, la compañía enfrenta el desafío de asegurar una demanda permanente
para todo el año, ya que las ciudades que atiende son mercados con escasa
población. Un escenario que no es propio de esta empresa, sino de todos los que
pretenden desarrollar una aviación regional. Hay que recordar que por la actual
distribución demográfica y económica del país, además del actuar de las otras aerolíneas,
las operaciones para este segmento son difíciles de implementar.
Según reconoce el mismo Pivecic al diario, la
compañía mantiene una oferta estable durante todo el año, no así la demanda que
es estacional durante el verano del hemisferio sur. Esto, junto con lo anterior
hace que la empresa posea una alta
capacidad ociosa de su flota, situación que incide en la rentabilidad de sus
operaciones.
Conscientes de los desafíos y de la necesidad
de generar caminos que entreguen una viabilidad hacia el futuro, la compañía
está incursionando en operaciones aéreas alternativas que le impliquen ingresos
adicionales. Una estrategia que antes ya han utilizado otras empresas y en
algunos casos han sido claves para mantenerse a flote.
Actualmente, la compañía está incrementando las
operaciones de sus BAe146, realizando vuelos al Norte Grande del país en apoyo
a la gran minería, con vuelos contratos por el Sindicato Interempresa Nacional
de Trabajadores de Montaje Industrial (SINAMI). Además contempla el traslado directo
de trabajadores desde las ciudades a las minas, permitiendo a las empresas
ganar en tiempo en función de una mayor productividad, mientras que los
empleados pueden disponer de más comodidad, evitando viajes aéreos
tradicionales. En este caso, un beneficio mutuo para las empresas mineras y
para la propia aerolínea, aunque en parte le signifique entrar a disputar parte
del pasajero corporativo con las aerolíneas tradicionales.
Sin embargo, más que competir con las tres
principales aerolíneas, la empresa enfoca más sus estrategias hacia lugares
donde otros no operan, aprovechando sus ventajas comparativas. Para este fin,
la compañía trabaja con los fabricantes para certificar sus aviones en
operaciones en altura. En esa línea, el ejecutivo precisa que por el momento no
está en los planes volver a operar regularmente a Santiago, tal como lo hizo en
1996, aunque no se descarta a largo plazo. Lo mismo ocurre con vuelos a
Malvinas por el bloqueo aéreo por parte del gobierno argentino.
Actualmente, DAP
posee el 0,4% de participación en el mercado doméstico chileno según los datos
de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) y sus servicios son considerados
fundamentales para la integración social y económica para el extremo austral, razón
que le ha dado el honor de ser “la línea aérea de la Patagonia”.
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